El PSOE de Valencia denuncia que las medidas de Catalá disparan el tráfico y empeoran la velocidad comercial de la EMT
María Pérez denuncia que los cambios de líneas y la permisividad con el coche privado han impactado negativamente en el servicio de autobuses
La concejala socialista María Pérez ha alertado del empeoramiento de la velocidad comercial de la EMT en los primeros dos meses del año. Una situación, ha continuado, que supone una pérdida de calidad del servicio de los autobuses urbanos porque implica que los usuarios y usuarias tardan más tiempo en realizar sus trayectos.
Pérez ha relacionado esta ralentización de la velocidad comercial de la EMT, que ha caído un 2,34% en febrero, tanto con los cambios introducidos en las líneas por el gobierno de Catalá como en el incremento generalizado del tráfico que ha experimentado en la ciudad desde el pasado mes de mayo.
“Los últimos datos de Movilidad nos están advirtiendo claramente de un incremento del tráfico en toda la ciudad, pero con una incidencia muy fuerte en el centro como consecuencia del incremento del espacio para los coches privados en Colón, los nuevos giros y accesos que facilitan el uso del vehículo por las calles del centro o con los mensajes de permisividad que está lanzando el gobierno municipal tanto en ello que respecta a la APR como en el estacionamiento ilegal. Y todo ello está teniendo un impacto directo en la velocidad de la EMT”, ha manifestado.
La edil socialista ha recordado, en este sentido, el considerable aumento de tráfico en la calle Colón, una de las calles donde actuó Catalá, el pasado mes de marzo donde se ha experimentado un incremento del 70% de paso de vehículos. En Lauria, otra de las vías intervenidas para permitir un mayor acceso de coches, también se ha disparado el tráfico un 40%, siempre según los datos del propio Ayuntamiento.
“Está claro que si el tráfico cada vez es mayor y más denso, como estamos viendo en la ciudad, los autobuses se verán afectados. De hecho, el tráfico era una de las principales preocupaciones de los valencianos en el último barómetro municipal y ahora vemos también el impacto en el transporte público”, ha insistido Pérez.
La modificación de las líneas, la permisividad con el vehículo privado y el consiguiente incremento del tráfico en toda la ciudad ha provocado, según Pérez, el empeoramiento del servicio de la EMT, ya que la velocidad comercial ha bajado un 2,14% en enero y un 2,34% en febrero.
La velocidad comercial, ha explicado, es uno de los datos clave para medir la calidad de servicio de los autobuses urbanos, ya que indica cómo de rápido es el bus y cuánto tiempo tardamos en hacer nuestros trayectos. En definitiva, ha apuntado, “cómo de competitivo es el transporte público de nuestra ciudad frente a otras alternativas como el coche”.
“Es un dato muy importante para valorar la calidad del servicio de nuestro transporte público y, de hecho, en el mes de diciembre el propio concejal de Movilidad y Policía apuntaba directamente en una entrevista que su máxima preocupación en la EMT era incrementarla para dar un mejor servicio. Pues bien, la preocupación del señor Carbonell se ha traducido finalmente en alejar la velocidad comercial de la EMT un poquito más de la media española. Igual que su preocupación por el peatón ha consistido en permitir que se ocupen espacios peatonales”, ha reprochado.
Carriles bici
La concejala socialista también ha reprochado que la prioridad en todas las decisiones de movilidad de esta ciudad siga siendo el vehículo privado. Así se ha manifestado tras conocer que la Concejalía de Movilidad va a modificar los itinerarios ciclistas trazados por los técnicos durante el anterior gobierno progresista para dar más espacio a los coches. “Vamos a vigilar que no se suprime ni un solo tramo de carril bici porque están financiados con fondos europeos. Si el aparcamiento es una prioridad, lo que debería hacer la señora Catalá es construir aparcamientos públicos y no cercenar la red ciclista de la ciudad”, ha señalado.
Con respecto a la auditoría de los carriles bici, la edil ha manifestado que la elección de los tramos, los cruces con mayor siniestralidad, demuestran que los carriles bici que puso el PP en el punto de mira en sus años de oposición no son los más peligrosos. “Queda claro con la elección de los tramos conflictivos que ha hecho el PP que criminalizaron sin datos y sin criterios técnicos algunos trazados ciclistas”, ha finalizado.