Veinte medidas para evitar muertes de aves en tendidos eléctricos
Ecologistes en Acció del País Valencià considera que la electrocución y colisión de aves en tendidos eléctricos es un problema de grandes dimensiones medioambientales y de pérdida de biodiversidad
Las electrocuciones de aves en los apoyos eléctricos, desde hace varios años, se han convertido en la causa más importante de mortalidad no natural de aves, especialmente del grupo de las aves rapaces, tanto diurnas como nocturnas. Al mismo tiempo, las colisiones de aves en las líneas eléctricas es un factor que se tiene en menor consideración, ya que su repercusión sobre las aves está muy infraestimada, al no ser localizados los cadáveres por diversas circunstancias (caen heridas al suelo y se van alejando poco a poco del lugar, son predadas por carnívoros terrestres y desaparecen, no se prospectan las líneas y por tanto no se contabilizan, dificultad de algunos recorridos, falta de un protocolo específico de electrocuciones, retirada por propietarios de los terrenos, etc.). Estas circunstancias son denunciadas reiteradamente por diversas organizaciones naturalistas y ecologistas que forman parte de Ecologistas en Acción, ya que las dimensiones que están tomando, y sobre todo la afectación a especies catalogadas como “Vulnerables” o “En Peligro de Extinción”, como el águila imperial, quebrantahuesos, águila perdicera, águila pescadora, alimoche, milano real, etc., son enormes.
Ecologistes en Acció del País Valencià considera, que en la actualidad, la electrocución es la primera causa de mortalidad de aves rapaces y denuncia que hay un gran descontrol y desconocimiento en saber realmente cuántas aves mueren por causas de electrocuciones o choques con los cables de las líneas eléctricas. Recuerda que el Ministerio de Medioambiente, en su estudio de 2016, cifra las muertes por esta causa entre 11.000 y 33.000 rapaces anuales en España, pero los datos sólo proceden de 11 Comunidades autónomas, faltando datos del País Vasco, Navarra, Extremadura, Madrid, Baleares y Canarias. Sin embargo, asociaciones como la Fundación de Amigos del Águila Imperial cifran las muertes entre 192.000 y 337.000 muertes/año por electrocución y colisión. Esta gran horquilla es debido a que muchos de los cadáveres no se localizan, especialmente por colisión; de hecho un estudio en Lanzarote y Fuerteventura de SEO/BirdLife estima que el 86,6% de las aves que quedan heridas o muertas desaparecen sin ser contabilizadas. Otras organizaciones como Asociación de Naturalistas del Sureste, Ecologistas en Acción, Naturactúa, Meles, Anida, Ulula y Stipa, apuntan que solo se detecta el 3% de las aves muertas por electrocución y colisión.
En la Comunitat Valenciana, la administración cifra las muertes por electrocución y colisión con cables eléctricos alrededor de 1.000 rapaces al año, sin hacer seguimientos exhaustivos de las líneas y apoyos, solo referidas a las aves encontradas de forma casual que entran a los tres Centros de Recuperación de las tres provincias, por lo que esta cifra podría estar muy infravalorada y podría aumentar significativamente con seguimientos intensos y continuados. Por tanto, nos encontramos ante una amenaza a la biodiversidad a gran escala, que debemos estudiar, valorar, denunciar y detener, para que las empresas eléctricas y particulares se adapten a la obligación de las leyes y pongan medidas antielectrocución y anticolisión en sus líneas, ya que son los únicos responsables de estas miles de muertes.
Es muy importante recordar que “todos los apoyos y líneas eléctricas” pueden provocar la muerte de aves continuamente, es decir, durante las 24 h. del día y durante todos los días del año. Esta condición hace más urgente tomar decisiones y acciones rápidas, consensuadas y con evidencia científica, para evitar esta alta mortalidad de fauna, especialmente de aves rapaces y otras planeadoras como las cigüeñas, entre otras.
Las medidas propuestas se resumen en:
- Aplicación de la legislación, en especial la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental, Real Decreto 1432/2008 y Resolución de 15 octubre del 2010 de la Conselleria de Medi Ambient, sobre protección de la avifauna de las electrocuciones y colisiones.
- Cambio legislativo actual ajustándose a la realidad del momento (altísima mortalidad de especies En Peligro de Extinción o Vulnerables), que afecte a todas las líneas eléctricas y haciendo responsable de la muerte de aves a quien las produce (empresas eléctricas y particulares), especialmente se debe revisar o modificar el Real Decreto 1432/2008, la Resolución de 15 de octubre de 2010, etc. sobre protección de la avifauna contra la colisión y electrocución.
Una vez modificados, se debería hacer una revisión de todas las legislaciones que afectan a este tema, como mínimo cada cinco años, para ir actualizando con nuevas normas y articulado, respecto a las evidencias científicas que se vayan obteniendo. - Anulación de los convenios de la administración con las empresas eléctricas, donde se minimiza el problema y exime a las compañías eléctricas de su total responsabilidad, incluida la obligación de rectificar los apoyos de forma preventiva.
- Para las rectificaciones debería elaborarse un Plan Técnico de rectificación y acondicionamiento de los apoyos y líneas eléctricas, tanto a corto (máximo 1 año), medio (máximo 3 años) y largo plazo (maximo 5 años), independientemente de las acciones inmediatas a realizar (en días, caso de electrocuciones).
- En una línea donde se ha producido la muerte de un ave por electrocución, se colocarán elementos antielectrocución y anticolisión en toda la línea, evitando y anticipándonos a nuevas electrocuciones de especies catalogadas, como el águila–azor perdicera, águila pescadora, milano real, etc. y otras no catalogadas (cuervos,...).
- Todas las construcciones de líneas nuevas deberán tener en los informes previos a la construcción la obligación de analizar como potencial impacto el efecto sobre las aves, ya sean sedentarias, migrantes e invernantes, que se plasmará en el Estudio de Impacto Ambiental y en otros informes.
- Potenciar líneas soterradas. Se realizará el soterramiento de las líneas en zonas con alta mortalidad o posibilidad de electrocución / colisión de aves (zonas de concentraciones de aves, migración de rapaces, nidificación de especies catalogadas, zonas de invernada, etc.), siguiendo el trazado de las vías de comunicación (carreteras, pistas o caminos), para evitar los impactos ambientales y también de salud. Por ejemplo, en el caso de la instalación de las MAT (líneas de Muy Alta Tensión) y otras líneas. En los casos que se indique por informe técnico, se realizan las líneas con cable aislado y trenzado para disminuir, de forma muy efectiva, las muertes.
- No se permitirá la instalación de líneas eléctricas entre masas forestales, y cuyos cables estén por debajo de la altura de los árboles (pinos, robles, encinas, etc.). Las líneas deberán estar siempre por encima de los árboles y deberán estar indicadas con material anticolisión y los apoyos con material antielectrocución. Evitando con ello la muerte de aves, especialmente rapaces forestales jóvenes o migratorias, y la producción de incendios forestales por caída de árboles sobre los cables.
- Rectificación de apoyos y líneas de forma preventiva, especialmente las ubicadas en zonas con gran afluencia y concentración de aves, zonas de dispersión, humedales, etc., incluyendo las zonas urbanizadas (urbanizaciones de segundas residencias, zonas periurbanas) y líneas próximas a cascos urbanos y zonas industrializadas.
- Los apoyos y líneas eléctricas de nueva instalación siempre llevarán incorporados los elementos aisladores y de señalización necesarios, prohibiendo los diseños peligrosos y sin aislamiento.
- Los diseños peligrosos de antiguas instalaciones (tipo cruceta con aisladores verticales, cables por encima de la cruceta, apoyos de tipo bóveda, de tipo “T”), deben ir corrigiéndose en un plazo corto de tiempo, y con máxima urgencia se rectificarán los apoyos que lleven transformadores y derivaciones, que aumenta enormemente la peligrosidad del tendido.
- Rectificar de inmediato, en dos semanas máximo, todos los apoyos eléctricos donde se han producido la muerte de aves (rapaces, cuervos, otras), evitando nuevas muertes; en caso contrario, se notificará a la Fiscalía. En el caso que por circunstancias técnicas no se pueda rectificar toda la línea, se modificarán como mínimo, todos los apoyos con estructura peligrosa de la línea, en este caso se incluirá a parte de los apoyos con material antielectrocución, los cables con material anticolisión con las técnicas y modelos más efectivos.
- En el caso de subvenciones para rectificación de apoyos peligrosos o con muertes de aves, éstas sólo serán accesibles a particulares, previo informe de capacidad de realizar la obra, dejando fuera a las multinacionales y grandes empresas eléctricas que deberán hacer obligatoriamente las rectificaciones con fondos económicos propios.
- Seguimiento de las líneas y apoyos eléctricos de forma sistemática por personal de la administración, operarios o dueños de las líneas eléctricas, con el fin de localizar los “puntos negros” y que se rectifiquen inmediatamente, dado que, actualmente los controles en busca de cadáveres de aves son nulos o muy esporádicos, siendo en su gran mayoría hallazgos ocasionales. Ello provoca el gran desconocimiento real de la cantidad de aves muertas por estas causas que está ocurriendo en la actualidad.
- Obligatoriedad de informar del hallazgo de una ave muerta cuando se realizan tareas de aclareo debajo de las líneas eléctricas, por parte de los operarios de las empresas eléctricas. Así como la obligatoriedad de denunciar la muerte por electrocución a la fiscalía provincial de todas las muertes de especies de aves catalogadas.
- Seguimiento semestral de las líneas rectificadas y con mayor impacto sobre la fauna, debido a que se ha demostrado que muchos de los elementos antielectrocución y colisión, se deterioran o desplazan con el tiempo, siendo ineficaz la rectificación.
- Todas las administraciones implicadas (Conselleria de Medi Ambient i Conselleria d’Industria, etc.), llevarán un registro único de los animales muertos por electrocución y colisión, entre otras causas de muerte o heridos, que estará completo y actualizado,
- Deberán ser públicos los listados de las aves muertas por electrocución y colisión, incluso otras causas, para poder ser consultado por la ciudadanía y asociaciones conservacionistas entre otros, o con autorización en el caso de no ser de libre acceso, para ello se puede usar la web de la Consellería.
- Se debería aumentar el nivel de comunicación y cooperación de todas las administraciones implicadas, locales, provinciales y regionales, así como la administración de justicia y fiscalía, incluyendo al Defensor del Pueblo, etc., teniendo estos acceso directo a la base de datos de mortalidad de vertebrados por tendidos y otras causas. Consensuando acciones y utilizando todas las herramientas necesarias para evitar la importante pérdida de biodiversidad por las eléctricas.
- Aumentar el nivel de sensibilización e implicación de los dueños y operarios de las empresas eléctricas y de la ciudadanía en general, sobre el tema de la pérdida de biodiversidad por la muerte continua de fauna por electrocución, colisión, ahogamiento, atropello y caza, haciendo visible los temas que afectan a las aves y ecosistemas e indirectamente a toda la sociedad.