Solidaridad valenciana ante la tragedia de Beirutt
Libaneses cristianos en Valencia rezan y envían donativos para las víctimas de la explosión de Beirut
Los hermanos Samer y Carlos Daura, libaneses cristianos que viven en Valencia desde hace 9 y 15 años, respectivamente, han enviado un mensaje de solidaridad a todas las víctimas afectadas por la explosión del pasado martes en el puerto de Beirut “a las que nos unimos con nuestra oración, todos los días rezamos por ellas, y con la ayuda económica que hemos podido enviar hasta el momento”.
Procedentes de la ciudad de Joünié, en el norte de Líbano a 17 kilómetros de la capital, Beirut, los hermanos Daura tienen a toda su familia allí, “a nuestra madre viuda y nuestra abuela, tíos, tías y amigos, y sabemos que otros familiares lejanos y otros conocidos que viven en Beirut, cerca de la zona de la explosión, están muy afectados, algunos heridos leves, y todos ellos con daños en sus viviendas”, ha explicado Samer.
Samer y Carlos Daura, de 36 y 39 años respectivamente, son “cristianos maronitos, es decir, católicos libaneses por parte de padre, y ortodoxos por parte de madre” y pertenecen a la asociación Aramia de cristianos de Oriente Medio en Valencia, “a la que estamos muy vinculados y con la que participamos en las celebraciones en la iglesia de San Pablo, en el barrio de Benimaclet”, ha comentado.
Desde Valencia “el dolor que sentimos al ver lo sucedido en nuestro país es inmenso porque, además, se suma a la situación económica muy dura que está pasando Líbano desde hace tiempo, la gente no puede sacar dinero de los bancos, no hay trabajo, no tienen comida, el país está casi en quiebra”, ha destacado Samer, que ha añadido que en Valencia también vive un tío suyo desde hace 35 años y sus tres hijos.
Ante este panorama “no entendemos cómo pueden aguantar en Líbano, donde muchos están pensando en marcharse a otros países porque sus hijos tienen que comer e ir al colegio, cubrir sus necesidades mínimas y no pueden, hay mucha pobreza, y más aún después de la explosión”, ha resaltado.
Todas las familias afectadas “por la explosión y ya desde antes por la pobreza, no sé dónde van a dormir, dónde pueden comprar comida y por eso es importante ayudar, tenemos amigos allí que hacen lo que pueden, limpian las viviendas y trasladan a personas que lo necesitan a otras casas”, ha concluido.