Adrián Casabó: “Vila-real necesita lo mismo que hace una década, porque se ha hecho muy poco en estas tres legislaturas”
Elperiodic.com entrevista al candidato del PP a la alcaldía de Vila-real para quien la gestión del gobierno de Benlloch es “rentable electoralmente para sus intereses pero nefasta para los intereses de Vila-real”
Licenciado en Periodismo por la Universitat de València, profesor de Secundaria, presiente del PP en Vila-real, portavoz en el ayuntamiento y vicesecretario de Educación del PPCS, Adrián Casabó (35 años) se presenta como candidato a la alcaldía de Vila-real con el objetivo de derrotar en las urnas al actual alcalde para provocar un cambio de rumbo en la ciudad.
Subidas de IBI o la plusvalía, cierre de negocios, sin cuarto instituto, sin las instalaciones de la EOI o los problemas de inundaciones, son algunas de las críticas de Casabó al actual alcalde socialista.
elperiodic.com ha entrevistado al candidato del PP a la alcaldía de Vila-real quien define la gestión del gobierno de Benlloch como “rentable electoralmente para sus intereses pero nefasta para los intereses de Vila-real”
¿Por qué asumes el reto de presentarte como alcaldable por el PP de Vila-real?
Precisamente lo comentaba hace pocos días en el acto de presentación como candidato a la alcaldía, ya que es una pregunta que me ha hecho mucha gente, ¿por qué? Porque siento pasión por mi ciudad, siempre he intentado aportar mi granito de arena para mejorarla desde el mundo asociativo, y porque me niego a pensar que las cosas en Vila-real no pueden cambiar. ¡Lo siento, pero no! Quiero que Vila-real vuelva a ser esa ciudad referente que genere muchas más oportunidades de futuro para nuestros vecinos.
Como principal rival tienes a José Benlloch, ¿impone?
Para nada. A mí lo que me impone es estar a la altura de lo que mis vecinos esperan de mí. Es a los vila-realenses a los que me debo y ser capaz de dar respuesta a sus necesidades es lo que realmente supone un reto para mí y también una tremenda responsabilidad. No creo en absoluto en los proyectos personalistas, y el del PSOE en Vila-real claramente lo es. Me siento más cómodo en proyectos de equipo, que puedan representar a una amplia mayoría y así es como estamos trabajando en el PP.
¿Cómo definirías la gestión que está realizando el actual gobierno en la localidad?
Rentable electoralmente para sus intereses, pero nefasta para los intereses de los vila-realenses. En los casi doce años que llevamos de gobierno socialista, Vila-real ha dejado escapar numerosas oportunidades. Mientras vemos que ciudades de nuestro alrededor han sido capaces de atraer inversiones y generar muchas opciones de futuro para sus vecinos, aquí todo son excusas y todos los trenes pasan de largo. Unas veces es la herencia recibida, otras la pandemia, en ocasiones la subida de precios e incluso la guerra de Ucrania, pero la realidad es que la ciudad está paralizada. Una década después seguimos esperando el cuarto instituto, un edificio propio para la EOI, el centro de salud de Torrehermosa, mejoras que den solución a los problemas de inundaciones y tenemos una ronda suroeste sin conexión con la N-340, por poner algunos ejemplos.
¿Qué han dejado perder o no han sabido atraer en estos últimos años?
Desgraciadamente, han sido capaces de atraer muy poco, por no decir nada. Como comentaba antes, hemos visto en otros municipios como importantes empresas han apostado por ellos para instalarse. Aquí el gobierno socialista ha sido incapaz de crear suelo industrial y de apostar por una política fiscal que incentive las inversiones. Ha faltado reivindicación ante otras administraciones y ha quedado demostrado que a pesar de coincidir el mismo signo político en los gobiernos de la ciudad, la provincia, la comunidad y España, a los socialistas de Vila-real nadie les hace caso.
Desde que ha sido nombrado presidente local del PP son muchas las reuniones que estás manteniendo con la sociedad civil, ¿qué te transmiten?
Desde que asumí la presidencia del partido tenía muy claro que no podíamos ofrecer una alternativa de gobierno si no escuchábamos de primera mano lo que los vecinos necesitan. La verdad es que está siendo muy gratificante ese contacto directo y constante con la ciudadanía. Muchos vecinos me han dado las gracias porque en esta última década nadie del gobierno municipal se ha acercado a su negocio y también representantes de muchas entidades me han dicho que cada vez es más difícil hablar con el alcalde. Es evidente que ha ido perdiendo el contacto con la gente, porque después de doce años como máximo responsable, los vecinos le piden explicaciones por todo aquello que les ha prometido y no ha hecho. Muchos vila-realenses están ya cansados y te transmiten la necesidad de un cambio de rumbo.
A nivel interno, ha habido cambios en la portavocía y presidencia del PP, ¿no da vértigo?
Vértigo no, me siento muy respaldado y acompañado en este camino, pero sí un tremendo respeto. Como comentaba, estar al frente del partido que va a liderar el cambio de gobierno en la ciudad es un orgullo, pero también una tremenda responsabilidad. Cuento también con el apoyo de la dirección provincial y de la presidenta Marta Barrachina, quien tiene muy claro lo importante que es Vila-real para el futuro de nuestra provincia y eso se agradece.
Sé que hay vecinos que esperan mucho de mi y trabajo día a día para no fallarles. Pero como le decía, esto no se puede llevar a cabo solo. Estoy muy contento de todas las personas que se han implicado en este proyecto y que están trabajando con fuerza para que el cambio que reclaman los vecinos se haga realidad a partir del mes de mayo.
Bajada de impuestos y ayudas a las familias son dos de las batallas que estás capitaneando, ¿en qué situación está ahora mismo Vila-real y qué propones a la ciudadanía?
Los vecinos son conscientes de que la subida de impuestos aplicada por los socialistas no ha significado en absoluto una mejora en los servicios que reciben. Las tres subidas del IBI del 10% en 2016, más un 9,5% en 2019 y otro 5% en 2021 son un lastre para los vecinos. También han subido el tipo de la plusvalía del 18 al 30% para todas las operaciones. Y todo este dinero que recaudan de más no se traslada en mejoras en la calle. Se gastan 3,5 millones de euros al año en la recogida de basuras y limpieza y solo hay que dar una vuelta por la ciudad para ver en el estado en el que se encuentra. El mantenimiento de calles, jardines e instalaciones deportivas es también un desastre. Se trata de gestionar bien los recursos y no asfixiar a las familias que bastante mal lo están pasando ya. Es posible aliviar la presión fiscal y mejorar los servicios, si el gobierno municipal es capaz de atraer inversiones y convertir la ciudad en referente.
Pero, ¿qué más necesita Vila-real?
Desgraciadamente, Vila-real necesita prácticamente lo mismo que hace una década, porque muy poco se ha hecho en estas tres legislaturas con los socialistas en la alcaldía. Seguimos esperando servicios sociosanitarios que son esenciales para atender como se merecen nuestros mayores o aquellos vecinos afectados por alzhéimer o discapacidad intelectual.
También nos preocupa y mucho la situación del comercio. Más de 25 locales comerciales cerrados en la zona centro, pero también en otros puntos de la ciudad. Necesitamos que el comercio de proximidad no cierre, ya que garantiza no solo economía y puestos de trabajo, sino también vida y dinamismo en nuestros barrios. Queremos que nuestros jóvenes tengan opciones de ocio sin tener que marcharse fuera de la ciudad y, para ello, es necesario que el ayuntamiento no ponga trabas sino facilidades.
Feijoó y Mazón son la esperanza del PP para el cambio de ciclo en España y en la Comunitat, pero ¿cómo puede afectar a Vila-real la continuidad a nivel local, autonómica y nacional?
Tengo claro que con Mazón y Feijóo en el gobierno, Vila-real va a ser mucho más escuchada de lo que lo es ahora. El president Mazón tiene claro que nuestra ciudad necesita mejorar sus conexiones con los municipios cercanos. Es una vergüenza que, a pesar de encontrarnos a solo 7 kilómetros de Castellón, nos cueste tanto llegar a la capital. Es urgente mejorar la conexión entre las dos ciudades, tanto para los vehículos privados como en transporte público. Lo mismo ocurre con la carretera de Burriana, que es necesario desdoblar. Mazón tiene clara también la necesidad de recuperar cuanto antes el centro de salud de Torrehermosa, que cerraron PSOE y Compromís.
El compromiso de Feijóo con esta tierra es bastante evidente. A diferencia de Sánchez, no dudó en venir a nuestra provincia para interesarse por los problemas del que es motor económico de Vila-real, la cerámica, y comprometerse con el sector con propuestas concretas. Los socialistas no han sido capaces ni de escuchar las reivindicaciones del sector cerámico. Quiero que los vila-realenses tengan claro que conmigo en la alcaldía, el gobierno municipal será reivindicativo con lo que necesita y merece Vila-real, más aún si el PP está ya en el Palau de la Generalitat y en la Moncloa.