El PCPV califica los daños al mural de Elías Taño como 'un ataque del fascismo contra la cultura'
El secretario general del Partit Comunista del País Valencià, Javier Parra, ha denunciado hoy que los ataques contra el mural de Elías Taño en Valencia "son una muestra clara de que el fascismo es la antítesis de la cultura".
El mural, realizado en Valencia por el artista Elías Taño este pasado domingo en un acto organizado por la compañía de teatro Atiro Hecho en solidaridad con los y las presas políticas, ha sufrido desde ese mismo día diversos daños en un claro ataque a la libertad de expresión y con un claro trasfondo fascista.
Javier Parra ha reiterado el apoyo del Partit Comunista tanto al autor del mural como a todas las personas que participaron en su realización, así como a las y los condenados por el caso de Altsasu, que aparecen en una parte destacada del mural. "Se trata de una condena desproporcionada y propia de regímenes totalitarios, con penas de hasta 12 años de prisión por una riña de bar con unos guardias civiles fuera de servicio", ha dicho el secretario general del PCPV.
Desde el PCPV se ha alertado además del grave ataque a las libertades que suponen estos ataques al trabajo de Elías Taño, así como el hecho de que algunas partes estén vinculando de manera interesada estos ataques a una opinión general y no a instigaciones fascistas que son realmente responsables de los hechos. "La defensa de la libertad de expresión y la lucha contra la represión debe ser una prioridad del conjunto de la izquierda y lo es para el PCPV", ha añadido Javier Parra.
Asimismo, la responsable del Área Institucional del PCPV, Roser Maestro, ha insistido en el compromiso del partido de defender por parte de sus cargos públicos en las instituciones el derecho a la libertad de expresión y la solidaridad con los y las jóvenes de Altsasu: "Los y las comunistas en las instituciones no permitirán con su voto, bajo ningún concepto, ni el más mínimo atisbo de censura, pues no cabe en nuestro ideario político ni en nuestra labor. Además, el caso de Altsasu es tan sangrante que, si no denunciamos el abuso que supone, la desproporción de la pena, la negligencia del proceso y el fondo de política del miedo, estaremos condenadas a ver cómo se repite con mayor impunidad cada día".