Las entidades sociales han participado en el debate ciudadano con propuestas para mejorar València
En el debate del estado de la ciudad de este año han participado ocho entidades ciudadanas
En el Hemiciclo Municipal, que hoy ha sido el escenario de sexto debate sobre el estado de la ciudad, también se ha escuchado la voz de la sociedad civil. El consistorio ha atendido las reflexiones y las propuestas de ocho entidades sociales y vecinales que han querido participar para plantear propuestas, acciones, quejas o sugerencias sobre la gestión municipal.
Así, al concluir la primera intervención del alcalde, han tomado protagonismo los y las representantes de estas entidades, ocho agrupaciones de diferente carácter: la Asociación Zero Incívics, la Asociación de Aceras para Peatones; Mi Tierra CV; la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, la Plataforma vecinal del barrio de PenyaRoja; el Consell de la Joventut, la Asociación de Vecinos y Vecinas de Nazaret, y la asociación Psima.
En primer lugar, ha hablado Rafael Soler, como portavoz de la Asociación de Aceras para Peatones. En nombre de esta entidad, ha pedido “ayuda para conseguir una València amable para las personas que sufren infracciones de bicicletas y patinetes que circulan impunemente por las aceras”. Soler ha asegurado “que la política de recuperación de los espacios para las personas ha supuesto la pérdida de las aceras peatonales”.
Seguidamente, ha intervenido Silvie Berger, quien, en representación de la Asociación Zero Incívics, un colectivo vecinal del Cabanyal “harto del incivismo, de la droga, del ruido y de vivir cerrados con miedo”, ha explicado, en primera persona, el acoso que sufre por parte de un grupo de vecinos. Berger ha ironizado al manifestar que “parece que estas personas no han recibido el decálogo municipal para mejorar las relaciones entre el vecindario”, una medida que ha calificado "de insuficiente para defender la dignidad y el derecho a descansar de uno de los barrios de la ciudad que se anuncia como la más justa y amable”.
En representación de la asociación Mi Tierra CV ha intervenido José Antonio García, que ha criticado la actual gestión del equipo de gobierno en diversas parcelas como la limpieza viaria, el cuidado del arbolado y la política de movilidad, reivindicado una ciudad “de 20 minutos” en la que “puedan convivir vehículos y bicicletas” . García ha solicitado también que se eliminen las cámaras de Ciutat Vella y que se baje el impuesto del IBI y “se defienda el valenciano de verdad”.
La Asociación de Comerciantes del Centro Histórico ha estado presente también en este Pleno. Su portavoz, Mª Carmen Palop, ha agradecido medidas como la bonificación en el IBI y la ampliación de la plantilla de la Policía Local, pero ha señalado que “sigue siendo insuficiente” porque “el centro se ha convertido en un foco de atracción para bandas organizadas”. Ha reiterado la petición para que se instalen cámaras de control. Palop ha reclamado un “uso honrado y transparente” del sistema participativo Decidim para que “no se implanten medidas de forma precipitada” y ha añadido que “cada vez es más costoso ir al centro para los comerciantes y los transportistas”.
Posteriormente ha tomado la palabra Paz Calleja, representante de la Plataforma vecinal del Barrio de Penyaroja, quien ha criticado la situación del barrio, especialmente en lo referente a los jardines y la política medioambiental. Calleja ha descrito un entorno ciudadano caracterizado por “los alcorques vacíos, los árboles talados, el cesped con calvas y las ratas”. Y ha cuestionado de nuevo “que València pueda ser Capital Verde Europea”.
Además, la representante vecinal ha lamentado también las carencias en el campo de las infraestructuras culturales y sociales, y ha concluido demandando un incremento de las inversiones para el barrio.
La siguiente intervención ha estado protagonizada por la vicepresidenta del Consell de la Joventut de València, Blanca Silvestre, quien ha realizado un balance del último año y un diagnóstico que, es, ha asegurado “imprescindible para tomar decisiones que den solución a las carencias”.
Silvestre ha recordado que el Consell representa más de 40 asociaciones juveniles, es decir, alrededor del 12% de la población total de la ciudad, “gente joven, diversa y plural que comparte los mismos intereses y las mismas necesidades”. Según su diagnóstico, son tres los conceptos que definen la situación actual de la juventud: “Incertidumbre, resiliencia y expectativa”.
La representante juvenil ha señalado los principales problemas que acucian a la juventud; alquileres inasequibles, dificultades laborales que impiden desarrollar un proyecto de vida, y angustia y ansiedad ante las exigencias del futuro. Blanca Silvestre ha apelado a la responsabilidad de las administraciones, y ha asegurado que “ser joven antes, durante y después de la pandemia sigue siendo un deporte de riesgo”.
El siguiente en tomar la palabra ha sido Julio Moltó, para reivindicar, en nombre de la Asociación de Vecinos y Vecinas de Nazaret, intervenciones como el soterramiento de las vías ferroviarias o la retirada de los restos de la Fórmula 1, “elementos con que el vecindario malvive en este barrio”. Moltó también ha pedido la construcción de un instituto o la ampliación de la Línea 10 del tranvía. “Además queremos recuperar espacio público para garantizar el derecho a la vivienda, y que el gobierno municipal no se olvide de la pobreza del barrio, porque ha destinado ayudas para paliarla pero hay que hacer frente a las causas”, ha añadido.
Finalmente, la psicóloga María Victoria Lorenzo, de la Asociación Psima, se ha dirigido al Hemiciclo para pedir que escuche al personal del Servicio Municipal de Intervención Familiar, "que se tiene que mantener porque no se pueden interrumpir los procesos terapéuticos de los adolescentes y jóvenes más vulnerables". “Somos conscientes de la voluntad municipal de resolver este tema laboral que es un asunto de justicia social”, ha resumido.