Medidas radicales

Una medida radical es prohibir que los coches circulen por el centro de ciudades muy contaminadas. No es radical cambiar de lugar los sensores. Tampoco lo es subvencionar los motores de diésel y no hacer nada ante los elevados índices de polución.

Una medida radical es defender el medio ambiente y denunciar la contaminación del planeta que está acabando con las especies, los casquetes polares y está convirtiendo la Tierra en un estercolero de plásticos y otros residuos. No es ser radical burlarse de los ecologistas o detenerlos como están haciendo ahora mismo por manifestarse en París.

Una medida radical es posicionarse porque haya empresas de servicios públicos y que convivan con las privadas. No es radical que las eléctricas, desde su buena gestión privada, nos suban la luz un 80%; que Iberdrola sea la segunda eléctrica más rentable de Europa y que a la vez manipule los precios para incrementar las tarifas. Tampoco lo es poner un impuesto que grava a los que utilizan la energía del sol para su autoconsumo.

Una medida radical es posicionarse contra la cesión de suelo patrio a EEUU que lo utiliza para instalar arsenales que nos pueden arrastrar a conflictos bélicos. No es radical pregonar amor a la patria y a la vez aplaudir esas cesiones de suelo y felicitarse porque capitales foráneos adquieran Bodegas jerezanas, clubes de futbol o Marina d´Or.

Una medida radical es ayudar a quienes tienen a sus familiares tirados en las cunetas o en fosas comunes, a darles sepultura. No es de radicales afirmar que con esas medidas se renueve el pasado. Tampoco lo es seguir subvencionando a la Fundación Francisco Franco.

Una medida radical es estar a favor de que se incrementen los impuestos a las grandes empresas que cotizan pagando solo del 1 al 10%. No lo es incrementar los impuestos de los bienes de consumo básicos y cobrar por las medicinas que un anciano precisa para curarse.

Una medida radical es defender que no se prive de agua y luz a los más necesitados. No es radical que empresas de agua y luz tengan derecho a cortar esos servicios básicos a deudores en dificultad extrema.

Una medida radical es defender que el Estado sea laico como dice la Constitución y eliminar las exenciones en el IBI. No es radical que una organización religiosa pueda escriturarse a su nombre una gran Mezquita poniendo de su bolsillo solo 30 euros.

Una medida radical es demandar una renta mínima para atender las necesidades básicas de quienes están sin recursos. No es radical quitar los subsidios a parados “para que no se acomoden, espabilen y busquen un trabajo.”

Una medida radical es apoyar a los agricultores y ganaderos con el fin de proteger los productos locales. No lo es defender un liberalismo que permite producir e importar frutas y hortalizas de Marruecos o Brasil producidos aprovechando sus bajos salarios y ausencia de controles sanitarios.

Es un radical todo aquel que condena el golpe militar con el que se inició la Guerra Civil y sus múltiples asesinatos. No lo son quienes, como vencedores, siguieron cometiéndolos décadas después de finalizar el conflicto. Tampoco lo es que un hijo de golpista cante el Cara el Sol y celebre el 23-F.

Una medida radical es nacionalizar un banco que ha recibido cuantiosas ayudas del Estado. No lo es haber destinado millones para salvar a las entidades financieras, comprarles sus pisos y solares invendibles y darles liquidez al cero por cien. También es radical que una Comunidad Autónoma implante un impuesto a los depósitos de la banca de un 0,3%. No lo es anular dicho impuesto.

Es una medida radical quitar un símbolo religioso de un espacio público. No lo es subvencionar a las religiones de manera discriminatoria.

Es una medida radical denunciar el maltrato animal. No lo es subvencionar y proteger festejos donde se hace sufrir a los animales.

Es una medida radical decir, como dicen todos los filólogos del mundo, que catalán y valenciano son una misma lengua. No lo es defender el secesionismo lingüístico y airarse al escuchar una palabra usada en Cataluña.

Es radical denunciar los recortes en sanidad, educación y derechos laborales. No lo es realizar esos recortes.

Es una medida radical postularse a favor de que desaparezcan el Senado y las Diputaciones. No lo es que hibernen ahí, con altos sueldos, políticos fracasados o caídos en desgracia.

Es de radicales oponerse a leyes que imponen cárcel de por vida. No lo es mantener las que hablan de prescripción de delitos económicos. Tampoco lo son las que impiden que se utilicen como pruebas acusatorias grabaciones de mafiosos que ponen los pelos de punta.

Es de radicales, utópicos y populistas posicionarse contra el agotamiento y la destrucción de los recursos naturales y del medio ambiente. No lo es actuar como si, en un planeta finito, esos recursos fueran ilimitados.

¿Qué es realmente radical?