Hallazgo histórico en València: salen a la luz importantes restos del antiguo monumento a Sorolla en un lugar inesperado
Los arqueólogos rastrean la ciudad en busca de estas piezas y el Ayuntamiento ya planea su reconstrucción
El Servicio de Investigación Arqueológica Municipal (SIAM) continúa avanzando en la catalogación y en el estudio petrológico de las diversas piezas que componían el antiguo monumento a Sorolla. Si el pasado 17 de abril el personal técnico iniciaba la extracción de muestras de materiales en el tramo VII del Jardín del Turia, el antiguo matadero municipal de Borbotó y en el cementerio viejo de Paiporta, estos trabajos han continuado ahora en el solar de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) en Sant Isidre. En este barrio del distrito de Patraix se ha descubierto una gran cantidad de restos hasta la fecha no identificados, todos ellos de granito y relacionados con el conjunto monumental dedicado a Joaquín Sorolla.
Para el concejal de Acción Cultural, Patrimonio y Recursos Culturales, José Luis Moreno, “este reciente hallazgo dota, sin lugar a dudas, de muchos argumentos para la posible ‘anastilosis’ o reconstrucción del antiguo monumento a Sorolla en su emplazamiento original, la playa del Cabanyal, a partir de las piezas originarias que se conservan del mismo”. Tal y como ha recordado el edil, “se trata de una destacada iniciativa en la que trabaja en estos momentos el actual equipo de gobierno municipal”.
Es conocido que en el antiguo monumento a Sorolla se utilizó la práctica totalidad de los elementos arquitectónicos de la fachada neoclásica de la Fábrica y Escuela de Platería de Martínez de Madrid, que en el año 1918 el propio Sorolla había adquirido con destino al palacio que proyectaba construir el Círculo de Bellas Artes de Valencia. La relación de los artistas valencianos con el edificio no era nueva, pues se remonta a los años 70 del siglo XIX, cuando el edificio de Platerías y sus salones eran conocidos como los salones del señor Bosch, un importante lugar de encuentro de pintores y escultores y donde, por supuesto, no podían faltar los principales artistas valencianos del momento. Años después, fue amigo de Joaquín Sorolla y de Mariano Benlliure, a quienes ayudó a instalarse en la capital de España.
Aunque estos elementos arquitectónicos, actualmente dispersos, no gozan de ningún tipo de protección patrimonial, representan un indudable valor emocional, al evocar la figura del ilustre pintor valenciano y la memoria colectiva de todos aquellos valencianos que llegaron a conocer en vida el citado monumento. Las primeras noticias sobre la presencia de restos del monumento se remontan al año 2021, cuando el Círculo por la Defensa del Patrimonio Cultural, la Fundación Goerlich y el fotógrafo Tono Giménez dieron a conocer que en determinados enclaves de València (en concreto, en l’Escorxador de Borbotó y en el depósito de Sant Isidre) y de Paiporta (en el cementerio viejo) había varias columnas de granito y restos arqueológicos que podían proceder del antiguo monumento al pintor.
Poco tiempo después, en 2022, se identificarían nuevos vestigios en el Jardín del Turia, a la altura del Palacio del Temple, que podrían corresponderse con las basas de la columnata del monumento, sumados a los descubiertos. Todos estos restos fueron corroborados por el Servicio de Investigación Arqueológica Municipal, quien confirmó su origen y ha procedido al estudio de los distintos elementos conservados.
Otras localizaciones de los restos
En la actualidad, conocemos igualmente la presencia en el antiguo matadero municipal de Borbotó de uno de los pináculos ornamentales de piedra caliza con forma de jarrón, procedente de la Real Fábrica de Platerías y que remataba uno de los extremos del frontón. También de diez basas de orden dórico de piedra caliza conservadas en el tramo VII del antiguo cauce del río Turia, así como un fuste completo de columna, de un único bloque de granito partido por la mitad, más dos fragmentos de fuste, y de dos piezas de antiguos depósitos conservados estos últimos en el cementerio viejo de Paiporta. De todas estas piezas se han realizado láminas de microscopía óptica para conocer su procedencia.
Las últimas muestras que faltaban por extraer eran las de aquellos pocos elementos que se sabía que se encontraban almacenados en el depósito de Sant Isidre, un antiguo solar situado junto al antiguo apeadero, entre la antigua vía del ferrocarril que unía València y Castelló, en la Ribera Alta, y el antiguo tramo proyectado del camino de Tres Creus. Sorprendentemente, la visita prevista para la recogida de muestras deparó al equipo técnico una gran sorpresa, y como si del hallazgo de un tesoro se tratara, vio cómo delante de sus ojos y tras una primera limpieza, apareció gran parte de los elementos arquitectónicos que formaban parte de la plataforma del antiguo monumento a Sorolla, desmantelada en torno al año 1975, casi dos décadas después de la fatal riada de 1957.
Allí estaban la práctica totalidad de los pilares de orden dórico, al menos cuatro, que en su momento integraban el ático de la fachada del edificio de Platería Martínez sobre el que se levantó el grupo escultórico de Minerva coronando las Artes. También fueron localizadas las más de veinte piezas semicirculares de granito de tipología diversa, tanto almohadilladas como lisas, que formaron parte en su día de unos depósitos de agua, denominados arcas cambijas, construidos por Ventura Rodríguez entre 1776 y 1785 para las fuentes del Prado (fuentes de Apolo y de la Alcachofa), que flanqueaban y que fueron incorporadas años después a la fachada de la Fábrica de la Platería de Martínez, erigida en 1792 por Francisco de Rivas.