La campaña de Compromís contra la ampliación del puerto de València llega a la EMT haciendo un llamamiento a preservar la Albufera, las playas y la calidad del aire
Compromís inicia este martes en diferentes autobuses de la red de la EMT, su campaña contra la ampliación de puerto de València que bajo el lema "Respirar, la Albufera, las Playas, Importan", trata de visibilizar el imprescindible valor que tiene el Parque Natural de la Albufera, las playas y contar con una buena calidad del aire para toda la ciudadanía.
De esta manera, la coalición ha elegido aquellas líneas que viajan a los puntos más afectados por la ampliación del puerto, como las playas del sur de la ciudad y los barrios marítimos. Así, el objetivo, por un lado, es señalar cómo afecta la ampliación a las playas del sur, que ya amenazan las dunas protegidas y ponen en peligro la supervivencia del Parque Natural de la Albufera, y por la otra, visibilizar los problemas de contaminación ambiental que sufrirán las vecinas y vecinos con el aumento del tráfco marítimo, uno de los principales responsables de las emisiones contaminantes en la ciudad de València.
La campaña consistirá tanto en el vinilado exterior de varios autobuses como en un vídeo que se emitirá por el canal EMTV a las pantallas de todas las líneas que van a las playas. Todo con el objetivo de concienciar a la ciudadanía de los múltiples impactos negativos que la hipotética ampliación del puerto tendría sobre su salud, el medio ambiente y las playas de València.
Además, Compromís repartirá en los barrios más afectados por la ampliación dípticos con información para desmitifcar las 10 principales mentiras que los especuladores del puerto, con el visto bueno del presidente de la Autoridad Portuaria de València, Aurelio Martínez, se dedican a difundir en charlas y medios de comunicación.
Falacias como que la ampliación aumentará los puestos de trabajo, cuando los propios sindicatos ya alertan que la automatización de las terminales destruirá decenas de puestos de trabajo; que la obra no costará un euro a la ciudadanía, cuando ya se sabe que el coste directo será, como mínimo, de 458 millones públicos; o que la ampliación cuenta con una evaluación ambiental favorable, cuando la que tiene es del año 2007 y está caducada según la ley.