El ruido, las nueces y el silencio
Ruido es escandalizarse por la legalidad de que tres partidos hayan acordado gobernar con un programa en común. Ruido es escandalizarse porque en Valencia hayan puesto en una convocatoria una palabra que suena a catalán. Ruido es que se convierta en noticia de primera página y punto central de las tertulias el quitar un retrato del Rey. Ruido es que el PP se escandalice porque uno de los suyos haya declarado que está en el Senado “para tocarse los cojones”. Si ese partido comprobara lo que hacen en el Parlamento otros conocidos personajes, vería que están haciendo exactamente lo mismo: tocarse los cojones. Ruido es lo que está montando toda la oposición porque el Ministro del interior haya recibido a un presunto delincuente como Rato. Lo trascendente para mi es lo que allí se habló y que esa grabación esté en manos del juez. Escucho decir al ministro que atendió a Rato por la preocupación de éste por su seguridad personal ¿va a recibir el máximo responsable de interior, de ahora en adelante, a todas las mujeres que se sienten amenazadas?
Las nueces son las políticas que van en contra de que se especule con viviendas, frenando que se vendan 2.086 a fondos buitre. Nueces son las 30.000 personas que desde ahora podrán ser atendidas en los hospitales públicos en nuestra Comunidad. Nueces son 84.000 becas comedor para niños. Nueces son que nuestros nuevos gobernantes vayan a trabajar en metro, a pie o en bici. Nueces son que los políticos se bajen los sueldos, se dejen de coches oficiales y guardaespaldas y de hospedarse en hoteles de lujo de 800 euros la noche.
En silencio nos enteramos que hay bancos y otras empresas que han duplicado sus beneficios en plena crisis. En voz baja escuchamos la propuesta de esos mismos bancos de cobrar dos euros por cada operación realizada en sus cajeros. También en silencio, el gobierno de Rajoy aprobó en 2013 incrementar en un 92% la parte fija de los recibos de la luz. Ese mismo gobierno, haciendo ruido, dice ahora que la luz nos la bajarán un 3%. Con poco ruido ponen impuestos a quienes instalan en sus casas paneles solares para que ninguna familia deje de ser cliente de las eléctricas.
En silencio y discretamente hay muchas personas dedicadas a investigar la vida pasada de los nuevos cargos electos. Al encontrar un tuit o la participación en un acto de protesta ponen los altavoces para que se escuche el ruido: ¡No puede gobernarnos gente que actuó en el pasado de ese modo! No pueden, pero ellos sí podían poner en su lista a un personaje que era un golfo, insolvente y ludópata antes de estar en política. Luego, ejerciéndola, el citado personaje ha añadido otras “virtudes” a su curriculum, con el silencio cómplice de todos y una adhesión vergonzosa.
En silencio la esposa de Aznar, doctorada en la escuela del magnate Rupert Murdoch, vendió 1.800 viviendas públicas a la Real State-Blackstone. Otro insigne de la capital Ignacio González, (el del lujoso ático marbellí de dudosa procedencia) hizo lo propio para facilitar a sus amigos de Goldmaan Such la compra de otras 3.000 viviendas. Otro de los grandes, y actual enemigo por temas de soberanía, Arthur Mas, también estuvo a punto de vender otras 14.000 viviendas por el mismo procedimiento.
En silencio, el Estado dio su aval a empresarios de autopistas para que las construyeran intentando ganar dinero, garantizándoles que no lo perderían. Algo parecido es lo que se ha hecho en esta Comunidad con “el aeropuerto del abuelo”, entregándoselo a una empresa con el compromiso de pagarle si el número de pasajeros no es el previsto. Que no va a ser.
En silencio se han firmado en esta Comunidad contratos millonarios con Julio Iglesias, miembros de la Casa Real, Ecclestone y Gerard Depardieu, entre otros, para luego, haciendo ruido, fotografiarse junto a ellos y decir que venían aquí atraídos por la confianza y el empuje de nuestra Comunidad.
En silencio tomaron el poder en nuestras saneadas Cajas, para una vez allí arruinarlas a ellas y a sus clientes, favoreciéndose y favoreciendo a sus amigos.
En silencio, en esta Comunidad, se han firmado acuerdos con el arquitecto estrella Santiago Calatrava, que ha construido chapuzas triplicando costes y llenando de deuda a la Generalitat. También en silencio, nuestros políticos recibían regalos que ablandando sus corazones favorecían los negocios.
Oigo muy poco ruido cuando se descubre que dos ministros (García Margallo y Arias Cañete) han defraudado en sus declaraciones de renta. “Fue un error”. Cuando otros han buscado pagar menos tributando a través de una sociedad, la cosa cambia. Ya no se trata de un error. Querella y mucho ruido.
En silencio se aparta a muchos políticos de sus puestos para darles, con otro cargo, un retiro bien remunerado para que sigan disfrutando y guarden silencio.
Deliberadamente se dedican a hacer ruido, mucho ruido, para que, ensordecidos, no nos concentremos en el sabor de las nueces.
Sr dem car sim, li done les gracies per eixe comentari ja que vol dir una cosa, que voste seguis tambe els comentaris magistrals de D. Jose Pasqual Enrique. Per altra permeteixcam no alçar el puny quant se interpreta l'himne pero em sec orgullos tan del himne de Espanya, com el de la Comunitat Valenciana. Si ara que ja estic major no puc -per la artrosis-,no tinga dubtes que quan podia fer-ho, tampoc ho fea i tinc adems veries citacions de fa mols any de anar al cuartelillo per -ha demostrarte-ho. Lo meu Solo es una opinión, Ud. perdone, cada qual que actue com crega.