El IVAM recupera la sala de la Muralla con una muestra de Ignacio Pinazo que reflexiona sobre la identidad
La exposición ‘Pinazo: identidades’ reúne alrededor de 300 obras, algunas de ellas inéditas, e incorpora la voz del artista a través de textos nunca expuestos
El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) presenta una nueva lectura de la obra del pintor Ignacio Pinazo Camarlench (València, 1849-Godella, 1916) con más de 300 piezas, algunas de ellas inéditas, que devuelven al artista a la sala del IVAM que alberga la muralla cristiana-mudéjar, recientemente restaurada.
La directora general de Patrimonio Cultural, Pilar Tébar, ha destacado durante la presentación de esta muestra que Ignacio Pinazo “fue admirado por los artistas, pero no entendido por la sociedad ni por la crítica, y fue precisamente ese camino hacia la modernidad lo que podemos ver en esta exposición”.
Por su parte, la directora adjunta del IVAM, Sonia Martínez, ha explicado que la exposición “muestra el proceso de trabajo del artista valenciano dedicado a la representación de las personas en su dimensión individual, colectiva y genealógica, como emisoras, receptoras e intérpretes de identidades”.
La muestra es una nueva lectura de un artista “arriesgado, heterodoxo y singular”, ha señalado Sonia Martínez, quien ha destacado que con ella “el IVAM busca poner en valor y hacer accesible la colección del IVAM a la ciudadanía con motivo del 35 aniversario del museo”.
Asimismo, la directora adjunta ha explicado que esta exposición impulsa una nueva investigación, revisión y difusión de los trabajos de Pinazo y ha recordado que el IVAM “es uno de los centros que conserva un mayor número de obras de este artista gracias a la donación que hizo la familia en 1986”.
Por otro lado, el comisario de la muestra, Vicente Pla, se ha preguntado: “¿Qué pasaría si colocamos a Pinazo en los parámetros de la crítica del arte actual? Pinazo dedicó una atención extraordinaria a la cuestión de las identidades”, un elemento clave en el debate cultural y social de la actualidad. “Podemos decir que hace 100 años Pinazo ya estaba planteando una forma de aproximación estructurada y entrelazada sobre la cuestión de la identidad”, ha afirmado.
Las obras de la exposición proceden en su mayoría de los fondos del museo, tanto pinturas como dibujos, además de fotografías y películas de la época e incorpora también piezas procedentes de la Casa-Museo Pinazo y de la Academia de Bellas Artes de San Carlos, así como de colecciones particulares de las que se muestran tres pinturas y un dibujo nunca expuestos.
Estructura de la muestra
Vicente Pla ha explicado que la muestra, dividida en tres ámbitos, incorpora la voz del propio artista a través de una selección de textos. Pinazo se dedicó a realizar una ingente cantidad de apuntes bajo el título 'Notas y Pensamientos', “que son una gran fuente de información y se conservan gracias a la labor que ha realizado la familia del creador”.
En estos escritos manifiesta un deseo de “huir del retrato como el género alimenticio que les proporciona a los artistas una supervivencia”, ha detallado el comisario.
Al observar su producción artística y escrita, se pueden definir los campos de interés que atravesaron su experiencia vital y los diversos géneros pictóricos que abordó. Uno de estos focos de atención fue el generado por la percepción problemática de las identidades: “la propia y las ajenas, las individuales y las colectivas, las manifiestas y las ausentes”, en palabras de Vicente Pla.
El primer apartado, que lleva por título ‘Reconocimientos’, muestra los retratos por encargo y los realizados entre sus familiares y conocidos, también alguno de sus autorretratos y muchos ejemplos de sus abundantes estudios de figuras captadas por el artista, frecuentemente mediante el dibujo.
La muestra continúa con ‘Anonimatos’, donde Pinazo plantea una forma de interpretación de las identidades colectivas. “Estas escenas muestran que Pinazo concibió lo social como una suma de realidades construidas mediante interacciones prácticas, pero también que entendió la dimensión humana colectiva como la adición de múltiples singularidades”, ha manifestado Pla.
Aquí se pueden ver pinturas dedicadas a las tradiciones, actos ritualizados, la religión, escenas de fiestas, como las mascletàs o los toros. “En Pinazo hay una crítica a las colectividades, ya que estas no se configuran a iniciativa de la población, sino gracias a rituales establecidos, son identidades heteronómicas, regidas por normas que venían desde arriba”, ha afirmado.
Por último, en el apartado dedicado a las ‘Ausencias’, los conceptos políticos de patrimonio, legado y tradición y huella aparecen a través de la representación de paisajes rurales de l’Horta Nord, espacios urbanos, lugares habitados donde las personas ya no están. “Hay una idea de espiritualidad en la obra de Pinazo que se ve claramente en sus escritos”, ha señalado.
En muchas de las obras de esta sección, Pinazo vertió lo que quizá podríamos considerar su concepto más complejo de la dimensión identitaria apelada por sus representaciones. “Nos encontramos ante cuadros y dibujos que muestran escenas en las que predomina la quietud y algunas acciones parecen manifestarse solo indirectamente a través de sus huellas”, ha resumido.
Finalmente, Vicente Pla ha añadido que estos fondos permiten seguir estudiando a Pinazo desde la contemporaneidad, lejos de los géneros y del marco academicista”.