La alta participación y la buena acogida de los cambios y novedades en el programa marcan los festejos de San Pascual
Hace escasas horas que las fiestas en honor a San Pascual pusieron el punto y final con el tradicional castillo de fuegos artificiales y el balance vuelve a ser, una vez más, muy positivo, por parte del Ayuntamiento, como de la Junta de Festes y los entes organizadores, así como desde el ámbito de la Seguridad Ciudadana.
El concejal de Fiestas, Javier Serralvo, acompañado por el presidente de la Junta de Festes, José Pascual Colás, y por el intendente jefe de la Policía Local, José Ramón Nieto, ha destacado que los festejos, en un año en el que se cumplen 400 años de la beatificación del patrón, han estado marcados por la alta participación, así como por la tranquilidad y por algunos cambios e innovaciones introducidos que han tenido una gran acogida.
Serralvo ha agradecido el trabajo que han realizado tanto la Junta de Festes, como la Comissió de Penyes, los cuerpos de seguridad, Protección Civil, Cruz Roja, Servicios Públicos, Normalització Lingüística, Nuevas Tecnologías, empresas colaboradoras “y tanta gente que se implica en cuerpo y alma para que todo salga a la perfección”.
Tanto Serralvo como Colás han destacado la buena acogida de algunas de las modificaciones introducidas este año en el programa, como han sido la apertura del Concurso de paellas tanto a peñas como al resto de vecinos; el cambio de horario y ubicación de los empedraos, que han triplicado la asistencia; el cambio de la macrocena de vecinos a la plaza del Llaurador, con 2.200 asistentes, o la nueva ubicación para la concentración previa a la ofrenda para ofrecer mayor comodidad a los participantes.
“Cada año intentamos seguir mejorando e introducir cambios que ayuden a hacer unas fiestas al gusto de todos, aunque es algo muy difícil”, indica Colás, quien destaca la gestión de cerca de 60 escenarios a lo largo de los 10 días; la instalación de más WC químicos en diferentes puntos para aumentar la limpieza; la participación de 350 personas a la subida al campanario; la inscripción de unas 60 personas a la concentración de Pasquals, Pascuales y apellido Villarreal, o la organización de actos para los niños como conciertos, las actividades de Jugant, jugant, la feria u otros. “Las actuaciones musicales han sido parte de los puntos fuertes y muchos vecinos se han sorprendido con algunos grupos, como In vivo, que dejaron muy buena sensación en el público”, apunta.
Por otro lado, el intendente jefe de la Policía Local asegura que “han sido unas fiestas masivas, con una gran afluencia de visitantes y un nivel 4 de alerta antiterrorista”. No obstante, han descendido las quejas por molestias de la peñas, 50 frente a las 65 del año anterior. Sin embargo, sí se han interpuesto más denuncias por molestias al vecindario, con un total de 14 por exceso de horario y sacar aparatos de megafonía a la vía pública con exceso de ruido, algo que contrasta con el año anterior, cuando no hubo ninguna denuncia, “ya que en el primer aviso cesaban las molestias”. Lo mismo ha ocurrido con las denuncias por ensuciar la vía pública, que han sido dos este año. No obstante, en esta ocasión no se ha interpuesto ninguna sanción por venta ambulante, mientras en 2017 hubo ocho.
Por otro lado, nueve personas han sido denunciadas por orinar en la vía pública, mientras en 2017 sólo fue una y también han aumentado las denuncias por alterar la seguridad colectiva, pasando de cinco hace un año a 12 en esta edición. Además, se han registrado siete infracciones administrativas por alcoholemias al volante (tres menos que en 2017) y cuatro delitos –al superar la tasa de 0’60- frente a las ocho del año anterior. A estas cifras se suman las cuatro denuncias por conducir bajo los efectos de las drogas –una menos que en 2017- y dos detenciones por peleas. “En el caso de la conducción bajo los efectos de sustancias estupefacientes sí han descendido los casos, debido a la concienciación”, explica Nieto, quien añade que también se han registrado menos heridos en los actos taurinos que hace un año. “Han sido tres personas y un año antes fueron siete”, explica, “todas ellas se recuperan favorablemente de sus heridas”.
“Las fiestas se organizan para potenciar la convivencia entre los vecinos y para generar economía en la ciudad y ambos objetivos se han conseguido, gracias al trabajo, esfuerzo e ilusión de la Junta de Festes y la colaboración de todos”, concluye.