Borriana, París y Mont Saint Michel

Hemos salido en avión, desde Valencia, con destino a Paris. El vuelo en Ryanair es un ida y vuelta de bajo coste. La compañía utiliza, casi en exclusiva, un pequeño aeropuerto en Beauvais situado 65 kilómetros más al norte de la capital de Francia. Son unas instalaciones cutres situadas en una ciudad sin interés.

En el vuelo, un valenciano sin crisis, habla desde su asiento frente al mío, de que se dirige a S,Michel “con una buena cámara, con un gran objetivo, para hacer desde allí fotos de la salida del sol. La habitación en el mismo S. Michel -dice- me ha costado mucho dinero, pero merece la pena”.

Por el camino hacia el Monte de S. Michel, utilizando un coche alquilado, es aconsejable detenerse en Rouen aunque solo sea para contemplar la belleza de su impresionante catedral. También Caen es interesante.

La carretera cruza por prados y bosques normandos que parecen perfectamente diseñados. Los verdes y los ocres se entremezclan con esplendor cuando el verano ya ha dicho adiós. En los prados multitud de rumiantes con la cabeza agachada casi todo el día, convierten mágicamente la hierba en leche y apreciada carne de vacuno.

Salirse de la monotonía de una ruta de tanta belleza en dirección al mar puede hacerse en muchos puntos. Uno de ellos es Houlgate, una encantadora ciudad construida para el veraneo por una burguesía con gusto; está llena de viviendas señoriales que miran a un mar que se aleja y se acerca según le dicta la luna. Es un entorno precioso. Ver los cometas a los que tan aficionados son los franceses y detenerse en bajamar a recoger conchas perfectas, atrayentes y diversas, todas ellas muy hermosas, es una tarea no solo de niños.

Seguimos el camino hacia nuestro destino en Huïsnes sur Mer, un caserío de viviendas rurales (que solo podremos encontrar si vamos guiados por un GPS) situado a menos de diez kilómetros de la maravilla que es el Mont S.Michel.

Nuestro destino allí es “Le Moulin de la butte” un pequeño hotel rural con solo cinco habitaciones, todas ellas con una ventana mirando hacia el monte mágico. Es indescriptible contemplar desde la ventana de la habitación esa maravilla bañada con los primeros rayos de sol, al atardecer e iluminada hasta altas horas de la noche. En Egipto, un hotel así mirando las pirámides, tiene un precio inasumible. En nuestra casa rural, atendida por la amable señora Beatrice (www.legouessant.fr) el precio de la habitación es de solo de 37 euros con desayuno incluido y hay que decir que las habitaciones están decoradas con motivos atractivos y nombres tan sugerentes como “Añoranza de África o Vuelo de gaviotas”.

Instalados en ese espacio no puedo dejar de acordarme del valenciano de la cámara con un gran objetivo y pensar que él, desde su habitación que “le había costado mucho dinero”, vería la salida del sol perdiéndose la visión del Monte que nosotros disfrutábamos desde una habitación mucho más barata instalada en un lugar de lujo sencillo pero incomparable.

S. Michel Por fin S. Michel. Increíble por fuera y hermosa por dentro. Desde sus callejuelas puede verse el mar primero en bajamar y luego contemplar como el ingenioso sistema de dragado que ha durado años, hasta finalizar el pasado 23 de julio, ha logrado que las aguas lleguen hasta la puerta principal impidiendo que nadie pueda salir de allí, en altamar, sin mojarse las piernas hasta casi la rodilla.

Nosotros tuvimos suerte. Alguien desconocido nos informó de una salida secreta que a la derecha de la entrada, se comunica con el exterior. Horas antes nos tomábamos unos crepes, como hay que hacerlo, sentados en uno de sus muchos restaurantes que tienen sus terrazas mirando el mar.

Antes de salir, diez monjes benedictinos nos encerraron con llave en la iglesia que se eleva en lo más alto del Monte para que un minúsculo grupo de privilegiados pudiéramos escucharles cantar sus Vísperas a las siete y veinte de la tarde.

En el rincón normando del norte de Francia está escrita la historia de la gran guerra y hay muchos puntos de interés histórico para conocer y recordar; también muchos museos: el de Utah-Beach, el de Carentan-Catz,… o los circuitos guiados por la playa del desembarco en Caen.

Cherbourg también forma parte de esa historia y es un lugar ideal para comer los mejillones que guisan y sirven en raciones de kilo con sabores diversos mientras se escuchan los mensajes de los lugareños que describen con humor que “allí las cuatro estaciones son iguales: siempre llueve y el sol parece enfadado con ellos.”

El viaje es corto y hay que regresar a Beauvais para desde allí ir a Paris. ¡París! ¡Oh Paris! ¡Oh, la,la, la!

Con solo 24 horas para visitarlo hemos decidido, apenas llegar, subir en funicular a Montmatre visitando su iglesia del Sacré Coeur y el ambiente único de su entorno, en donde un chaparrón de agua nos hizo detenernos para cenar y luego seguir por sus aledaños ya de noche; algo que nos desaconsejaron por motivos de seguridad. El miedo se sirve a voluntad y cada uno toma de él el trozo que quiere.

El día siguiente, tras desayunar dos estupendos cruasanes con leche relajante por solo cinco euros en el centro comercial de Monparnasse, pensamos que lo mejor era ver todos los puntos de interés moviéndonos con el bus turístico: Eiffel, Camps Élysées, Nôtre Dame,… En Nôtre Dame, comimos un rico bocata sentados en las escalinatas repletas de público situadas frente a la iglesia, amenizados por un mimo disfrazado de monstruo que con sus bromas fue arrancando las risas de los allí presentes. En Eiffel no faltaban las bandas de gitanos recogiendo firmas en busca de su oportunidad y trilleros moviendo sus cubiletes. En Camps Élysées un italiano lanzaba y recogía una moneda de falso oro como señuelo para recibir una recompensa.

Nuestro último contacto en Francia, antes de coger el avión fue un marroquí que estuvo trabajando en Alcora en una fábrica de cerámica y se marchó en el 2007 sin cobrar y con deudas. Ahora reside en Beauvais y, según contaba, tras muchas dificultades ha logrado tener un contrato de cuatro horas al día. Opina que a España la han hundido Zapatero y Rajoy.

En memoria de lo vivido siempre nos quedaran los recuerdos y las imágenes guardadas por la cámara digital.

COMENTARIOS BREVES

DICTADORES Y JUSTICIA. Un juez español, expulsado de su cargo por abrir la escotilla del gran escándalo del partido en el poder, logró meter entre rejas, desde España, al dictador argentino Pinochet, el único jefe de estado que vino al sepelio de Franco. Recientemente un juez argentino ha intentado juzgar a Billy el Niño, un torturador del franquismo. Al juez argentino, el Ministro de Justicia le ha bloqueado para impedir que desde allá (está claro que desde aquí todavía es imposible) haya una condena contra la dictadura. ¿Aquí hay una ley de punto final? Allá también. En el camino de convertir la justicia en injusticia, Gallardón también ha modificado nuestras leyes. Con esas modificaciones los jueces se ven obligados a soltar a narcotraficantes. Es la justicia convertida en injusticia: Se suelta a narcotraficantes y se criminaliza a los que protestan.

DINERO NEGRO. Escucho decir que al PP de la Comunidad Valenciana que no han manejado dinero negro ¿no? ¡Pregunten, pregunten! ¿No saben a quién? Hay personajes muy conocidos de Castellón que seguro pueden dar mucha información.

SEGURIDAD SOCIAL. Ya se han hecho cálculos de lo que la contratación empresarial de trabajadores con tarifa plana va a suponer para la Seguridad Social: 2.750 MM de déficit. Está bien que se estimule la creación de empleo pero hacerlo con cargo a la Seguridad Social es ir contra las pensiones.

RENOVABLES. No hay dinero para subvencionar a estas empresas y sí para otros sectores. Está muy claro que no interesa potenciar unas energías por las que no hay que pagar cada mes.

CORRUPCIÓN. Luchar contra la corrupción política es legislar que sea delito el enriquecimiento que no guarda relación con los ingresos, pero legislar legislan los políticos y no van a legislar contra ellos mismos o sus compañeros.

OTAN. Cuando la gente protestó contra el gobierno democrático de Ucrania, se trataba de “el pueblo”. Cuando ahora protestan contra el nuevo gobierno pro occidental, se trata de agentes al servicio de Moscú. En medio la industria del armamento se frota las manos.