València rinde homenaje al ilustre médico valenciano Ramón Gómez Ferrer y a su legado en el centenario de su muerte
La alcaldesa María José Catalá ha participado en el acto conmemorativo de esta efeméride que ha consistido en una ofrenda floral ante la escultura que tiene dedicada en los Jardines de la Glorieta
Previamente a esta celebración, se ha guardado un minuto de silencio con motivo del último caso de violencia de género ocurrido en Benaguasil
El acto ha contado con la presencia de familiares y amigos del médico así como de representantes de las entidades e instituciones implicadas en el desarrollo su profesión
La alcaldesa de València, María José Catalá, ha señalado que “la sociedad valenciana y sus instituciones nos volvemos a reunir ante el monumento que las madres valencianas sufragaron para homenajear al doctor Gómez Ferrer en 1920 con el mismo sentimiento de gratitud, respeto y admiración”.
En este sentido, Catalá ha destacado que un siglo después “seguimos celebrando la vigencia permanente de su figura y su legado, intrínseco a la historia de València y de nuestras vidas”.
La alcaldesa ha realizado estas declaraciones durante el acto conmemorativo del primer centenario de la muerte del doctor Ramón María Gómez Ferrer (1862-1924) y que ha consistido en una ofrenda floral ante la escultura que tiene dedicada en los Jardines de la Glorieta. Este monumento, de mármol blanco, es una creación del artista Francisco Paredes García y fue sufragado por las madres valencianas para homenajear, en vida, al médico. Además, y de manera previa a la celebración del homenaje, se ha guardado un minuto de silencio con motivo del último caso de violencia de género ocurrido en Benaguasil.
Con este acto, el Ayuntamiento quiere reconocer su encomiable contribución en el campo de la pediatría y su constatada vocación de servicio público, especialmente con los niños y con las familias más desfavorecidas de la ciudad, a las que dedicó toda su vida.
“El doctor Gómez Ferrer – ha continuado la primera edil – fue una buena persona, con toda la grandeza y dimensión humana de la palabra. Llegó a la medicina en un momento en que las enfermedades hacían estragos entre los más vulnerables, especialmente en la población infantil, y gracias a una capacidad excepcional supo ver, adelantándose a su tiempo, que no sólo había que curar y cuidar a los niños y niñas, sino que les dio cariño, seguridad y esperanza”.
En su intervención, la alcaldesa también ha subrayado que el doctor Gómez Ferrer fue “mucho más que un brillante pediatra” y ha afirmado que gracias a su trabajo “palabras como raquitismo, viruela o escarlatina nos parecen de otro tiempo”.
Así, Catalá ha recordado que este ilustre doctor fue “pionero de la pediatría; transformó la atención médica infantil en nuestra ciudad; estableció unos estándares de cuidado y dedicación que han perdurado a lo largo del tiempo; inspiró, y sigue haciéndolo, a generaciones de pediatras en València y fuera de València y fue un gran defensor de la salud pública”.
Al acto, además de los familiares y amigos del médico, a quienes Catalá ha agradecido su presencia, también han asistido la presidenta de las Corts Valencianes, Llanos Massó; la rectora de la Universitat de València, María Vicenta Mestre; los directores gerentes de las áreas de salud del Clínico-Malvarrosa y Doctor Peset, Álvaro Bonet y Luis Ibáñez, respectivamente; y la directora gerente del Hospital Casa Salud, Eva Gilabert; entre otros.
Finalmente, la alcaldesa de València ha calificado al doctor Gómez Ferrer como el “médico de los niños” y ha añadido que “no hay mejor título ni mayor orgullo” y ha concluido su intervención afirmando que el médico fue un “gigante y gracias a personas como él, València es una ciudad de gigantes”.
Impulsor de la pediatría
El doctor Gómez Ferrer fue uno de los médicos más ilustres de la ciudad, innovador y comprometido con su profesión y con una clara vocación al servicio. Se licenció en medicina con tan sólo 20 años y obtuvo el doctorado con 22. A los 26 años se convirtió en el primer catedrático de Enfermedades de la Infancia en la Universitat de València, tras obtener también la plaza en las de Granada y Barcelona, pero optó por quedarse en València, ciudad en la que vivió hasta su fallecimiento.
En 1892 ingresó en la Real Academia de Medicina de València. Fue Decano de la Facultad de Medicina de Valencia en 1919, cargo que ocupó hasta su muerte, socio honorario del Instituto Médico Valenciano del que sería su vicepresidente, y presidente del Ateneo Científico de Valencia y del Círculo Aragonés.
Impulsor de la pediatría, inexistente hasta ese momento, y de la puericultura, dedicó sus conocimientos a investigar, prevenir y combatir enfermedades tan comunes de la época como la poliomielitis, la tuberculosis, el sarampión, o la difteria, causantes de tantas muertes de los niños y niñas en València y España.
La labor del doctor, ha sido reconocida en múltiples ocasiones. En 1923 el gobierno francés le otorgó la Legión de honor por su labor asistencial y su tarea científica en el campo de la pediatría. En 1924, el Ayuntamiento de València le concedió el título de Hijo Predilecto. Del mismo modo, son numerosas las calles y avenidas que, con su nombre, se reparten por la ciudad y por toda la Comunitat Valenciana.
Por otra parte, el Ayuntamiento también colaborará con otras instituciones relacionadas, directa o indirectamente, con la figura del doctor Ramón Gómez Ferrer para la promoción, difusión y la divulgación de la vida y valores de este ilustre valenciano.