A propósito de la Administración y S. Gregori

Algún día los funcionarios de la Administración local y los políticos que nos gobiernan tendrán muy claro que están ahí pagados con los impuestos de los ciudadanos, y que los ciudadanos les pagamos para que nos presten un servicio ágil y eficiente.

Ese día llegará con el año nuevo o dentro de muchos años, pero llegará. Cuando llegue ya nunca jamás se tomará a oscuras ninguna decisión importante, como se hizo con el PAI de Sant Gregori (y suele hacerse en todas las urbanizaciones de suelo en donde el ansia de beneficio rápido prima sobre los intereses de los ciudadanos.)

Algún día, cuando un alcalde conozca una actuación urbanística importante (y los alcaldes suelen ser los primeros en conocerla), actuará consultando a los vecinos afectados y serán ellos quienes decidirán la conveniencia de seguir o no adelante con el proyecto.

Algún día, cuando a quienes elegimos (los políticos) y a quienes pagamos (políticos y funcionarios) estén al servicio de los ciudadanos, será impensable que un alcalde aproveche la información que recibe en función de su cargo para comprar parcelas baratas especulando con ellas a la sombra de los propietarios y de los votantes, con el propósito de beneficiarse (lo digo más claro: de forrarse) en interés propio y en el de sus familiares y amigos.

El día en el que los gobernantes estén al servicio de los ciudadanos, no ocurrirá que quienes hayan presentado un aval por proyectos dilatados (y finiquitados) como el de S. Gregori, no se les informe, desde la Administración Municipal, diciéndoles que pueden cambiar dicha garantía por una anotación en el Registro de la Propiedad, obteniendo así un considerable ahorro en comisiones bancarias. También será impensable que cuando alguien se entere y acuda al Ayuntamiento a realizar dicho cambio de garantías, le pase -como a mí me ha pasado- que he tenido que esperar ocho meses de gestiones y siete días más para recoger la resolución final porque estaba “pendiente de firma” ¡durante siete días!

¿Dije “último trámite”? No. A partir de ahí queda todavía la obligación de acudir al Registro de la Propiedad, pagar unas tasas por anticipado (el Registrador no quiere demoras en el cobro de sus facturas) y esperar otros diez días a que el trabajo esté hecho. Luego volver al Ayuntamiento para que sean ellos quienes reclamen la devolución del aval a la entidad financiera. (Aunque, según me han indicado, este último trámite puede obviarse acudiendo directamente al banco con la Nota Registral.)

En mi caso, la falta de información y la demora del proyecto gregoriano (muerto y sin enterrar) me ha supuesto un coste en comisiones bancarias superior a tres mil euros. Es por eso que, pensando en que aún deben quedar muchos propietarios en la misma situación, suplico, desde estas páginas, a que alguien, desde el poder político o desde la administración, avise a los afectados de que pueden canjear su aval por una anotación registral. De no hacerlo se les está condenando a pagar unos gastos durante años y años y años, y eso es injusto e innecesario. Yo no puedo hacer otra cosa que alertarlo desde esta página que me brinda amablemente elperiodic.com

Estoy seguro que vendrá un día en el que tendremos una Administración ágil sin aburridos escritos farragosos y repletos de considerandos, en el que los políticos atenderán sin demoras los problemas de la ciudadanía. Un día en el que los funcionarios, todos ellos, actuarán con rapidez para resolver diligentemente los problemas de quienes, con nuestros impuestos, les pagamos.

Algún día, ese día, ningún funcionario se atreverá a decir a ningún ciudadano, como a mí me han dicho al final de la larga espera de ocho meses: “Si tenía Ud. tanta prisa haberlo solicitado antes”.

Algún día llegará ese día. Aunque sea dentro de muchos años.

CON LA BOCA GRANDE

Con la boca grande dice el partido que nos gobierna (lleno de escándalos por todos sus rincones) que quiere acabar con la corrupción. Con la boca pequeña, con disimulo, aprueban leyes para forzar a los jueces a que no prolonguen la instrucción de los sumarios más allá de seis meses. Medida ésta que aparentemente está bien, pero solo aparentemente, porque no dotan a los juzgados de suficientes recursos humanos y materiales, y los jueces tienen sus despachos empapelados con las causas que acumulan. En esas condiciones, limitarles el tiempo para completar los sumarios es fomentar la prescripción y que las causas acaben archivadas. Con leyes así, el Gürtell y los Eres ya habrían prescrito, y Carlos Fabra estaría en la calle y seguiría diciendo que es inocente.

Con esa forma de gobernar, (impidiendo que se investigue el escándalo de Bankia, manipulando la TV pública y apartando al juez Ruz) y con la sociedad sufriendo las consecuencias de políticas injustas, no es de extrañar que en la última encuesta de Metroscopia, que acaba de publicarse, el PP tenga solo el 20% de intención de voto, muy por debajo del Psoe y Podemos. En tan sombrío panorama, para ellos, Rajoy dice que quiere ser candidato a la reelección sin enterarse de las medidas que este país reclama con tanta urgencia.

Feliz navidad a los amigos, lectores y a todos, y muy especialmente a los políticos y funcionarios honrados y eficientes.