Manuel Delgado analiza el papel del ciudadanismo como reforma ética y estética del capitalismo
Ciudadanismo. La reforma ética y estética del capitalismo es el título de la conferencia con la que el antropólogo Manuel Delgado protagonizará una nueva sesión de Els Debats organizados por la Institució Alfons el Magnànim-Centre Valencià d'Estudis i d'Investigació, dependiente del Área de Cultura de la Diputación de Valencia.
La disertación del antropólogo, muy popular por su habitual participación en los medios de comunicación, especialmente en la radio, tendrá lugar en la sala Gregori Mayans del MuVIM este próximo viernes 9 de junio, a las 19:30 horas, y será presentada por Anacleto Ferrer, director del Institut d'Humanitats i Patrimoni del Magnànim, y por Begoña Serrano, directora del Institut Valencià de l'Edificació.
Els Debats del Magnànim son una iniciativa de esta institución cultural y editorial pública de la Diputación de Valencia puesta en marcha en la nueva etapa iniciada el 2016 para propiciar el intercambio de ideas y opiniones alrededor de los debates actuales de la cultura y el pensamiento. Por ellos han pasado hasta el momento figuras de la talla de Axel Honneth, Enric Soria, Raul Zelik, Jordi Miralda o Sharon Weinberger.
La reforma moral del capitalismo
La presencia de Manuel Delgado servirá para presentar en València su último libro, Ciudadanismo, en el cual analiza el fenómeno de gran actualidad, el nuevo municipalismo, movimiento al margen de los partidos tradicionales que, representado por figuras como Ada Colau, se ha hecho con el control de ciudades de la importancia de Barcelona o Madrid.
Para Delgado, este nuevo municipalismo representa «una nueva manera de gobernar las ciudades basada en una mayor preocupación por cuestiones básicas de bienestar social, mayor transparencia y la creación de nuevas vías para la participación de la ciudadanía». Sin embargo, el antropólogo catalán señala que la realidad práctica de su gobierno demuestra que se limitan a intentar restaurar conquistas perdidas del estado del bienestar y a una renovación cultural en las formas de hacer política, «pero en absoluto suponen una modificación en la distribución del poder y la riqueza a las ciudades» y de hecho los propios representantes del nuevo municipalismo se afanan en no identificarse con los tradicionales proyectos transformadores de la izquierda revolucionaria.
Este análisis lleva a Delgado a una definición del ciudadanismo, sin duda polémica, como «un proyecto de reforma moral del capitalismo» construido alrededor de una visión idealizada del ciudadano, un personaje hipotético en el que se cancelan los antagonismos y los conflictos de clase.