La Diputación presenta la biografía de Bosch i Morata, un personaje capital en la configuración del primer Estatut Valencià
El diputado de Cultura, Xavier Rius, indica que el libro, obra de Miquel Notari, forma parte de la colección Bocins, que está orientada a la divulgación del patrimonio, la historia y los personajes valencianos menos reconocidos
Francesc Bosch i Morata (Xàtiva, 1901-Mexicali, 1950) no es un personaje cualquiera. El que fuera primer consejero valenciano de Cultura pasa todavía por ser un gran desconocido entre el público. Médico, hombre de fuertes convicciones morales y precursor de las reivindicaciones valencianas ante el Gobierno central de la República, como comenta el diputado de Cultura, Xavier Rius, impulsor del estudio.
En los convulsos años treinta del siglo XX Bosch i Morata, junto a los compañeros, A. Pizcueta, M. Thous, A. Perucho y F. Soto, fundó la ARV, Agrupación Valencianista Republicana, un partido de inspiración republicana, federalista y de izquierdas, que fue partícipe de los primeros anteproyectos para un Estatuto de Autonomía del País Valenciano.
La agitación política de los años que precedieron la Guerra Civil no pudo dar pie a una aprobación y desarrollo del Estatuto, que desgraciadamente acabó malogrado por la evolución de la guerra. Aun así, la intrahistoria de aquellos papeles da para muchos episodios, que el autor, Miquel Notari, ha tenido ocasión de rescatar del olvido y de narrar cuidadosamente, según él, “como si fuera una novela de aventuras, donde además de la importante documentación de carácter político sobresale un personaje de una gran humanidad”. Son, en definitiva, materiales poco estudiados que permitirán entender mejor que, llegada la democracia, el paso hacia un nuevo Estatuto no se puede entender sin el andamio que levantó Bosch i Morata.
Francesc Bosch i Morata, como otros miles de personas, tuvo que marchar a un largo exilio en México. Trasladado a la localidad de Mexicali, en la frontera de la Baja California, Bosch i Morata se convierte rápidamente en un médico muy ocupado por el bienestar de sus vecinos. Fue admirado hasta el punto de recibir la condición honorífica de “médico del pueblo”.
En Mexicali Bosch i Morata inicia una larga correspondencia con su familia que acabará por descubrirnos un alma extremadamente sensible, cariñosa y muy rica en matices. La persona, el político, el médico, todos confluyen en Bosch i Morata, cuando acepta una nueva vida en un nuevo país, sin olvidar nunca sus orígenes.