Disfruta esta Semana Santa de las playas de Valencia: los rincones más salvajes

El mar Mediterráneo que envuelve a la ciudad de Valencia y el buen clima que le acoge en Semana Santa, son dos razones por las que miles de turistas y valencianos se acercan a las playas de la ciudad en estas fechas para disfrutar de paseos, deportes náuticos o actividades tan características de la Pascua como volar el cachirulo.

Si algo caracteriza a las playas de Valencia, es que las puedes encontrar cerca del centro de la ciudad, junto a un paseo marítimo lleno de restaurantes y locales de ocio. Sin duda, un plan perfecto para tumbarte en la arena con tu toalla o incluso bañarse para los más atrevidos, y rematar la mañana comiendo una paella con vistas a las olas del mar.

Valencia cuenta con casi 20 kilómetros de playas de fácil acceso, puesto que se encuentran en plena ciudad y se puede acceder andando, en bicicleta, coche o transporte público. Estas son las del Cabanyal, la Malvarrosa y de la Patacona, y se encuentran seguidas una de la otra.

Aunque en la ciudad de Valencia podemos encontrar estas playas urbanas, Valencia se caracteriza por sus contrastes, y es que a pocos kilómetros podemos sumergirnos también en sus playas salvajes más alejadas y agrestes, junto a paisajes donde llenar tus pulmones de aire puro. Es el caso de las de El Saler, la Devesa y la Garrofera, entre otras muchas.

Aunque no estén cerca del centro, a todas se puede llegar en bicicleta o transporte público. Además, todas son amplias, de arena entre blanca y dorada y el agua del mar goza de una calidad excepcional. Es por esto, que en todas ellas ondea la bandera azul, como símbolo de la máxima calidad.

La variedad de las playas de Valencia permite acoger a todo tipo de público, ya que las playas urbanas ofrecen un abanico más amplio de ocio y actividades, mientras las más salvajes pueden ofrecer diferentes opciones de senderismo y actividades aventureras, o por otra parte más tranquilidad al estar más alejadas y recogidas. Además, estas últimas se encuentran cerca del parque natural de L’Albufera, un enclave único para los amantes de los atardeceres.