Los remanentes amargan el arranque del curso político en el Ayuntamiento de Valencia
El PSPV y Compromís – socios de gobierno en el consistorio – hacen públicas sus diferencias sobre el asunto
El uso de los remanentes por parte de los ayuntamientos se ha convertido en el tema estrella de la vuelta al curso político, salpicando especialmente al consistorio de la ciudad de Valencia donde el gobierno municipal (Compromís y PSPV) han hecho públicas sus diferentes.
Durante la jornada del martes, el alcalde Joan Ribó participó en una reunión con los alcaldes de las principales ciudades españolas, los cuales han firmado un documento conjunto en el que reclaman un nuevo acuerdo entre las entidades locales y el Gobierno central sobre el uso de los remanentes municipales y el acceso a los fondos económicos para hacer frente a las consecuencias de la pandemia.
En ella, Ribó se mostró tajante y reclamó “un nuevo decreto urgente” que no atente «contra la autonomía municipal”. Además, reclama que se dote a los municipios de ayudas para hacer frente a gastos derivados de la pandemia, como por ejemplo, los referentes al transporte público, la limpieza, los servicios sociales o la enseñanza.
Poco después, la vicealcaldesa Sandra Gómez (PSPV) lamentó las palabras del alcalde a través de declaraciones a los medios de comunicación: “Como la otra mitad del gobierno en la ciudad de València, no compartimos ni el espíritu ni el fondo de la reunión”. Así, ha considerado que se trata de una maniobra del PP, “es obvio que es una reunión totalmente dirigida por Génova, por la dirección nacional del PP y que no va en favor de los ayuntamientos, sino que les perjudica con el único interés de ir contra el Gobierno y del PSOE”.
Dos posturas claramente diferenciadas que han seguido coleando en la actualidad informativa del miércoles, cuando en una entrevista concedida a la Cadena Ser el alcalde ha justificado la postura de Gómez: “Entiendo la posición de Sandra. Es militante del PSOE”.
“Quiero recordar que las alcaldías que ayer nos reunimos son de todos los partidos políticos españoles excepto uno, el PSOE. Eso explica con mucha claridad su comportamiento. Lo comprendo perfectamente. Al alcalde le importa que València esté tratada bien. Ese decreto no cumple los mínimos de la suficiencia económica para València", ha defendido.
Declaraciones, que no han tardado en tener reacción por parte del grupo socialista desde donde “lamentan que Ribó haga seguidismo del PP y defienda la vía de los recortes”.
Además, a través de su cuenta de Twitter la vicealcaldesa ha respondido a las declaraciones en primera persona con las siguientes palabras: “Efectivamente. Como soy del PSOE defiendo que primero las personas y luego los bancos. Nuestro voto optará por lo que es mejor para València, un presupuesto de ayudas a familias y no de recortes como defiende el PP con la extraña alianza de Compromís”.
Un inicio del nuevo curso político convulso que, pese a las discrepancias propias de un gobierno de coalición, ambos partidos confían en solucionar y alcanzar un acuerdo beneficioso para ambas partes.