El nuevo faro del puerto de Valencia, finalista en los premios de la Asociación Internacional de Ingeniería Estructural
El nuevo faro del puerto de Valencia ha quedado finalista en los premios anuales organizados por la IABSE, la Asociación Internacional de Puentes e Ingeniería Estructural. El premio, que fue entregado en Vancouver (Canadá), reconoce la innovación en el diseño y construcción del faro situado en la ampliación norte del puerto de Valencia.
Este reconocimiento se suma al galardón obtenido en 2016 en los JEC World Innovation Awards, los galardones más importantes del mundo en el ámbito de los materiales compuestos. El faro, diseñado por el arquitecto Ignacio Pascual, director de Infraestructuras de la Autoridad Portuaria de Valencia, es el primero del mundo construido íntegramente con materiales compuestos como la fibra de carbono y la fibra de vidrio, lo que le confiere gran ligereza, con sólo 3.000 kilos peso. En este sentido, el uso de los materiales compuestos garantiza una mayor resistencia a la exposición a los ambientes marinos al no verse afectados por la corrosión, menores labores de mantenimiento y una reducción de un 20% de las emisiones de CO2 en el proceso constructivo al requerir menor desplazamiento de materiales pesados.
La nueva instalación dispone de tecnología led, lo que permite un alcance de 25 millas náuticas, con un consumo eléctrico de 70 vatios y una vida útil de 100.000 horas. Asimismo, es autosuficiente al utilizar energías renovables. En concreto, el faro incorpora diez paneles solares orientados energéticamente al sur y un aerogenerador de eje vertical, lo que contribuye a reducir significativamente su consumo energético.
Construcción
El proceso constructivo, pionero en el mundo, ha permitido reducir alrededor de un 50% la duración de las obras. Al proyecto de la APV dirigido por Ignacio Pascual se sumaron técnicos del antiguo Instituto valenciano de la construcción, AIDICO y del Instituto Tecnológico del Plástico, AIMPLAS; ambos organismos de València Parc Tecnològic. De hecho, AIMPLAS aportó la asistencia técnica durante el desarrollo y la construcción de la infraestructura.
Dado que España no había desarrollado normativa en materia de construcción aplicable a "composites", se recurrió a la colaboración de la empresa proyectista Diegrist y Moreno, conocedores de las normativas alemanas e inglesas para estos nuevos materiales.
La Autoridad Portuaria de Valencia contrató la construcción de la estructura a Acciona Infraestructuras, que desarrolló cada una de las piezas en su centro de I+D de Alcobendas (Madrid). Posteriormente se montó en la planta de Acciona de Noblejas (Toledo) y se trasladó, en una sola pieza y por carretera, al puerto de Valencia en un transporte especial. El izado de la infraestructura se completó en menos de 3 horas por lo que el impacto en la operativa del puerto fue muy reducido.