La Universitat participa en un estudio sobre nuevos tratamientos contra parásitos intestinales
Las lombrices blancas (oxiuros) son, dentro de los nematodos parásitos humanos, los menos patógenos y más conocidos por la población general, ya que se encuentran en el intestino grueso de muchos niños. Su infección provoca un picor intenso, aunque no se considera grave.
La enfermedad de Crohn es un proceso inflamatorio crónico del tracto intestinal, principalmente. Aunque puede afectar a cualquier parte del tracto digestivo desde la boca hasta el ano, afecta especialmente a la porción más baja del intestino delgado (íleon) o el intestino grueso (colon y recto). Se trata de una enfermedad inmunológica inflamatoria intestinal, y actualmente no se conoce con precisión porqué se desencadena.
La investigación, liderada por la Universidad de Granada y en la que han participado por parte de la Universitat de València M. Dolores Bernal (Departamento de Bioquímica y Biología Molecular) y A. Bolado-Ortiz y María Trelis (Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica y Parasitología) ha utilizado como modelo el gusano Aspiculuris, un parásito intestinal, presente en ratones, similar a los oxiuros humanos. Bernal y Trelis, que han establecido el modelo parásito-animal y han realizado los experimentos de tratamiento contra Aspiculuris, explican la importancia del estudio de la respuesta inmunológica ante infecciones por parásitos intestinales, ya que entender los mecanismos moleculares implicados puede ayudar al tratamiento de enfermedades intestinales de tipo inflamatorio cuya etiología todavía es desconocida.
El trabajo muestra que la disminución de los niveles de IL-23 (una proteína que actúa de mediador químico del sistema inmunitario y promueve respuestas inflamatorias) producidos al administrar anticuerpos frente a ella, provoca alteraciones en el intestino que hace que los parásitos sean incapaces de implantarse en el intestino de los animales tratados.
Los resultados, publicados en la revista Scientific Reports (del Grupo Nature), demuestran la existencia de un mecanismo de regulación entre la respuesta inflamatoria (Th17) y la respuesta alérgica (Th2) a nivel de mucosa intestinal.
“Hasta ahora, se pensaba que había un sistema de regulación entre la respuesta alérgica (Th2) y la respuesta antiviral (Th1). Es decir: cuando había mucha respuesta alérgica la respuesta antiviral estaba baja, y al contrario. Hemos comprobado que, en intestino, cuando la respuesta inflamatoria (Th17) es alta, la respuesta Th2 (alérgica) a nivel intestinal es baja, y cuando esta última es baja, la inflamatoria sube”, ha explicado Antonio Osuna Carrillo de Albornoz, catedrático de Parasitología de la Universidad de Granada y autor principal del trabajo.
En este estudio, el personal investigador ha detectado y descrito por primera vez que en el intestino existe esta regulación, con las importantes implicaciones mencionadas en el campo de las enfermedades inflamatorias intestinales.