El COVID-19 se multiplica por 7 en Valencia durante los meses de verano
Desde julio, un total de 48 personas han fallecido en la ciudad a causa del coronavirus
El verano es esa temporada del año en la que la ciudadanía tendemos a relajarnos, en todos los sentidos. Somos meses donde las vacaciones, las reuniones familiares y con amigos, o los planes improvisados marcan nuestro día a día. Este 2020, pese a la pandemia, parece que esas costumbres no han cambiado lo que ha quedado reflejado en los datos del COVID-19.
Este jueves hemos conocido cómo ha evolucionado la pandemia del coronavirus en la ciudad de Valencia desde el mes de julio y hasta el pasado mes de septiembre. Los datos invitan a reflexionar sobre si estamos actuando bien o deberíamos de cambiar algunas cosas más de nuestro día a día.
Así, según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Valencia, el COVID-19 se ha multiplicado por siete durante los últimos meses. Se ha pasado de registrar 14,68 casos por cada 100.000 habitantes a superar los 102 casos en la misma métrica. Además, la incidencia acumulada también ha crecido pasando del 6,46 al 154,56 en el mes de septiembre.
Durante este mismo periodo, la ciudad ha acumulado 48 fallecimientos y ha pasado de registrar 12 brotes en el mes de julio a 181 en el mes de septiembre, siendo el 80% de estos de origen social. Números que están haciendo que el Ayuntamiento se plantee poner en marcha nuevas medidas de contención.
Cronología
Desde el Ayuntamiento de Valencia se han impulsado desde el pasado mes de marzo diferentes medidas dirigidas a contener la propagación del coronavirus en la ciudad.
La primera de ellas, fue tomada el pasado 12 de mayo cuando se puso en marcha un sistema de detección del virus en las aguas residuales de Valencia. En estos momentos, existía una incidencia baja del virus con poco más de 5 casos por cada 100.000 habitantes. Pese a ello, se reforzó la presencia policial en las zonas más afectadas.
Seguidamente, otra de las fechas clave es el 14 de agosto. El cierre del ocio nocturno como alternativa para frenar los contactos sociales buscaba ser una herramienta clave de contención, pese a ello se pasó de los 151 casos a los 198 casos por cada 100.000 habitantes.
Ante este incremento constante, el consistorio anuncio una nueva medida: cerrar los juegos infantiles. Para entonces la incidencia acumulada era de 151 casos y descendió hasta los 134 casos un mes después, a fecha 12 de octubre.
Números que deja la pandemia los cuales demuestran que para comprobar el resultado real de las medidas es necesario dejar un margen de actuación. Así lo ha apuntado el concejal de seguridad, Aarón Cano, quien ha defendido que “si no hubiéramos tomado medidas estaríamos como otras grandes ciudades de España”.