El Cabanyal se viste de luz, color y alegría en el Desfile de Resurrección

El redoble de tambores a primera hora de la mañana ya anunciaba que este domingo la fiesta iba a inundar cada esquina dels Poblats Marítims. Y así ha sido. Los vecinos del Cabanyal se han despertado con el sonido de las bandas de música de fondo para celebrar uno de los actos más especiales de la Semana Santa Marinera: el Desfile de Resurrección.

Es un acto único en toda España, y el tercer acto colectivo de esta fiesta de interés turístico nacional, en el que el color, la música y las flores son los protagonistas. Aunque el Desfile comienza a mediodía a partir de las nueve de la mañana comienzan ya a procesionar las distintas parroquias para reunirse todas en el Mercado del Cabanyal y salir en conjunto en la procesión más colorida de todas las fiestas.

Los tonos claros y los báculos adornados de flores son el atuendo por excelencia. También los personajes bíblicos han cambiado sus atributos por flores y no hay imágenes, ni pasos y la música es festiva. Una procesión de unos dos horas de duración y en la que miles de vecinos, turistas y curiosos se acercan para ver pasar a los más de 4.000 participantes entre músicos y cofrades pertenecientes a 30 hermandades.

Otra de las peculiaridades que hacen único a este desfile es el lanzamiento de flores. Los espectadores lanzan halagos para recibir, a cambio, el mejor tallo y conseguir hacerse así un ramo. Es costumbre y entretenimiento, sobre todo, de los más pequeños. Fiesta, alegría y color en un domingo en el que ha lucido el sol.

Al finalizar el desfile la Hermandad del Santo Sepulcro ha realizado otro de los actos tradicionales de la Semana Santa Marinera, el Caracol: en la plaza de la Cruz del Canyamelar los miembros de la hermandad se han concentrado sobre un eje central, formando un caracol. Después lo han ido deshaciendo, una tradición de más de cuarenta años de historia y que alude a la finalización de la fiesta y la preparación de un nuevo ejercicio.