El IBI según mis cálculos

La vivienda y la inversión inmobiliaria en general han sido refugios tradicionales del ahorro que, instalado ahí, ha buscado seguridad y dotar a la economía familiar de bienes reales susceptibles de ser enajenados ante cualquier necesidad extraordinaria.

La especulación y el negocio fácil que hemos vivido en los últimos años, no tienen nada que ver con eso, pero tras ese periodo nefasto, está ocurriendo que desde que empezó la crisis en el 2008 el valor de los inmuebles no solo no ha dejado de bajar sino que, ahora mismo hay que decir que valen la mitad o menos de lo que valían y, algo más grave: no hay mercado y nadie tiene garantías de poder vender, aun a precios muy bajos, si necesita obtener liquidez.

En esta situación tan extraña oigo decir al Sr. Fuster, edil responsable de las finanzas municipales, que “el gobierno se propone homogeneizar los valores catastrales para evitar las diferencias actuales”. “De ese modo -sigue diciendo Fuster- se conseguirá evitar un incremento del 10% anual de forma obligatoria y podremos modificar a la baja el tipo impositivo que el Ayuntamiento aplica al IBI”.

Sr. Concejal, la vivienda está arruinada y el patrimonio inmobiliario familiar de las clases medias no es, ahora mismo, un signo de riqueza, sino mas bien una carga. He analizado los incrementos del IBI desde que empezó la crisis y mire con lo que me he encontrado partiendo del año 2007 como base:

Incremento de la cuota a pagar del 8,38% en el 2008

Incremento de la cuota a pagar del 8,02% en el 2009

Incremento de la cuota a pagar del 1,00% en el 2010

Sin incremento en el 2011

Incremento de las cuota a pagar del 15,66% en el 2012

Ello supone que, según mis cálculos, si las matemáticas no fallan, (y no creo que fallen), desde que ha empezado la crisis el IBI se ha incrementado nada menos que en el 34,37%, precisamente en un periodo en el que el valor de las viviendas se ha reducido a la mitad o menos.

Como ve, Sr. Concejal, son incrementos constantes año tras año, salvo en el 2011 que fue año electoral. Ahora nos anuncia Ud. que va a bajarnos un 3% el próximo año que, casualmente, también es año pre-electoral ¿Y el año siguiente de las elecciones? ¿Tendremos una subida tan brutal como la que nos propinaron en el 2012?

La vivienda y los inmuebles en general han dejado de ser un bien refugio del ahorro familiar para convertirse en cargas difícilmente soportables en una sociedad en plena crisis cargada de gastos y con ingresos crecientemente menguantes.

Opino que, mientras no exista un mercado inmobiliario normalizado, es injusto cualquier incremento de los impuestos en ese sector, ya que los valores catastrales han dejado de ser el 50% del valor de mercado a ser superiores en demasiados casos. Comprar hoy un inmueble a precio de valor catastral es muy fácil. La ciudad está rebosante de carteles con el aburrido “se vende” que se caen de viejos.

Mas bien, ¿lo justo no sería rebajar el impuesto que grava un bien de bajo valor y difícilmente vendible?

También opino que quien está imponiendo esas barbaridades de incrementos que Ud. menciona en sus declaraciones, es Montoro, es decir el cabeza pensante de su partido que ha propiciado tantas restricciones en los servicios sociales y la vez la disminución de los ingresos de las clases medias y bajas. Estaría bien que Uds. se manifestaran apuntando contra algo tan injusto.

¿Quieren recaudar de forma justa? Es muy fácil: a través de un impuesto progresivo sobre la renta (IRPF), -es decir sobre los ingresos que se generan; con un principio tan básico como el de “más gano más pago, menos gano, menos pago”- y una actuación decidida contra el fraude.

Recaudar a través de IVA, prepagos, copagos e IBIs es hacerlo de manera tan equivocada como injusta. Al menos esa es mi opinión y la mantendré mientras el mercado inmobiliario esté como está.

OTRO MENSAJE DE FRANCISCO
El Papa, hablando otra vez muy claro, ha arremetido contra los que con una mano defraudan al Estado y con la otra dan dinero a la Iglesia. “Se merecen -lo dice Jesús no lo digo yo- que les pongan en el cuello una piedra de molino y los arrojen al mar” “Algunos se dicen: yo soy un benefactor de la Iglesia. Meto dinero en el bolsillo y doy dinero a la Iglesia. Pero con la otra mano roba al Estado, a los pobres…Roba. Esta es la doble vida” “La dignidad viene del trabajo digno, del trabajo honesto, del trabajo de cada día y no de esos caminos más fáciles que al final te quitan todo”.