Valenciaport promueve la mejora continua de las empresas portuarias en materia medioambiental
Federico Torres, director de seguridad, medio ambiente e instalaciones de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha participado en la 1ª Setmana de la Responsabilitat Social a la Comunitat Valenciana que se celebra hasta el próximo 27 de octubre. En su ponencia, “La reducción de emisiones de CO2 en el Puerto de Valencia”, Torres ha explicado la evolución y la apuesta que ha realizado la Autoridad Portuaria de Valencia en materia medioambiental.
Federico Torres ha explicado durante su ponencia que “la mayoría de los puertos españoles somos puertos artificiales ya que hemos sido creados de la mano del ser humano para genera actividad industrial y generamos un impacto, por tanto, queremos ser coherentes con esta situación y con la sociedad con la que nos relacionamos”. En este sentido, Torres ha recordado que la APV firmó su primera Política Ambiental en el año 2000 y, desde entonces, el compromiso de la institución ha sido intentar alcanzar los máximos estándares en cuanto a las normativas específicas ambientales.
Durante su ponencia Torres ha incidido en el esfuerzo que la APV está realizando para integrar las variables ambientales y evolutivas del entorno como la reducción de las emisiones, “un concepto que da una muy clara perspectiva de cuál es el funcionamiento de una organización en cuanto a la minimización de los efectos que generamos porque no hay que olvidar que cualquier actividad genera un impacto. Por ello, es importante conocerlo, medirlo, cuantificarlo y así poder tomar medidas de mejora y de reducción de ese impacto”.
En este sentido, Torres ha recordado que el puerto de Valencia está alineado con los objetivos que en materia medioambiental ha establecido la Unión Europea y, en concreto, con el conocido como Triple 20 que se centra en la reducción de las emisiones, el uso de las energías renovables y el aumento de la eficiencia energética. En este contexto, se enmarca la modificación de la política ambiental de la institución que fue aprobada el año pasado y que incorporó estos conceptos sobre eficiencia energética.
“Desde la APV se llegó a la concreción –ha continuado Federico Torres- de que para ser coherentes con estos objetivos europeos, debíamos analizar el efecto de nuestra huella de carbono, un valor medible y representativo de la actividad portuaria, que nos debía servir de guía para impulsar acciones de mejora”. Torres ha recordado que Valencia fue el primer puerto del mundo en verificar su Huella de Carbono bajo la norma ISO 14064-1:2012 que incluye tanto las emisiones de la propia APV como de las empresas concesionarias, los buques y el transporte terrestre producidas en el interior del recinto portuario de Valencia. En seis años, la APV ha logrado reducir su Huella de Carbono de 3,12 a 2,58 kgCO2 equivalente por tonelada movida, periodo en el que la actividad portuaria se ha incrementado en un 14%.
Torres también ha resaltado que para llegar a estos datos fue necesario realizar un análisis previo de cuáles eran las actividades que se realizan en los entornos portuarios, los procesos, consumos y usos de maquinaria. Todo este estudio se realizó en el año 2008, a través del proyecto europeo Climeport en el que, además de Valencia, participaron también los puertos de Livorno (Italia), Koper (Eslovenia), El Pireo (Grecia), Marsella (Francia) y Algeciras. “Este proyecto además de servir para iniciar la medición de la huella de carbono también nos permitió realizar un estudio sobre cuál es la realidad del entorno portuario. Este estudio constató que, en el caso del puerto de Valencia, el 45% de los efectos de gases de CO2 proceden de los buques, el 25% de la maquinaria portuaria, el 12% del tráfico rodado y sólo el 1% de la actividad de la propia Autoridad Portuaria. De ahí que fuera importante la colaboración e implicación activa de toda la comunidad portuaria para reducir emisiones”.
Para lograr la colaboración de todo el entorno portuario, la APV dispone de cuatro líneas de acción principales: el proyecto Ecoport II que ha permitido que 23 empresa portuarias cuenten con estándares ISO 14001 y 6 con el certificado europeo de gestión y auditoría medioambiental EMAS; las memorias medioambientales, las guías específicas sobre medioambiente y los convenios de buenas prácticas. Asimismo, Federico Torres ha recordado que “la APV bonifica a las empresas portuarias por su adopción de medidas medioambientales pero, al mismo tiempo, les obligamos a que una parte de esa bonificación la destinen a introducir nuevas medidas medioambientales de modo que promovemos la mejora continua de las empresas que se encuentran en el recinto portuario en el ámbito medioambiental. De hecho, de los 6 millones de euros que hemos bonificado, más de 4 millones se han reinvertido ya en mejoras medioambientales”.
En esta línea, Federico Torres también ha resaltado que “desde la APV hemos dado acceso a las empresas a proyectos ambientales que redundan en mejora de la maquinaria, sustitución de equipos antiguos, reducción de consumos, uso de iluminación dinámica, entre otros, lo que ha permitido aumentar la eficiencia energética del recinto en un 25%”.
Torres ha finalizado indicando que “Nuestro compromiso con la mejora ambiental y dentro del concepto de la RSC nos ha llevado a dar este paso cualitativo que ha sido un proceso que llevamos años trabajando para dar el mejor contenido posible en cuanto a los aspectos ambientales dentro del sector en el que nos movemos”.