Valenciaport quiere alcanzar su autosuficiencia energética a partir de 2025
La APV construirá una subestación eléctrica en el puerto de Valencia para que los buques paren sus motores durante sus escalas en el recinto
Para lograr la autosuficiencia energética, la APV está impulsando el uso de energías renovables como la eólica y la fotovoltaica así como combustibles fósiles más limpios como el GNL o el hidrógeno
La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) se ha marcado como principal reto medioambiental lograr la autosuficiencia energética del puerto de Valencia a partir de 2025. Este reto se enmarca en su estrategia de avanzar hacia la descarbonización de sus instalaciones a través del impulso de las energías renovables. Con ello, la APV busca ser pionera a nivel europeo en el cumplimiento de la Hoja de Ruta para la Energía 2050 establecida por la Comisión Europea.
Para alcanzar este reto, entre otras medidas, el puerto de Valencia quiere disponer de su propia subestación eléctrica. Esta infraestructura permitirá que los buques paren sus motores y se conecten a la red en sus escalas en el recinto, disminuyendo considerablemente las emisiones durante su estancia en el puerto de Valencia. Esta subestación eléctrica, cuya licitación está prevista para el último trimestre de este año, contará con una potencia de hasta 40 MW en total, si bien se realizará en dos etapas de 20 MW cada una, y supondrá una inversión de aproximadamente 8 millones de euros.
Asimismo, la APV está realizando una importante apuesta por sustituir progresivamente el uso de combustibles fósiles convencionales en sus recintos por otros más limpios, como el Gas Natural Licuado (GNL) o el hidrógeno. Por lo que respecta al GNL, el puerto de Valencia, de la mano del Grupo Molgas Energy, está construyendo una gasinera que permitirá, a partir del próximo mes de noviembre, ofrecer servicios de repostaje a buques de GNL desde instalación fija. Esta instalación le convertirá en el primer puerto español en ofrecer este tipo de repostaje desde tierra a buques propulsado por GNL. En cuanto al hidrógeno, la APV está participando actualmente en el proyecto H2PORTS que ha permitido demostrar la viabilidad del uso de este combustible en instalaciones portuarias, en concreto, en las terminales de MSC y Grimaldi del puerto de Valencia.
Apuesta por las energías renovables
Para poder cumplir el objetivo de ser autosuficiente energéticamente, la APV está realizando una apuesta decidida por el uso de energías renovables en sus recintos como la eólica y la fotovoltaica. En concreto, la APV está trabajando en un proyecto para la instalación de una planta eólica que constaría de alrededor 7 generadores que, en una primera fase, podrían generar entre 12 y 16 MW. El coste de esta instalación ascendería a 1,1 millones de euros por megavatio instalado. En España, puertos como el de Bilbao ya cuentan con aerogeneradores en sus instalaciones.
En el caso de la energía fotovoltaica, la APV tiene previsto licitar una instalación de aproximadamente 800 Kwh de energía solar en el puerto de Valencia con un coste estimado de cerca de 600.000 euros.
La estrategia medioambiental de Valenciaport
La lucha contra el cambio climático y la reducción de las emisiones de CO2 y de otras partículas contaminantes están centrando buena parte de las inversiones y de las actuaciones en materia medioambiental de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV). En los últimos años (entre 2008 y 2016) la Huella de Carbono del puerto de Valencia ha acumulado una disminución del 17% pasando de 3,12 a 2,58 t CO2 por tonelada movidas, mientras que el tráfico del puerto ha experimentado un crecimiento del 24% durante el mismo período.
La APV fue la primera autoridad portuaria de España en inscribir la Huella de Carbono de un recinto portuario en el registro de Huella de Carbono creado por el Ministerio de Transición Ecológica, obteniendo el sello “Calculo”.
El de Valencia es también puerto pionero a nivel mundial en medir su Huella de Carbono bajo el estándar de la ISO 14064-1:2006. Una metodología empleada para la medición que incluye cuatro niveles: el puerto en su conjunto, las actividades portuarias, los servicios y procesos y el equipamiento.