Cambio de temporada
Parece que esta vez los ciudadanos empiezan a querer ir en serio en eso de plantar cara en las urnas, los resultados de las recientes elecciones europeas están provocando las primeras reacciones de los hasta hoy intocables e inamovibles líderes nacionales, al menos en el bando socialista, que parece que con los populares no vaya la cosa. Los populares alcorinos, que repito una vez más, NO OBTUVIERON MAYORIA EN LAS URNAS, están dándose un placentero paseo por la legislatura sin tropiezo alguno, así que es de lo más normal que a la alcaldesa le esté resultando una legislatura fácil y exenta de oposición. A título personal, no puedo estar más de acuerdo, mal que me pese ya que lo natural en esta legislatura habría sido la unión de fuerzas progresistas; la mayoría de los votos emitidos en l’Alcora, pero no fue así a pesar de los intentos y nadie en sus cabales, es capaz de negar que existe el pacto populares-nacionalistas, aunque siempre reconocí que son prácticas legales dentro del desarrollo de la política.
Y así seguimos, sin hablar de moción de censura y engrosando tragaderas, no sin privilegios a cambio. Recordar el pleno de investidura en el cual aplicando la matemática, tanto Pp como Psoe tenían las mismas posibilidades de obtener la alcaldía, pero estaba claro que Alcora iba a tener alcaldesa, así que los ediles de Compromis ¡sorpresa! votaron en blanco, permitiendo que Meche Mallol accediese al lugar que aún hoy ocupa plácidamente. Hoy y al hilo de lo que está ocurriendo, he recordado esto y lo vuelvo a compartir con quien lo desee, hace cien años que esto fue escrito y sigue tan actual que asusta; B. Perez Galdos, “La fe nacional y otros escritos sobre España”, fechado en 1912.
“Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el poder son dos manadas de hombres que no aspiran a mas que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica y adelante con los farolitos…”
“Si nada se puede esperar de las turbas monárquicas, tampoco debemos tener fe en la grey revolucionaria(…)no creo ni en los revolucionaros de nuevo cuño, ni en los antediluvianos (…)La España que aspira a un cambio radical y violento de la política se está quedando, a mi entender, tan anémica como la otra. Han de pasar años, tal vez lustros, antes de que este régimen atacado de tuberculosis étnica, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental”.
Aprovecho este momento para sacar la cara por alguien a la que durante tantos años he apreciado; Mónica “azote” Oltra, se que no se enfadará con mi ironía. Mónica acaba de ser objeto de la singular aplicación que el partido popular hace de las leyes, o sea, a su p… bola, expulsando a quien en el uso de su libertad de expresión osa plantar cara a las injusticias, mientras que permite que imputados en casos de corrupción, sigan acudiendo a pisotear los derechos de los ciudadanos desde los escaños, aunque solo sean los días de votaciones importantes para el propio PP. ADELANTE MONICA, los ciudadanos de bien estamos contigo.
En el último pleno, volví a preguntar una vez más sobre el estado de los desagües de aguas fecales de la Pista Jardín, que estaban incluidos en la obra del Plan Confianza, y ya ha llovido, ya. El impago de la Generalitat provocó la paralización de las obras y, aunque el equipo de gobierno se comprometió a reunirse con los responsables para subsanar las carencias, nada se ha movido. Esto sigue causando desde hace muchos meses, un gasto añadido a las poco sobradas arcas municipales. Pero la verdad, a juzgar por su buen humor, este tema no parece quitar el sueño a la alcaldía.