El Mercado de Colón echa el cierre en protesta por la instalación de un mercadillo ecológico a sus puertas
Los vendedores y comerciantes han cerrado todos los puestos de este emblemático mercado por lo que consideran “competencia desleal”
Los vendedores y comerciantes del Mercado de Colón han echado el cierre durante la mañana de este martes en protesta por la instalación de un mercadillo ambulante de frutas y verduras a sus puertas. Muchos de ellos se han concentrado en las inmediaciones del mercado y han lamentado que “ubicarlos en la calle Martínez Ferrando significa favorecer a algunos perjudicándonos a todos los demás".
Para los responsables del céntrico mercado de la capital del Turia "la ciudad dispone tanto de innumerables espacios donde no se producirían daños a otros comerciantes, como de puestos vacantes en la práctica totalidad de los mercados municipales, donde serían muy bien recibidos".
A través de un manifiesto han subrayado que "este hecho supone un grave perjuicio para los comerciantes del Mercado de Colón, porque en nuestro mercado se ofrecen, desde hace más de cien años, los mismos productos que se venderán en los puestos de este mercadillo", lo que provocará que "los comercios del Mercado de Colón suframos una terrible competencia desleal que nos dejará en evidente posición de inferioridad de consecuencias imprevisibles para algunos de nosotros".
El representante de los mercaderes ha señalado que “hoy hemos cerrado nuestros negocios y estamos perdiendo ventas, estamos haciendo un sacrificio muy grande, no estamos haciendo esto por capricho”, añadiendo que “en los estatutos de la asociación hay un punto que dice que si cualquiera de los asociados es agredido desde el exterior de manera que sufra una clara competencia desleal todos los demás tendremos que salir en su ayuda, y eso es lo que hemos hecho”.
También ha indicado que “estos puestos pagan 1,82 euros por estar aquí, nosotros pagamos tres veces más de lo que se paga en los mercados municipales, y los mercados municipales pagan unas tasas infinitamente más altas que 1,82”.
Por su parte, Aurelio Comes, el único vendedor del Mercado de Colón que tiene un puesto de frutas y verduras, y en este caso, el que sería el principal afectado, se ha mostrado en contra del nuevo mercadillo porque le parece “una medida desproporcionada y mal gestionada”, ya que, a él le cuesta una media diaria de entre 40 y 50 euros abrir la persiana cada día.
Hasta este nuevo mercadillo ecológico se ha trasladado también el concejal de Agricultura, Alejandro Ramón, quien ha manifestado sus esperanzas de que sea “un éxito de ventas y de afluencia, como todos los mercados de estas características que se han hecho en la ciudad”.
El edil ha insistido en que “este punto se escogió porque los propios agricultores nos lo pidieron, porque querían un punto céntrico y es un espacio peatonal y estar cerca del Mercado de Colón porque pueden existir sinergias, mucha gente que viene a comprar al mercado de agricultores después acaba haciendo gasto en todo el barrio, puede entrar al Mercado de Colón y complementar su cesta de la compra con las paradas que hay en el sótano, puede ser una manera de trabajar conjuntamente”.
Asimismo, Ramón se ha mostrado dispuesto a cambiar la ubicación del mismo si los vendedores y comerciantes continúan en contra en estas semanas.
Por otro lado, Miguel Pascual, uno de los vendedores de este nuevo mercado ha señalado “solo tenemos productos de temporada, otros como tomates o peras, lo tendrán que comprarlo en las paradas que hay dentro del mercado” y considera que “este mercado les favorecerá”.
La actividad en el Mercado de Colón se reanudará a partir de las 14:00 horas del 28 de marzo, tras el fin del mercadillo.