El Museo de Ciencias Naturales presenta una nueva exposición permanente de icnitas que incluye un reptil extinto del triásico
La recreación del Chirotherium se ha podido realizar a partir de las huellas encontradas en el yacimiento de La Badina de Bejís, declaradas Bien de Interés Cultural por la Generalitat Valenciana en el año 2006
El concejal de Acción Cultural, Patrimonio y Recursos Culturales, José Luis Moreno, ha calificado la recreación del Chirotherium de “un descubrimiento y una oportunidad para poder ver cómo eran estos reptiles del Triásico, ya que en la Comunitat Valenciana hay muy pocos yacimientos que tengan sus huellas fósiles e incluso en toda la península, por lo que es muy difícil ver este tipo de reconstrucciones”.
Con estas palabras, Moreno ha animado a toda la ciudadanía a visitar la nueva exposición permanente de icnitas del Museo de Ciencias Naturales de València, que incluye la reconstrucción de este reptil extinto, junto con las réplicas de las huellas que dejó hace 240 millones de años. La inclusión de este modelo, elaborado a partir de los hallazgos más recientes (yacimiento de La Badina de Bejís), permite a los visitantes disfrutar de una representación visual y educativa de este animal y de su entorno natural.
La presentación ha contado también con la presencia de la alcaldesa de Bejís, María José Madrid, de representantes de la Universidad de València, así como de la directora del Museo, Begoña Poza, quien ha contextualizado la nueva museografía.
El concejal de Cultura ha señalado que este museo “es un referente en esta materia y de los más visitados por el público, sobre todo por grupos escolares, así que lo que queremos es mejorar sus instalaciones con las nuevas tecnologías y hacerlo más atractivo para todo tipo de público”.
En concreto, con esta renovación de una parte de la museografía del Museo de Ciencias Naturales se busca reflejar estos descubrimientos recientes en sus salas de exhibición, acercando al público los últimos conocimientos paleontológicos.
“De este modo, se han integrado los avances más recientes en el campo de la paleontología en sus salas de exhibición y se ha asegurado así que los visitantes puedan disfrutar de una experiencia enriquecedora basada en información actualizada y relevante”, ha explicado José Luis Moreno.
Por su parte, Begoña Poza, ha afirmado que esta muestra “completa el itinerario de yacimientos dedicados a la Comunitat Valenciana y fomenta la visita del entorno real donde se encontraron las huellas para culminar la experiencia, ya que son de los más antiguos que tenemos. Además, la exposición no solo responde a la necesidad de mantener sus contenidos al día con los últimos descubrimientos científicos, sino también a la intención de transmitirlos de manera didáctica y visualmente atractiva, fomentando el interés por la paleontología entre públicos de todas las edades”.
“Así -ha continuado la directora-, el Museo de Ciencias Naturales “refuerza su conexión con el patrimonio natural local, en este caso el de la localidad de Bejís, al exhibir descubrimientos realizados en la Comunitat Valenciana, se enriquece la colección del museo y se fomenta la investigación y la conservación del patrimonio paleontológico de nuestra Comunitat”.
Esta actualización ha sido desarrollada por el Ayuntamiento de València gracias a una subvención de 7.163,20 euros otorgada por la Conselleria d’Educació, Cultura i Esport, destinada a museos, colecciones museográficas permanentes y bienes muebles de la Comunitat Valenciana.
El Cheirotherium: características y huellas
El Cheirotherium, cuyo nombre significa “bestia-mano”, era un arcosaurio relacionado con los ancestros de los cocodrilos. Este reptil carnívoro, tetrápodo y de postura semierecta, dejó huellas fosilizadas pentadáctilas (con cinco dedos). Una de las particularidades de estas huellas es que el dedo más externo estaba más desarrollado que los demás, lo que probablemente mejoraba el agarre en superficies fangosas.
Las primeras huellas de Cheirotherium se descubrieron en 1834 en areniscas del Triásico Inferior (Buntsandstein) en Turingia, Alemania, y se han datado en unos 243 millones de años. Durante esa época, gran parte de Europa Central estaba cubierta por el mar Muschelkalk, un mar epicontinental poco profundo.
En estos ambientes, también se han encontrado huellas de otros animales, como los primeros cangrejos herradura, que utilizaban la zona intermareal para reproducirse. El Cheirotherium probablemente los cazaba durante la marea baja, aprovechando los momentos en que quedaban expuestos.
El yacimiento de La Badina de Bejís
La Comunitat Valenciana es un territorio destacado por la presencia de importantes afloramientos de la Era Mesozoica y Cenozoica. En los últimos años, los estudios relacionados con restos fósiles en esta región han experimentado un notable auge, abarcando diversas disciplinas paleontológicas.
Un ejemplo significativo de estos avances es el hallazgo de icnitas del Triásico (huellas fosilizadas de reptiles) en el yacimiento de en La Badina de Bejís. Estas huellas fósiles han proporcionado información valiosa sobre la fauna y flora de aquel periodo, ayudando a los científicos a comprender mejor la biodiversidad y los comportamientos de los organismos que habitaron la Tierra en ese tiempo crucial.
Fueron descubiertas en el año 2000 por Carlos Santisteban Bové, geólogo de la Universitat de València. Además, se identificaron doce nuevas huellas y un fósil de una planta gracias a los trabajos de prospección realizados por el geólogo Andrés Santos del Grup Guix. Debido a su relevancia científica, las huellas descubiertas en La Badina fueron declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) por la Generalitat Valenciana en el año 2006. Este reconocimiento pone de manifiesto la importancia de proteger estos icnofósiles o huellas.