Jordi Raül Verdú: “Mi reto es adaptar les rondalles de Enric Valor sin perder su espíritu”
Esclafamuntanyes, L'envejós d'Alcalà, El ferrer de Bèlgida i Llegenda del palleter son las historias que conforman la nueva entrega de Primeres Rondalles d’Enric Valor (Edicions del Bullent) una colección que adapta las obras del escritor de Castalla para los lectores más jóvenes. La 53 Feria del Libro de Valencia acogió ayer la presentación de estos libros en un acto conducido por Núria Sendra y con la participación del responsable de los textos, Jordi Raül Verdú; Antoni Laveda, encargado de las ilustraciones junto con Sílvia Faus y Dani Cruz; y Enric Valor i Hernàndez, hijo del célebre autor valenciano.
Según explicó Verdú, su intención era “realizar una adaptación de la obra de Valor haciéndola más fácil para un público infantil, de entre 8 y 9 años”. “Sus rondalles son tan ricas y tan complejas que se han apartado un poco de los primeros lectores” afirmó el autor, quien considera que “cuando hablas con padres te dicen que se trata de piezas demasiado complicadas para los niños. Yo vi esa carencia y decidí hacer un trabajo que acercara a la gente la figura de Valor. Queremos que toda la población conozca, entienda y estime las rondalles. Estas adaptaciones son un paso previo para leer las originales”.
Por otro lado, Verdú reconoció que su reto es “mantener el espíritu de los textos, su esencia, que se note que está él detrás”. “Es una pena que no conozcamos a este autor como se merece. Su obra está tan viva como siempre, los que estamos metidos en este proyecto intentaremos que siga adelante”, añadió.
Por su parte, Laveda ha comentado que las ilustraciones que acompañan tradicionalmente las rondalles de Valor “forman casi un género propio dentro del mundo del dibujo”, puesto que, según su opinión “se van adaptando a la visión que tiene la sociedad de aquello que nos está contando el autor, van cambiando, pero se han mantenido al margen de las modas estéticas”.
“Al escribir las fábulas, mi padre quería traer al papel cierta tradición oral para que no se perdiera. Y, además, quería hacerlo en un lenguaje puro, cercano. A través de la rondallística, tenía el objetivo de reflejar el talante, la manera de ser de nuestro pueblo”, ha explicado Enric Valor i Hernàndez. Así mismo, ha recordado que su progenitor escribió gran parte de sus fábulas durante su tiempo en prisión “como una manera de huir de la realidad”.