Veinte días de denuncia. Veinte años de manipulación
Después de un precipitado decreto que ni siquiera han tenido tiempo de publicar en el Boletín Oficial de la Generalitat Valenciana. Después de escuchar desde el plató de televisión las opiniones de los diferentes grupos políticos; algunos de los cuales, vetados, era la primera vez que pisaban esas estancias. Después de un maratoniano debate en directo de algo más de doce horas con las voces de los invitados que entraron saltando por las ventanas traseras. Después de que, por primera vez, la portavoz de las víctimas del Metro de Valencia, a la que Canal 9 tuvo muda, pudo hablar del accidente que costó 43 muertos y 47 heridos, mientras Benedicto XVI se acercaba a Valencia sin saber que a su sombra había oscuros negocios al servicio de la trama Gürtell. Después de un purgatorio de veinte días en que los trabajadores han denunciado lo que en dos décadas no denunciaron y debieron haber denunciado. Después de que confesaran, durante esos veinte últimos días, que sus noticieros estuvieron manipulados y que su profesionalidad la cortaron (sin que ellos protestaran ni una sola vez) las tijeras de unos jefes puestos ahí solo por ser hombres de confianza del partido gobernante. Después de escuchar a Iñaki Gabilondo decir “que se llega a esos extremos porque los periodistas se dejan manipular en su trabajo y también cuando un político convoca una rueda de prensa y todos los profesionales no se levantan de inmediato en el mismo momento en el que el dirigente les dice que no va a admitir preguntas”. Después de entender el repelús de este partido hacia todo lo que es público (que solo les sirve para que esté a su servicio o para destruirlo). Después de recordar que el PP ha ido enchufando a amiguetes hasta llegar a la astronómica cifra de 1.695 y ha ido apartando a las voces críticas. Después de mirar atrás y recordar que recibieron en herencia una TV con 40 millones de deuda y la han elevado hasta 1.200 MM. Después de ver como este el gobierno, utilizando su mayoría absoluta, aprieta y saca su vara represiva para acallar, infundiendo miedo con amenazas de multas escandalosas, a quienes no pueden más y protestan.
Después de todo eso y de que horas antes un técnico (conocido por sus compañeros y ahora por todos con el nombre de Paco Signes “Telefunken”) se negara a cumplir la orden recibida de desconectar la señal. Finalmente a las 12 horas diecinueve minutos del pasado día 29 de noviembre, la emisora que debió haber sido de todos los valencianos y que no lo fue porque solo estuvo al servicio del partido en el poder, se desconectó. Se quedó sin señal, hasta no se sabe cuando, tras entrar allí el Secretario Judicial rodeado de policías, mientras los trabajadores compungidos, entre sollozos, pensando en lo que perdían y arrepentidos por no haber denunciado antes lo que antes debieron haber denunciado, gritaban: “Es un colp d´estat” “Fabra dimisió” “No teniu vergonya”.
Han enmudecido una entidad pública los mismos que la han hundido con enchufados, despilfarros y noticieros al servicio del partido. Con el cierre de la televisión autonómica, quedan para el recuerdo programas basura como Tómbola y una manipulación informativa sin precedentes.
Alberto Fabra, tras haber dado curso a la orden de cierre dictada por Montoro, intentó alejarse de la previsible bronca desplazándose con su gobierno a Ibi. No sirvió de nada. Entró y salió entre pitos y abucheos. Unos abucheos que siguen a cada comparecencia suya.
Consumado el cierre, deberían abrir una investigación independiente para poner cara a cada uno de los atropellos cometidos en una larga historia, tan larga como nefasta, y exigir a los responsables que devuelvan el dinero que gastaron en contratos a amiguetes y comisiones de eventos como la visita del Papa. ¿Sería pedir mucho que al menos nos pidieran perdón a los que nos va a tocar pagar las inmensas deudas que ellos y solo ellos, han generado?
Esta Comunidad, que quienes gobernaban y gobiernan han dejado sin bancos, ni cajas de ahorros, ni cajas rurales (en manos de madrileños, de catalanes y de andaluces); que quienes gobernaban y gobiernan han llenado de inmuebles inservibles y eventos ruinosos; que quienes gobiernan durante tantos años, siguen ahí tras haber convertido las finanzas de esta Comunidad en bonos basura y de haber llenado de imputados las Cortes Valencianas, sin mostrar el menor atisbo de arrepentimiento. Tantas mayorías absolutas no se las dimos para esto.
LO EXTRAÑO
Lo extraño no es que este Papa sea noticia por lo que dice, ya que lo que dice está en la esencia del cristianismo, lo realmente extraño es que los que le precedieron no dijeran lo mismo que él. Fíjense si no: “Hoy todo entra dentro del juego de la competitividad y de la ley del más fuerte, donde el poderoso se come al débil.” “Se reclama mayor seguridad, pero hasta que no se reviertan la exclusión y la inequidad dentro de una sociedad entre los distintos pueblos será imposible erradicar la violencia” “Cuando la sociedad -local, nacional o mundial- abandona en la periferia una parte de sí misma, no habrá programas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad. Esto sucede porque el sistema social y económico es injusto de raíz” “Mientras las ganancias de unos pocos crecen exponencialmente, las de la mayoría se quedan cada vez más lejos del bienestar de esa minoría feliz. Este desequilibrio proviene de ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera”.
UGT
Buscaron, tras la transición, sindicatos dóciles, en menosprecio de otras opciones más reivindicativas. Los instalaron en el poder, en Comunidades y Consejos de Administración; les dieron subvenciones y cursos de formación para que de ahí obtuvieran ingresos para financiarse. La estructura y la confianza les perdieron y no tuvieron en cuenta que a ellos se les exige un plus de honradez. Cualquiera puede esconder dinero en su casa, pero ellos no. Cualquiera puede aportar facturas falsas para deducirse el IVA e incrementarse los gastos, pero ellos no.
Es una vergüenza ver como los poderes institucionales aprenden tan rápidamente unos de otros. Hace poco veíamos al PP destruir el disco duro del ordenador que Bárcenas utilizaba y ahora acabamos de saber que UGT ha hecho lo mismo con el suyo ¿Será para obstaculizar a la justicia y que no se extraigan de ahí pruebas incriminatorias? Será, será.
Este país necesita una limpieza a fondo y una regeneración moral porque se está deteriorando demasiado todo y por todos los rincones. Son tiempos duros en los que no caben abusos desde el poder, ni en bolsos ni en mariscadas, ni repartos de cargos, con altos salarios, que sirven solo para acallar voces y compartir complicidades.
No deben desaparecer los sindicatos ni los partidos. Deben ser otros sindicatos y otros partidos.
Los datos demuestran que se esta trabajando muy bien y eso es debido a unas buenas políticas.