Las tijeras apuntan ahora a los pensionistas

Ud. se jubiló y cuando en el INSS le calcularon la pensión, le dijeron que cada año se la incrementarían según subiera el IPC. Incrementarle la pensión según el IPC no es incrementarle su poder adquisitivo sino mantenérselo en euros constantes.

El gobierno anterior, por presiones europeas que nunca confesó, congeló las pensiones más altas y revalorizó las más bajas.

Son hechos tan claros como ciertos. Hay que recordarlos porque la memoria suele ser frágil y frecuentemente la propaganda la anula.

También hay que recordar que el gobierno que ahora nos gobierna denunció con firmeza aquella congelación y que nosotros, creyéndoles, les dimos la abultada mayoría de la que ahora disponen. Prometieron por activa y por pasiva; juraron y perjuraron, que no recortarían las pensiones y en su campaña electoral acababan cada mitin preguntando el orador: “¿Quién ha congelado las pensiones?” El público, jocosamente respondía: “Zapateroooooooo.” ¡Cuan simple era todo en aquellos momentos! sin espacio para reflexionar sobre qué culpa atribuir a Europa, a la banca, a Zapatero o al sistema.

Ahora, ya con todos los votos en sus manos y con las tijeras bien afiladas, apoyándose en su mayoría, han recortado en dependencia, sanidad, educación, investigación y un largo etcétera de partidas al tiempo que han subido luz, tasas, IVA,...y van en busca de los enfermos crónicos. Finalmente han dirigido su mirada a las pensiones con el propósito, no de congelarlas temporalmente, sino de cambiar las reglas del juego para recortarlas, es decir bajarlas un año y el siguiente y los siguientes.

De ahora en adelante, en tiempos de crisis y con una inflación del 2-3% se proponen fijar un “incremento” del 0,25%, por lo que la pérdida será del 1,75-2,75% anual. Cuando la economía se recupere (tal vez algún día que no todos veremos) la actualización será de un máximo del 0,25% sobre el IPC.

Sé que la Seguridad Social ahora mismo tiene un déficit (y también un fondo creado por el gobierno anterior para estos periodos) y que en estos momentos no es conveniente reducir ese déficit por la vía de aumentar las cotizaciones a la Seguridad Social, dadas las dificultades por las que atraviesan trabajadores y empresas, pero lo que no puedo entender es que se nos diga que lo hacen “para evitar que las pensiones se congelen” “para mantener el poder adquisitivo de los pensionistas” y, como Zapatero, omitan decirnos que Europa está detrás de los recortes, con el objetivo, no declarado, de salvaguardar a los inversores que compraron nuestra deuda y nuestros fondos basura; también para el gasto en “saneamientos”.

Desde el gobierno han calculado (estimando de manera muy optimista una inflación de solo un 1%) que van a “ahorrar” (es decir quitar a los pensionistas) cinco mil millones anuales. Van a quitar poder adquisitivo a los pensionistas, a todos; también, de manera injusta, a los cuatro millones que cobran pensiones mínimas. Más: una probable etapa inflacionista (probable porque Japón y EEUU están inyectando mucho dinero en la economía) va a reducir drásticamente unos ingresos que hoy son el único sostén de muchas familias.

Llueve sobre mojado. El recorte a los pensionistas se ceba en un sector que fue engañado primero con las preferentes y luego con acciones. No ha sido suficiente. Quieren más. Quieren sacar tajada de ahí para sanear los 36.000 millones de “saneamientos bancarios” que se han producido hasta ahora y que es probable se incrementen.

Dentro de nada escucharemos a este gobierno sacar pecho (ya empieza a hacerlo) diciéndonos que está poniendo en orden las finanzas españolas. Un orden injusto, hecho a la medida de unos pocos y en perjuicio de la gran mayoría que observa atónita como Rodrigo Rato, uno de los muchos artífices del abultado déficit del Estado, hace estropicios y luego, el poder financiero le reclama para sentarse a la vera de Botín con un sueldo libre de recortes.

EL DIA A DIA

En esta cazuela hirviendo en la que estamos todos, Esperanza Aguirre dice que sobra anti catalanismo y que “hay que catalanizar España”, que “a los españoles les vendría muy bien conocer y amar más a Cataluña y lo catalán”. Lo contrario de lo que dijo el ministro de Educación que proponía “españolizar Cataluña”. Lo contrario de quienes han hecho campañas contra el agua y el cava catalanes.

Casi al mismo tiempo el Papa Francisco, con un automóvil 4L de latón, vuelve a agitar las aguas hablando de un mayor protagonismo para la mujer; dice ante suburbios que el capitalismo tiene un ídolo llamado dinero y lleva a esta tragedia y dice también que la iglesia no debe obsesionarse tanto en el aborto, el divorcio, los homosexuales y los anticonceptivos. También ha dicho que no es de derechas (¿Será de centro? ¿De izquierda? A mí me importan los hechos y muy poco las etiquetas), para escándalo del integrismo español encabezado por Rouco y Martínez Camino, amigos del poder, de la buena mesa, de los palacios arzobispales y del olvido a inmigrantes y desempleados.

Los poderes fácticos vaticanos ya deben estar moviendo sus fichas para intentar acabar con este Papa rompedor que agita los pilares de una iglesia que Francisco quiere acercar a los principios del Evangelio.

Me temo que dentro de nada este Papa prohíba que los curas se declaren herederos de los bienes de las beatas y ordene que esos legados vayan a Cáritas, a Ayuda en Acción u otras ONGs. Se armará la de dios.

LAS HORMIGAS Y EL COL.LEGI COLUMBRETES

Las hormigas son insectos que pueden levantar 50 veces el peso de su cuerpo, algo que no podemos hacer los humanos. No estamos diseñados para eso, como tampoco lo está una estantería para soportar, sin resquebrajarse, más peso del previsto.

Los expertos hablan de que un niño no debe llevar en la espalda más del 15% de lo que pesa porque hacerlo puede ocasionarle lesiones en su columna vertebral.

Dicho esto, entiendo que es una barbaridad que a niños de 12 años del Col.legi I. Columbretes (no sé si otros también) tengan que cargar con pesos de siete kilos ochocientos gramos en libros y cuadernos para acudir a clase. Alguien tiene que dar la solución.