Si yo fuera Zapatero
Si yo fuera Zapatero, también habría retirado las tropas españolas de Irak, pero de ninguna manera las hubiera mandado a Afganistán contando no se qué de ayuda humanitaria No, no hemos ido como una ONG, como tampoco fuimos a Kosovo, a pesar de lo que nos han contado.
Si yo hubiera sido Zapatero no me hubiera quedado quieto cuando se estaba viendo que el ladrillo crecía en exceso y la burbuja seguía hinchándose. Era preferible asumir el coste social de despedir a un millón de trabajadores de la construcción que seguir inflando el globo para después tener que echar a dos millones.
Está claro que yo, en el puesto de Zapatero tendría que expandir optimismo, pero de ahí a ser el mayor optimista de todo el estado español, hay un largo trecho. Entiendo que un presidente, aun teniendo claro que se acercaba el final de un demasiado largo ciclo expansivo, no podía salir a decir: “Os anuncio que se va a producir una gravísima crisis que va a durar, al menos diez años. Que el paro va a situarse en cinco millones de personas. Que vamos a tener que bajar el sueldo de los funcionarios y pensionistas. Que van a caer miles de empresas. Que la bolsa va a derrumbarse. Que el precio de las viviendas va a bajar la mitad de su valor actual, con el peligro de que pueda pasarnos como en Japón que arrastra una crisis inmobiliaria que dura ya 20 años . Os anuncio que el nivel de vida que disfrutáis se ha acabado. El empleo será cada vez más precario y el despedido más fácil. Subirá el IVA, la luz y la gasolina”. Zapatero no podía decir eso, porque con sus palabras habría aumentado la crisis, pero yo no hubiera sacado pecho repartiendo dádivas de 400 euros. Tampoco, inflado de euforia, hubiera aireado en 2007 que éramos la octava potencia del mundo y que en 2010 superaríamos a Alemania”. En el 2010 ,estamos en el puesto 13 y seguimos bajando.
Yo, siendo Zapatero, no hubiera aceptado cargar la crisis sobre sueldos y pensiones ¿Qué hubiera hecho? Dimitir y marcharme. Porque no se puede decir hoy “no tocaré las políticas sociales” y al día siguiente destrozarlas con argumentos tan idiotas, como los que hemos escuchado para justificar la derrota de Carme Chacón en las primarias de Madrid. Seremos muy tontos pero nos están haciendo demasiado tontos.
Naturalmente que yo no habría hecho una reforma laboral con el único objetivo de abaratar el despido y luego dar explicaciones incoherentes. El despido más barato no crea empleo y es escandaloso que un empresario diga que prevé pérdidas y despida a su plantilla ahorrándose el 50% de la indemnización.
Yo, como presidente del gobierno, hubiera mantenido el impuesto de sucesiones y el del patrimonio. Se abolieron estas leyes diciendo que eso iba a fomentar la inversión y ahí está el resultado. ¿A quien ha beneficiado la supresión? Evidentemente a las grandes fortunas, con migajas para los que se disponen a heredar el piso de sus padres.
Yo, en el puesto de Zapatero hubiera predicado por que desaparezcan los paraísos fiscales.
Si yo fuera Zapatero no hubiera dicho que hay que apretarse el cinturón ahora para recuperar el pulso de la economía, por que no es verdad. Porque hay una globalización que traslada las grandes empresas (las únicas beneficiarias de la globalización que se mueven libremente) hacia China, Brasil, Vietnam y la India, aprovechando sus sueldos de miseria y la ausencia de derechos civiles. ¿El equilibrio solo se recuperará cuando aquí los sueldos y los derechos alcancen el mismo mísero nivel de aquellos países?.
Si yo fuera Zapatero evitaría las ansiedades de los míos, muy preocupados por si me presento o no me presento a la reelección y les diría que me marcho y me marcharía, dejando de ser el centro de todos los males del país y obligando a mis adversarios a destruir todos los correos que están a punto de colapsar la red burlándose de mis defectos.
Pese a todo reconozco que mi personaje, el de Zapatero, es un personaje muy útil como chivo expiatorio de todos los males. ¿Qué el paro de esta provincia es el más alto de España? La culpa de Zapatero. ¿Que los pisos no se venden? La culpa de Zapatero. ¿Que el Ayuntamiento de Madrid tiene una deuda astronómica? ¿Que en la Comunidad Valenciana no se pueden pagar a los proveedores? La culpa de Zapatero. ¿Que la banca, moviéndose en codicia ciega, ha concedido hipotecas irresponsablemente y ha hundido a todos y a ella misma? La culpa de Zapatero. ¿Que el aeropuerto de Castellón no encuentra operadores? La culpa de Zapatero. ¿Que la vacuna contra la gripe A no se ha utilizado? La culpa de Zapatero. Si el AVE no llega a Valencia la culpa es de Zapatero, pero es gracias al gobierno de Valencia que esté a punto de llegar. ¿Que se convocan primarias en Madrid? La culpa de Zapatero. ¿Que no se convocan en Cádiz, Granada y Almería? La culpa de Zapatero. Nada de cuestionarse un orden internacional que chirría por todas partes, ni mucho menos mostrar la elegancia de David Cameron que declaró a los pocos días de tomar el cargo: “El laborismo, no ha tenido nada que ver con la irresponsabilidad de los bancos en conceder créditos”. Eso es en Inglaterra.
Si yo fuera Zapatero me marcharía. Me hubiera marchado ya, un minuto antes de desmontar el gobierno y la Moncloa con todos sus asesores y dejaría allí una telefonista, contratada, para recibir órdenes. Porque quienes nos gobiernan, sin presentarse a las elecciones, son el FMI, el Banco Mundial y el Banco Central Europeo.
Nuestro Preisdente es un hombre con un máximo de orgullo y con un mínimo de sentido común. Cuando todos hablan en voz baja sobre su sucesión, él, que no se resigna a perder an 2012, está convencido de que en un escenario como el actual, es capaz de vencer a un contrincante tan flojo como Rajoy. Todo ello sin darse cuenta que es un gobernante nefasto, irresponsable, imprevisible, inepto e infantil, por más que sea temible en el juego político. Aún así, Zapatero es el presidente más posmoderno que pueda imaginarse, el más pragmático, el más atento a sus propios intereses políticos, mucho más que los intereses generales del país. Zapatero con su orgullo infinito es incapaz de aceptar la derrota cuando esta llega; incapaz de este postrer gesto, si no de grandeza, al menos de honradez. Incapaz de ver más allá de él mismo. Por esos mismo Zapatero solamente es culpable de ser él mismo. A nosotros solo nos queda la resignación, y esto sí que nos hace culpables.