Andalucía contra todo pronóstico
Se las prometían muy felices; tanto, que Arenas ya estaba pensando en “las facturas por pagar que se encontraría en los cajones vacíos de dinero”; tanto, que hasta Rajoy acudió la noche electoral a la sede central del partido para salir al balcón y anunciar la victoria andaluza y con ella y todo el enorme poder acumulado en sus manos, decirle a Merkel que iba a cumplir a rajatabla sus órdenes de duros recortes. También tenía previsto decirnos a todos: “Dándonos el poder en Andalucía y Asturias los españoles han dejado muy claro, con sus votos, que están a favor de las reformas que este gobierno está realizando para sacar a España de la crisis.”
Con todo el poder municipal, autonómico y estatal, el PP habría profundizado aún más en la reforma laboral y con el argumento de apoyar a los autónomos y pequeños empresarios, habría cerrado de un plumazo los trámites parlamentarios de esa dura Ley que permite, no solo que se abarate el despido, se contrate de manera precaria y que se despida por bajas laborales de nueve días (aunque estén justificados) sino también que el banquero Botín pueda despedir muy barato con solo anunciar que el año próximo en lugar de ganar 2.000 millones, prevé obtener unos beneficios de solo 1950 millones y que pueda trasladar a mileuristas de Gerona a Huelva. Creo que es escandalosa una reforma laboral que permite tales barbaridades. No en balde, tras anunciarse, llenó de risas a la cúpula empresarial en su primera rueda de prensa.
Las encuestas y el paro, hacían prever que el momento era propicio para echar de poder en Andalucía a un partido salpicado de corrupciones: ERES, PER y Mercasevilla.
La juez, en plena campaña electoral, dictó sentencia contra el Consejero de Trabajo, al que televisiones como la pública TVE (no sé si Canal Sur) nos enseñaron detenido y subiendo a la furgoneta policial. Al día siguiente con las mismas imágenes la noticia era esta: “El Consejero andaluz ha pasado su primer día en la cárcel”. El segundo día la noticia era “El Consejero andaluz ha pasado su segundo día en la cárcel” y las imágenes eran las mismas. Así durante siete días de campaña electoral. La prensa hizo lo propio y algunos diarios como ABC, La Gaceta y La Razón cubrieron la noticia dándole la relevancia merecida, como debe ser; y, como no debe ser, se olvidaron de destacar en plena campaña electoral, la condena al ex presidente del PP Jaume Matas en su primera sentencia por saqueo de las arcas públicas.
Lamento que el pueblo andaluz no haya castigado con fuerza al gobierno que ha incubado en su seno actos de corrupción tan graves, del mismo modo que me hubiera gustado que en mi Comunidad los ciudadanos hubieran hecho lo mismo con quienes nos gobiernan desde una noche casi tan larga como la andaluza, pero a la vez siento la satisfacción de que el PP no pueda utilizar los votos que preveía recibir en esas Comunidades para justificar sus recortes.
Muchos andaluces (400.000) les han dado la espalda al ver que con el poco tiempo que llevan en el poder, la crisis no solo sigue ahí sino que va in crescendo (prevén 640.000 nuevos parados más este año). Los mercados que según ellos nos tenían que dar la confianza tras el cambio de gobierno, siguen sin dárnosla y siguen subiendo la prima de riesgo española.
No está mal un toque de atención a quienes repitieron que tenían la solución para acabar con el paro y saben que no la tienen. A quienes perjuraron que no subirían los impuestos y han hecho la mayor subida de la democracia. Está bien darles un toque de atención porque iban demasiado creciditos y ya pensaban hasta en acabar con los convenios colectivos (muy tocados) y con el derecho de huelga.
¿Servirán los palos en Andalucía y Asturias y las masivas manifestaciones del 29-M para que Rajoy, con sentido común, vaya a Alemania a pedir a la señora Merkel una moratoria en los ajustes?
Estaría bien que se atreviese a decirle a la jefa de Europa: “Los españoles somos muy conscientes de que hemos despilfarrado bajo el paraguas de la especulación inmobiliaria. Le pido perdón. Vamos a corregir lo que hemos hecho mal. Me comprometo apoyar a empresas tecnológicas y de servicios que creen empleo estable, pero es imposible hacer recortes tan duros en tan corto espacio de tiempo. Le pido alargar los plazos para reducir el déficit para no acabar como Grecia, Portugal o Irlanda, países en donde cada recorte empeora más las cosas.”
El déficit tarifario agrícola
El ministro de industria nos acaba de explicar que la luz va a subir el 7% porque las compañías arrastran un déficit tarifario, es decir unos costes acumulados que no nos han trasladado a los consumidores.
Los agricultores naranjeros llevamos más de diez años con déficit tarifario, es decir acumulando déficit, año tras año, porque no hemos trasladado los costes a los consumidores.
¿Nos podrían apoyar nuestro Ministro de Industria, el de Agricultura y el Tribunal Supremo para subir el precio de las naranjas y acabar así con un déficit tarifario agrícola demasiado elevado? ¿Nos avalaría el Estado para garantizarnos el cobro de esas cantidades?
Entiendo que me ha leido Vd. bien pero no me ha interpretado bien. Comprendo su confusión, quizás porque no he sabido explicarme correctamente. Las subvenciones las pagamos todos incluidas las de la Union Europea a través de la aportación que hace el Estado Español a Europa de una parte de nuestros impuestos. Como estamos hablando de agricultura, las subvenciones se basan casi exclusivamente en hacer desaparecer del mercado aquellas mercancias sobrantes. Esto conlleva a que el agricultor se preocupe más de hacer kilos que de la calidad y de ahi vienen todos nuestros males puesto que nos volvemos cómodos y con el tiempo esto nos lleva a la ruina. Otra cosa sería que se premiara al esfuerzo por cultivar calidad, algo que es desconocido para las mentes privilegiadas que nos gobiernan. Ese esfuerzo requiere una inversión que hoy en dia casi nadie esta en situación de costearse. Ahi es donde se debería ayudar., llámese subvención, ayuda o bonificación. Espero me entienda ahora. Saludos