¿Qué se esconde entre los fogones de Gastrónoma 2019?
Una gran cocina profesional ha ocupado los pabellones de Feria Valencia con motivo de la celebración de una nueva edición de Gastrónoma, la gran feria de alimentación que ha convertido a Valencia en la capital del buen comer. Los olores, texturas y, no menos importantes, profesionales llenan cada rincón del recinto ferial sorprendiendo a todo aquel que se anime a sumergirse en este espacio.
Chefs de nacionalidad china, italiana, mexicana y española, entre otros, se dan cita en el recinto y lo hacen con sus productos locales más típicos debajo del brazo, permitiendo a todos los amantes de la buena gastronomía viajar por el mundo sin salir de la ciudad.
En elperiodic.com nos hemos sumergido en este viaje gastronómico, para conocer cómo se vive la jornada en primera persona. Una experiencia, que ya os adelantamos, viene cargada de productos cuanto menos curiosos a la vez que exquisitos.
El reloj marca poco más de las diez y media de la mañana, pero el ritmo ya no cesa entre los fogones de Gastrónoma. Catas de vinos y de aceite, conferencias de profesionales reputados en el sector, showcookings de cafés, paellas e incluso de shushi, ya han comenzado y captado a su público a estas horas.
Parece que el tiempo no importa entre esas cuatro paredes, la pasión por la gastronomía se ha convertido en la protagonista. Y no es para menos, pues este encuentro se ha consolidado como una referencia en el mundo de la restauración pues además de ser un gran atractivo las cifras le avalan: 13.000 metros cuadrados de superficie ocupada, 318 firmas participantes - un 29% más que el año pasado – y 13 espacios diferentes.
Grandes cifras que hacen muy difícil elegir por donde empezar, por nuestra parte casi no hay dudas: primera hora de la mañana significa un buen café. Y así empezamos la visita en el Forum del Café disfrutando de un demostración de baristas de la mano del que ha sido proclamado ganador del IX Campeonato Barista de Valencia, Manuel Barragán.
Seguimos nuestros pasos, y nos dirigimos hacia la zona de conferencias donde en este último día cuentan con unos invitados de lujo: Quique Dacosta, Ángel León y Joan Roca. Los tres cuentan sus experiencias bajo una ponencia que lleva por nombre ‘Peleando la gamba: Denia, Garrucha, Palamós’.
Tanto hablar de gamba nos comienza a despertar el apetito, y cambiamos nuestra ruta para llegar al Espai Gastronòmic donde el olor a paella nos cautiva y guía hasta un gran escenario. Se trata de un showcooking con degustación incluida donde el plató estrella es un arrocito de Castellón, que por la pinta seguro que más de uno se apunta la receta.
Las ganas de querer descubrir cada rincón de la feria nos pueden, y no aguantamos hasta la degustación. No importa, ya habrá tiempo de comer más adelante. Y así es, entre un calssot con tempura negra, un pollo marinado en cítricos y algún que otro trozo de jamón y queso de primera calidad llegamos a la ruta del vino.
En un rincón discreto y más tranquilo, se encuentra el túnel de vino donde en un mismo espacio encontramos D.O de Alicante, Valencia, Utiel Requena y la IGP de Castellón. Además, encontramos a una importante referencia a Castilla y León, que este año es la región invitada. Más de 300 referencias de vino que hacen las delicias del público.
Mucho donde elegir y poco tiempo para aprovechar la oportunidad, continuamos nuestra andadura por los pabellones y nos encontramos con un nuevo espacio. Parece apartado pero su nombre, nos llama la atención: Barras Gourmet. No dudamos, entramos y nos encontramos con dos grandes barras donde los productos suben de categoría en un entorno con cierto toque a intimidad.
Tras verlo, retrocedemos y nos paseamos por más pasillos de Gastrónoma. De repente, hemos viajado hasta la otra punta del mundo y nos encontramos con un apartado de comida oriental: sushi con atún recién hecho, dulces típicos y bebidas con los que acompañarlos.
El tiempo apura, y todavía abrumados por tanta oferta gastronómica, descubrirnos el que podría decirse ha sido el producto más curioso de todos los que hemos encontrado – y nos han ofrecido-: La mano de buda. Una fruta que encarna una combinación entre el limón, la pera y la naranja, que según nos cuenta la responsable del stand sirve para multitud de platos pues todas sus partes son comestibles. Nos animamos a probarlo, pero no nos termina de convencer, quién sabe si en tu caso se convierte en uno de tus productos favoritos.
Con todo este recorrido, de más de dos horas, salimos de las instalaciones de Feria Valencia y lo hacemos con una idea clara en nuestra mente: la gastronomía, venga de donde venga, y se haga como se haga es capaz unir a todo tipo de personas pues no hay nada que cree más lazos que disfrutar juntos de una buena comida o cena.