Los mercados vistos con toda crudeza

Son argumentos cargados de lógica que admitimos con una visión bucólica de la realidad, pero los mercados están lejos de ser unas entidades cargadas de esa buena fe que les suponemos.

¿Quiénes son los mercados? Los mercados son fundamentalmente bancos y fondos de inversión enormes que se mueven con total impunidad en busca del máximo beneficio. Un máximo beneficio que hallan en la industria militar, en el derrumbe de un país o de la bolsa, en la especulación con cereales o materias primas o en ataques a monedas como el euro. Son ejemplos tan reales como de actualidad.

Yo, hasta cierto punto, entendería que actuaran como actúan para defender “su” dinero, aunque su conducta y falta de principios me parezcan reprochables, pero la gran trampa, la enorme mentira, la inmensa falsedad es que “su” dinero, en gran parte no es suyo sino nuestro, de Ud. y mío, puestos en manos de ellos por nuestros gobiernos.

¿No les suenan las ayudas a los bancos? ¿No les suenan 2,5 billones de euros? (por favor que alguien se moleste en pasarlo a pesetas y lo escriba en un papel) ¿No les suenan ayudas de dinero público (es decir nuestro) al 1%? ¿No les suena que “hay que seguir apoyando a los bancos para que fluya el crédito”? ¿No hay crédito? Sí lo hay y mucho para la especulación. Ud. mismo puede ir mañana y abrirse en cualquier banco una cuenta para operar en el mercado de opciones. Tendrá crédito para eso. Con la cuenta abierta, desde su ordenador ya puede apostar vendiendo a la baja, sin haber comprado, (sí, sí, sin haber comprado) deuda griega, portuguesa o española a 3,6 ó 12 meses. Al vencimiento cuando más hayan bajado esos valores (es decir más se hayan hundido a esos países) más ganará Ud. Es una operación que no produce remordimientos de conciencia porque es legal. Hará Ud. a pequeña escala lo que hacen los bancos y los fondos de Capital Riesgo a gran escala. Ganará dinero si su apuesta va en la misma dirección que ellos porque ellos siempre aciertan. Para que los bancos puedan sanearse de su carga inmobiliaria haciendo esos negocios, los gobiernos y el BCE les han dado muchísimo dinero.

Curiosamente resulta que el dinero que les hemos dado/prestado a los bancos es el que vamos a pedirles después países endeudados como el nuestro. En el camino, el préstamo se ha transformado en usura, especulación (reléase el párrafo anterior) y exigencias de recortes.

¡Ya vale! Ha habido derroches, consumo exagerado,… lo que Uds. quieran, pero ni el aburrido mantra de los derroches de Zapatero, ni siquiera la voraz especulación inmobiliaria son los grandes culpables. Culpable es un mercado, vacío de regulación, que controla gobiernos, controla los organismos internaciones, ocupa el BCE y el FIM, recibe inmensas ayudas, se desplaza de un país a otro, descansa en paraísos fiscales y con la especulación feroz castiga a los débiles.

Si el problema es ése (para mi es evidente que lo es), la solución no pasa por los recortes que son solo una excusa para la redistribución injusta de la riqueza y solo producen más recesión. La solución pasa porque los mercados, los poseedores nada bucólicos del capital, estén controlados por el poder político. Una regulación que impida que puedan moverse con la libertad con que hacen y sobre todo una regulación que impida la especulación salvaje. Ahí y no en los recortes está la solución a la crisis.

Que los mercados vuelvan a ser lo que, con buena fe, algunos piensan que son: fondos de pensiones, fondos de inversión y bancos que tienen su dinero y que lo prestan/invierten asumiendo riesgos.

Creo -me dice mi amigo- que tu análisis es muy radical. Es posible que lo sea y es posible que la solución sea muy difícil -le contesto- aunque para mí la radicalidad está en quienes especulando con el maíz y el trigo dejan sin sustento, condenados a muerte, a millones de seres humanos. También en hundir países (hundiendo a los ciudadanos) para ganar dinero con eso.

Mientras compartimos nuestros pensamientos, desde un coche aparcado escuchamos a un político cualquiera que a través una emisora de radio cualquiera emite un mensaje conocido: “Este gobierno está tomando las decisiones que España necesita para recuperar la confianza de los mercados y así poder sacar al país de la crisis”.