Fitur, una feria para hacer turismo
Tras escuchar las palabras, como siempre bien expresadas por nuestro alcalde hablando de nuestros recursos turísticos (puerto, náutica, escuela del mar, festivales, ubicación privilegiada,…) con motivo de su asistencia a Fitur, no puedo dejar de preguntarme ¿Qué ha ido José Ramón Calpe a vender a Madrid? ¿Qué ha ido a ofrecer si aquí estamos en Babia en hoteles, campings y apartamentos para alquilar a los potenciales compradores de esos servicios? ¿Pretendemos acaso que los turistas se den una vuelta por el Clot y luego se vayan a dormir a Castellón y de paso cenen allí?
Metido en el tema que hoy me ocupa, he rebobinado en mi memoria y me he trasladado a los años en los que fui presidente del Centro de Iniciativas Turísticas de Oropesa y tuve unas experiencias que les cuento.
Con motivo de mi cargo asistí durante varios años a Fitur (si a algún lector le interesa le puedo contar quien pagaba los gastos) y dediqué mi tiempo en Madrid a distribuir folletos de establecimientos turísticos de la villa oropesina. Al stand acudía, con algún que otro concejal, el que entonces era alcalde Oropesa, el independiente Francisco Garrido y también Enrique De Pablo, gerente del Patronato Provincial de Turismo; pero ambos acudían solo cuando se habían citado con la prensa para dar sus opiniones. ¡Qué bien hablaban los dos de turismo con el micrófono delante! Cuando desaparecían los medios, ellos también desaparecían y en el stand quedábamos solos los que estábamos ocupados en vender las excelencias de Oropesa.
Otra experiencia: Asistí a un Congreso de Turismo. Durante el día estaba programado hacer excursiones y al atardecer nos reuníamos, con mucho retraso (sí con mucho retraso), para escuchar a algunos ponentes y con prisas, porque había que cenar a la hora prevista. Al segundo día, tal era la escasa importancia de las ponencias y tantos los retrasos que se levantó alguien y dijo: “Yo vengo aquí pagado por la Junta de Andalucía y vengo no para ir de excursión sino para debatir sobre temas turísticos. Siento vergüenza por que se utilice dinero público para lo que estoy viendo”.
Si aquel andaluz, tan sincero como honrado, hubiera sido médico o consejero de la CAM habría sabido que los congresos de médicos que montan muchos laboratorios sirven para poco más que para hacer turismo y que los elegidos por la CAM no iban de asamblea a lugares exóticos para debatir nada sino para disfrutar y tenerlos contentos.
Vayamos al principio: FITUR ¿A qué va una comitiva de políticos a una feria de turismo?
Si he de ser bien pensado, he de pensar que se va a dar a conocer el nombre de la ciudad y atraer a turistas ofreciendo las ventajas de la oferta que se lleva entre manos. Eso justifica los gastos.
Si he de ser mal pensado también he de pensar que Fitur es una feria de clientes y que si no hay oferta que darles, los gastos son innecesarios porque para vender la marca de la ciudad a los medios, basta con citarlos a una rueda de prensa en las dependencias municipales o utilizar una videoconferencia.
En un momento tan difícil como el actual en el que sufrimos tan duros recortes tal vez sería bueno que nuestros políticos pensaran en ahorrar también en viajes, hoteles y comidas, ya que desplazarse a Madrid, Berlín o Paris no es precisamente barato si se quiere ir, como se va, con un cierto “nivel” y sin saber con claridad para qué.
Darles la espalda! Eso hay que hacer.