Un solitario centro de Valencia asfixia a comercios y restaurantes
Los empresarios y hosteleros viven una doble crisis al ver cómo sus negocios siguen igual de vacíos que el primer día: “No habíamos visto nunca nada parecido”
Pasear un mediodía cualquiera por el centro de la ciudad de Valencia le sacude a uno las ideas: prácticamente no es necesario llevar la mascarilla ya que se mantiene la distancia de seguridad sin problemas. Es la realidad que vive el casco antiguo de la ciudad -y de muchos otros en España- y que, frente a lo que estamos viendo en la zona marítima, ahora es el centro el que vive “de espaldas” a su ciudad. Calles vacías, comercios con la persiana bajada y terrazas sin ruido de cubiertos, de vasos o de risas.
Y los empresarios viven desalentados ante la situación: “De haberlo sabido, no habría reabierto cuando me dejaron. En toda la mañana he servido tres tapas de bravas y seis cervezas, es insostenible y eso que en este negocio trabajamos solo la familia”, nos explica el dueño de un restaurante junto a la plaza Redonda.
Misma realidad en otro conocido restaurante muy cerquita: “Esto está absolutamente vacío, no sabemos hasta cuándo va a durar esta situación pero la temporada de verano la damos por perdida si no cambia algo. No habíamos visto nunca nada parecido”, cuenta el dueño de este restaurante, con más de treinta años sirviendo cenas. El fin de semana la situación mejora, ligeramente, pero no es comparable a lo que había antes de la pandemia, explican.
A todo esto hay que sumar los alquileres que han de afrontar estos locales: “Pagamos 2.000 o 3.000 euros por 100 metros cuadrados, estamos pagando luz, agua y otros gastos sin tener ni un solo ingreso desde marzo”, lamenta Jesús Ortega, presidente de la Asociación de Empresarios de Ciutat Vella y del Barrio del Carmen (Albarca).
El también portavoz de la Coordinadora Hostelería de los Barrios de Valencia lamenta que la administración no está siendo todo lo ágil que se desearía en esta situación y pone como ejemplo la tramitación de la ampliación de terrazas, con casos en los que se les impide ampliar espacio ocupando la fachada de edificios que están abandonados: “Hemos preparado las fachadas, limpiado toda la zona y no nos permiten ocupar este espacio del que no entra ni sale nadie nunca porque está abandonado”.
Además, hay que tener en cuenta que al venir temporada estival, la gente se desplaza más hacia la playa que hacia el centro: “Se te cae el alma a los pies porque venimos desde marzo sin trabajar, sabiendo que enero y febrero son meses bajos y ahora no han abierto ni el 50% de los restaurantes por el panorama que vivimos”.
Jesús Ortega lamenta que la dificultad de acceder al centro en transporte es otro agravante a sumar: “La gente que viene de fuera está obligada a dar una vuelta enorme y ni si quiera sabe muchas veces cómo llegar porque han cambiado algunas direcciones”.
Por todo ello, los comercios y restaurantes piden sensibilidad a las administraciones responsables y están trabajando en propuestas para dinamizar el centro: “Queremos que los vecinos de Valencia vuelvan al centro, a disfrutarlo y por eso nos hemos unido asociaciones de comerciantes, culturales, vecinales y hosteleras para crear rutas culturales y gastronómicas que nos traigan a visitantes este verano”. Desde la asociaciones tienen previsto presentar este plan en las próximas semanas y supondría un gran alivio para el sector en estos tiempos.
Mensaje de optimismo
La Comunitat ha arrancado este lunes la fase 3, con cambios en la forma de consumir en los bares y restaurantes. Hoy, como todos los días, Jesús volverá a levantar la persiana de su restaurante.
Lo hará con la misma incertidumbre que ayer, pero nos lanza este mensaje final: “Somos gente muy trabajadora, que llevamos veinte y treinta años trabajando en nuestra pasión, nadie nos ha regalado nada, vivimos por nuestros negocios y así vamos a seguir”.