¿Es posible analizar desapasionadamente a Fidel Castro?
En los últimos días de Noviembre la muerte ha hermanado a tres personajes dispares. Los tres han dejado huella y a muy pocos indiferentes.
De la ex alcaldesa de Valencia ya expuse, en mi último artículo, mis impresiones sobre su trayectoria política y humana. También lo que supuso, para unos y otros; sobre la corrupción que la rodeó y sobre su repentina desaparición y la utilización de su muerte con fines partidistas.
Marcos Ana fue un joven idealista, y como tal, soñó en un mundo más justo. Por eso, por declararse comunista, y por una acusación falsa de asesinato, Marcos fue encarcelado y permaneció en prisión hasta los 42 años, convirtiéndose el preso que más tiempo ha estado encarcelado durante el franquismo. En su habitáculo, su sensibilidad le llevó a escribir versos que, clandestinamente, fue sacando al exterior para que llegaran a los oídos de los que quisieran escucharle. Cuando alcanzó la libertad fue un poeta reconocido y venerado y salió de su condena integro, sin rencor, con la ilusión de su juventud, con la sonrisa en sus labios y perdonando a quienes habían arruinado su vida.
Al lado de ellos, otro personaje de indiscutible proyección internacional, Fidel Castro, ídolo de ideales revolucionarios que pretendieron cambiar el mundo, tuvo la osadía de plantarle cara al gigante de su patio trasero. Es imposible referirse a él con un análisis tranquilo y desapasionado de lo que ha ocurrido en la isla de bueno y de malo en sus 57 años de gobierno y control absoluto. También ha dicho adiós a sus 90 años.
Fidel empezó a escribir su historia el día el 1-1-59 tras derrotar a Fulgencio Batista, un gobernador corrupto apoyado financiera y militarmente por EEUU que había convertido a la isla caribeña en un prostíbulo de corrupción, drogas y alcohol.
La decisión de Castro de nacionalizar a las grandes empresas americanas que operaban en la isla le enemistó con su vecino y le obligó a ponerse en manos de la URSS en años de guerra fría.
La revolución tuvo sus mayores éxitos en el desarrollo de la medicina (la mortalidad infantil está al nivel de Europa y la esperanza de vida ha crecido 15 años) y también en el campo de la educación. Su mayor fracaso ha estado en la falta de libertades y en las carencias alimentarias y de productos tan básicos como el jabón o el papel higiénico.
Si en educación logró una escolarización del 100%. En medicina el número de médicos por habitante tiene la mejor tasa del mundo: uno por cada l30 habitantes, sin necesidad de computar a los médicos que Cuba tiene repartidos por varios países.
Desde que nacionalizó sus empresas, su vecino americano le ha estado vigilando y acosando permanentemente. Los documentos de la CIA confirman el número de atentados que se planearon para acabar con su vida: nada menos que seiscientos.
Además, desde EEUU se impuso un bloqueo a la isla que aún perdura. Alcanzó su punto más álgido con la Ley Burton-Helms con la que la primera potencia mundial legisló castigar a cualquier país del mundo que haga negocios, intercambios o inversiones con el régimen cubano. La ONU, en múltiples resoluciones ha condenado ese bloqueo con el voto siempre en contra de solo dos países, Israel y EEUU.
Para sobrevivir, Castro se refugió primero en la URSS de la que obtuvo ayudas y un trato comercial preferente y luego en la Venezuela de Chávez que le facilitó 100.000 barriles de petróleo a bajo coste a cambio de 25.000 médicos.
La idea internacionalista está impresa en el ADN de los cubanos. Con la crisis del Ébola Cuba ofreció 15.000 médicos para combatir esa enfermedad. A Liberia, Guinea y Sierra Leona llegaron 450 médicos y enfermeras. Cuba llegó a tener medio millón de compatriotas en guerras de la independencia de países de África y América. Ayudó en la liberación de Angola con 3.500 hombres. Participaron en la independencia de Namibia y en la caída del apartheid sudafricano. Mandela le agradeció su ayuda. En 1991 salieron de África dejando allí miles de médicos.
Fidel ha fracasado en su sueño de derrotar el capitalismo y no ha logrado que los isleños tuvieran libertad y una vida fácil.
El ansia de hallar una vida mejor ha empujado a 2'5 millones de cubanos a huir a Florida en donde con solo pisar su costa un isleño obtiene automáticamente nacionalidad estadounidense y ayudas y derechos, mientras que se persigue a los que entran procedentes de otros países por la frontera mejicana.
Con esa política de acogimiento han desembarcado en Florida muchos desencantados utilizando avionetas, lanchas, rudimentarias balsas o embarcaciones militares. La acogida y una vida holgada estaban garantizadas para médicos, científicos, cantantes o destacados jugadores de beisbol. EEUU ha premiado generosamente todos los que huían en busca de la libertad.
A la isla fueron dirigentes mundiales y estuvo allí la voz del Vaticano. Comunicador e inteligente, Fidel aprovechó la visita de Benedicto XVI para proclamar: "Santidad, muchos niños mueren de hambre en el mundo. Ninguno de ellos es cubano".
Fidel recibió en vida cariño y admiración y odio y desprecio. Con su muerte también hemos visto la fiesta, el descorche de champán y los bailes de muchos que viven en EEUU. Los exiliados celebran la desaparición del líder revolucionario y esperan que la libertad llegue a Cuba, algo que será visible cuando las principales calles se llenen de Zaras y McDonald's.
En contra del castrismo se escucha decir que con Batista el valor del dólar era equivalente al del peso cubano, que habían doce periódicos (hoy solo existen Granma y Juventud Rebelde), que había entonces seis vacas por habitante (ahora hay una por cada seis habitantes). También se dice que el bloqueo solo ha sido una excusa para reforzar al régimen.
La antipatía al personaje podemos encontrarla también aquí mismo. "Los Castro, cual especie de sátrapas de la peor especie, mantienen un régimen dictador en su país, a más de doce millones de personas que ansían huir de su país".
Quien escribe eso el Bieito Rubido, director de ABC, un periódico de raíces monárquicas que se expresa así mientras Juan Carlos I acude, junto a delegaciones de todo el mundo, a las exequias fúnebres de Castro. Hay que recordar que al sepelio de Franco, a quien aún cuesta a muchos llamar dictador y para nada "sátrapa de la peor especie" solo acudió Pinochet).
Me pregunto qué palabras se guardará Rubido para definir a personajes que nos tocan muy cerca como es el caso del monarca marroquí, de Obiang o del régimen saudí, por poner algunos ejemplos de líderes que también privan a sus pueblos de libertades, que erigen estatuas o bustos suyos por todos los rincones del país, que imprimen monedas con sus rostros, encarcelan a los homosexuales, impiden la libertad religiosa y que viven en suntuosos palacios acumulando riquezas, procedentes de robos y de corrupción, en bancos de todo el mundo mientras oprimen a sus pueblos y les hacen vivir en la miseria y también sin libertades.
Mientras en la isla guardan luto y unos lloran, al otro lado donde otros bailan, un presidente a punto de subir a su trono, Donald Trump, se prepara para volver a hacer negocios con la isla impulsando inversiones que quedaron interrumpidas con la llegada del comandante que mandó a parar.
Creo que tu análisis es lo suficiente explicito para poder entender desde tu perspectiva la vida y hazañas de Fidel Castro y como pertenece a una narracion tengo que felicitarte.Pero el futuro de Cuba esta dentro de Cuba