¡Como está el puchero!

La tormenta, tras la noche electoral del pasado domingo, lejos de calmarse, está acuciando muy fuerte. Fíjense sino lo que trae la actualidad estos días:

La cúpula empresarial ha reaccionado de inmediato pidiendo que el gobierno no se detenga y que continúe con los ajustes. Es decir, que les rebaje los impuestos; que facilite más los despidos y que abarate los salarios. A su lado, el FMI se manifiesta diciendo que hay que subir los impuestos indirectos como el IVA (los que afectan también a los más pobres) y los que recaen sobre tabaco y alcohol y, a la vez pide, que se reduzca la excesiva regulación a los empresarios.

Barcelona arde de la mano de grupos radicales.

500 inmigrantes logran saltar la valla y dan gritos de alegría. Les espera el futuro de vender baratijas recorriendo bares y playas.

El Papa ha hablado de España denunciando el paro juvenil de la generación ni-ni (este Papa debe ser un alarmista y un demagogo” según diría Montoro, expresándose de una manera parecida a lo que dijo de Cáritas cuando esa ONG habló de pobreza infantil). Otra ONG, Intermón, acaba de publicar datos: Las familias pagan 50 veces más impuestos que los empresarios. Del total recaudado por el Estado, el 90% lo pagan los trabajadores, el 10% las empresas y de ellas, las grandes, solo pagan el 2% (Sí, sí, solo un ridículo y vergonzoso 2%).

La corrupción sigue aflorando gracias a unos jueces valientes. Uno de ellos ha condenado a Alfredo Blasco, mano derecha de Camps, a 8 años de prisión en el primero de los juicios celebrado contra él por saquear 1,8 MM de euros destinados a los más miserables de Haití y Nicaragua, sin pudor ni vergüenza ni arrepentimiento. A su lado Hacienda dice que la Ministra Mato y su ex marido han ingresado 477.000 euros recibidos del Gürtell (El montante no es delito fiscal porque aquí el límite está en 120.000 euros. En Europa 50.000). Mato sigue ahí de Ministra con todo el apoyo de Rajoy. Otro juez pregunta por la titularidad de 6 cuentas abiertas en Suiza por alguien “misterioso” a donde Bárcenas hacía transferencias. Nadie sabe nada. En Barcelona llega por fin la condena a Millet y Montull por los desfalcos en el Palau. Otro juez, Castro, se queja porque no le mandan los extractos de las cuentas de la mujer de Urdangarin. También hemos sabido que los dirigentes de Caixa Penedés le han dicho al juez que han devuelto 28,6 MM que se llevaron. (Está bien que devuelvan lo robado, pero eso no debería evitarles la cárcel ¿Se puede atracar un banco y si a uno le pillan devolver lo robado y si no a vivir como un rey?)

Dice Funcas que la deuda del 37% del PIB en el 2007 va camino de pasar al 104%.

En esta Comunidad, tendremos que pagar entre todos, 5,46 MM de nuevo sumando por el aval que Camps le hizo al Valencia CF. Para que sintamos un poco más la pasión futbolera.

Pedro Arriola, el cerebro del PP, dice, después del anuncio de dimisión de Rubalcaba, que “le va a echar de menos” y que “habría estado muy tranquilo si el líder del PSOE hubiera sido presidente del gobierno”. (Seguramente, sabe muy bien Arriola que con Rubalcaba en el poder, la línea política del PSOE habría sido muy similar a la del PP en el gobierno. Las expresiones “rojo”, “socialista” y “cabrón” solo son una sopa de letras para alimento del pueblo llano). Y, tras Rubalcaba, los suyos, sin reflexionar sobre lo que hicieron, peleándose sobre cómo elegir al sucesor. No se enteran.

Para que el PIB crezca se proponen incluir el narcotráfico y la prostitución.

Tras el tsunami electoral los que tienen voz en la clase política mayoritaria se han expresado enseguida contra los partidos votados. Lejos de pensar que ellos fueron ellos y solo ellos, los que, llevándonos por el camino de la austeridad, los recortes y el control del déficit; gobernando desde estamentos que no hemos votado. Son ellos y solo ellos, con sus políticas, los que están ocasionando en este país tanto paro, tanta pobreza y tanta desigualdad.

¿Cómo no creer en otras voces (aunque contengan utopías) si la realidad es tan frustrante? ¿Cómo podemos seguir apoyando personas que se han situado en política con el único fin -a veces hasta declarado- de enriquecerse? ¿Cómo pueden decirnos que no hay otras vías para salir de la crisis? ¿Cómo pueden ensañarse contra las energías limpias y estar prestos a que siga funcionando otros 17 años la central ya caducada -y por lo tanto peligrosa- de Garona? ¿Cómo pueden autorizar prospecciones petroleras al lado de las costas canarias? ¿Cómo pueden pasar, con tanta normalidad, del poder político a la gran empresa con sueldos de escándalo? ¿Cómo pueden seguir con sus privilegios intactos? ¿Cómo pueden poner piedras a los jueces para proteger a sus imputados? ¿Cómo pueden llenarse la boca diciendo España y esconder tanto dinero en paraísos fiscales? ¿Cómo pueden usar del indulto para sacar de la cárcel a corruptos? ¿Qué querían que votásemos? Lo extraño es que algunos les hayan seguido votando después de un compadreo de décadas, de corrupción creciente, de una reforma constitucional hecha a espaldas de los ciudadanos, de saltarse la ley en temas de inmigración, de ganar elecciones con mentiras gordas, de…

Ahora catalogan a “los malos” de bolcheviques, populismo, bolivarianos y extremistas. ¿No deberían copiar “los buenos” del programa de “los malos” el bajar de 8.000 a 1.920 euros lo que cobra cada eurodiputado; lo de la reactivación de la economía; lo de incrementar las sanciones por delitos fiscales; lo de poner límite a los altísimos salarios que fijan los Consejos de Administración; lo de la abolición de la puerta giratoria política/empresas; lo de limitar los mandatos; lo de quitar subvenciones a los partidos y reducir los gastos electorales? Pues miren, a mí, que no he votado a los de Podemos, todas esas medidas me parecen muy bien. Menos mal que vistas las orejas al lobo parece que ya empiezan, desde Europa, dar pasos en favor de un necesario crecimiento. Crecimiento, un reparto más justo de sacrificios y un comportamiento ético de la clase política es todo lo que necesita este país.