La contaminación en Madrid es la última noticia del año/ Adiós 2016

Estamos escuchando, como noticia de fin de año, hablar de la contaminación madrileña y de las medidas que ha tomado el equipo de Carmena.

El simple hecho de que se hable de la contaminación ya es de por sí  importante porque nos sitúa ante la realidad de un grave problema y ante la reflexión de que el primer bien necesario para la vida es el aire para respirar. Más del 80% de los humanos lo estamos haciendo con un aire  contaminado y por lo tanto peligroso para la salud.

El tema lo han animado  las declaraciones en los medios de quienes, utilizando la salud para hacer política, han hablado de “improvisación”, “de medidas precipitadas”, “de caos”, de “dificultar la movilidad de los ciudadanos atentando contra sus libertades” y de los “graves daños para el comercio.”

Opino que es  una decisión valiente que todos los partidos deberían apoyar y que es bueno que se ponga sobre el tapete. Hay que destacar que es la primera vez en España que el gobierno de una ciudad se ha atrevido a tomar medidas que ya antes han tomado París, Roma, Milán, Nápoles, Berlín, Budapest, Atenas y Oslo, y que todavía no se atreven a tomar otras ciudades como Barcelona, Valencia, Córdoba, Sevilla, Granada, León o Avilés,  a pesar de los índices de polución que sufren.

Londres, optando para disuadir vía impuestos, cobra 11,5 libras por ir al centro urbano y Berlín ha vetado el acceso automovilístico al centro de la ciudad. En Paris se aplican medidas similares a las de Madrid y se disponen ahora a poner pegatinas en los automóviles para identificar a  los vehículos según el grado de contaminación.

En Pekín las alarmas se suceden para sus 20 MM de habitantes que intentan paliar la inhalación de aire de pésima calidad con el uso de mascarillas, a pesar de que allí las normas son muy laxas y solo ponen la tarjeta roja cuando los índices de la Calidad del Aire (AQI) exceden los 500 puntos. Hay que decir que la OMS habla de una media de 25 puntos como el máximo tolerable, y que estos días, ese índice, ha llegado en Madrid a los 70 puntos.

Hablar de contaminación es hablar de salud, algo que parece secundario para personas como Esperanza Aguirre. Atrás  quedan los años en los que se cambiaban de lugar los medidores para tergiversar la realidad y cuando se teorizaba sobre el medio ambiente, pero solo se teorizaba. Atrás quedan, en nuestra memoria, los recortes a las renovables y el contubernio con las eléctricas. Atrás queda el ridiculizar a los ecologistas, la negativa del cambio climático, los “primos” asesores sobre el medio ambiente y las mentiras de algunos líderes.

La “escandalosa” medida de Carmena ha sido útil para que, con los rechazos y las críticas, en el debate se hable del dióxido de Nitrógeno (NO2), de la contaminación de los motores de gasoil (increíblemente más apoyados que los de gasolina), de los coches eléctricos y de la saturación de los hospitales por daños en la salud a las personas más vulnerables como son los ancianos y los niños. También de las alternativas de usar el transporte público o el coche compartido.

No hablamos de un tema baladí ni de exagerar la realidad, hablamos de mostrar datos preocupantes  para concienciar a la población sobre un gravísimo problema de nuestros tiempos.

 Las normativas fijan que el protocolo se activa cuando  la concentración de NO2 por metro cúbico supera los 200 miligramos y las ciudades no pueden superar las 18 horas al año de estos niveles en más de 18 ocasiones.

Bienvenidas sean las medidas de Carmena  y las enfurecidas críticas  ideológicas que ha recibido de quienes solo piensan en sus hábitos insanos, sus mezquinos intereses económicos y en sacar tajada política de cuatro seguidores exaltados, porque gracias a esas medidas y a los que les han dado resonancia hoy somos un poco mas consientes de la necesidad de apoyar el transporte público y reducir el uso del automóvil. Sobre todo de los automóviles más contaminantes.

CRECE LA EC0NOMIA Y SUBEN, OTRA VEZ, LAS PENSIONES

La economía crece. Hemos superado la crisis. Tenemos gobierno. Se acabó la incertidumbre y con el fin de año, otra vez este gobierno ha aprobado subir las pensiones. Cumple así su promesa de subirlas cada año. Hasta ahí todo es cierto. También lo es que muchos jubilados empiezan a comprobar que cada vez pueden comprar menos cosas con su paga. La culpa es de una inflación creciente que ha roído los ingresos un 1,50%, y ya está previsto que en el 2017 se lleve otro 2 %. Pero quédense con que las pensiones suben cada año y en que ya hemos superado la crisis.

ADIÓS AL NEFASTO 2016

-Adiós a un año que castiga a los partidos que han intentado moverse y ha aupado a un líder inmovilista.

-Adiós al ascenso de Podemos y a la unidad del Psoe. Adiós a Ciudadanos como alternativa a un PP lleno de corrupción.

-Adiós a la esperanza de recuperar los derechos sociales que perdimos con la crisis.

-Adiós a un año lleno de corrupción y con los votantes votando, con o sin la nariz tapada, a esa corrupción.

-Adiós al Partido Demócrata moderado tras el ascenso de Trump en EEUU.

-Adiós a la Europa de la solidaridad, los derechos humanos y espacio de acogida y de  libertades.