Mi amigo Paco es un emprendedor
Cuando se acabaron los bloques de viviendas se le acabaron los clientes y el negocio. Ahogada su empresa por los impagos y los gastos (entre los que está la cuota de leasing del coche de alta gama que sigue utilizando) en la asesoría en la que trabaja le aconsejaron despedir a todos sus trabajadores menos a uno de 55 años que lleva con él toda la vida. Echarle resultaba muy caro. Además, para volver al negocio de las reparaciones familiares que mi amigo dejó apartado en la época del boom, él necesitaba disponer de un trabajador experto en esas tareas, por lo que le cuadraba quedarse con él y evitarse el alto coste del despido.
Paco me dice que estuvo ayer con su asesor quien le ha dicho que “ahora ya puede despedir al fontanero mayor que trabaja para él porque el coste para despedirlo es muy bajo”. Además, le han dicho en la agencia que puede contratar a un joven que le sustituya. “¿No has oído hablar de los emprendedores de Rajoy? -le ha dicho el asesor- pues sepas que tu eres un emprendedor y te benefician las medidas que acaban de aprobarse. Tienes que coger en “contrato de pruebas fijo” a un menor de 30 años que podrás echar al año sin indemnización con solo decirle: Prueba no superada” “Además -le ha continuado diciendo el asesor- obtendrás beneficios económicos muy importantes ya que con el nuevo -contrato fijo- podrás deducirte 3.000 euros en renta y además te darán una bonificación de 3.600 euros.”
“Más todavía -ha seguido diciendo el asesor- si las cosas van mal y el chico estaba en el desempleo podrás deducirte también la mitad de lo que él venía recibiendo por desempleo”. El chico también se beneficiará, en el caso de que se tuerza el trabajo: Podrás hacerle una reducción de jornada y de sueldo que se completará percibiendo a cargo del Estado el 25% de la prestación de desempleo que sufragará el Servicio Público de Empleo.
Otra cosa me ha dicho el gestor -me cuenta Paco- que avise a mi trabajador de que vaya con cuidado de ponerse enfermo (como pasó el año pasado que estuvo 9 días de baja) ya que podré despedirle porque las bajas y los permisos, sean por enfermedad, para asistir a la boda de una hija o al entierro de un familiar causan graves problemas a las empresas. “Díselo. Debe entenderlo”, le dijo su asesor.
“Es un chollo”, acaba diciéndole su más que listo asesor. Ahora a profesionales como tu os han aumentado la categoría y pasáis a denominaros “emprendedores” ¿a que suena mejor? “.. Y ya hablaremos dentro de un año que, si las cosas no cambian, podrás hacer lo mismo repitiendo la operación.”
Mi amigo Paco, camino de casa, se ha encontrado con una manifestación de médicos que se quejan de los recortes en sueldos, horarios y camas hospitalarias. Unos pasos más allá en una escuela ha leído, casi sin mirar, una enorme pancarta en donde dice “No als retalls a l´escola pública”.
Paco piensa en las ayudas de las que le hablaba su asesor basadas en echar a un trabajador experimentado y contratar en precario a un joven por cuatro perras, cambiando la imposible creación de empleo prometida por una sustitución y una reducción drástica de las condiciones laborales.
Dentro de muy poco Paco también sabrá que no hay dinero para pagarle su pensión y que debería haberse cotizado un plan de pensiones (acertando en un banco solvente) para, a partir de los 67 años, poder tomar el sol sin tener que estar preocupado por llenar su estómago y disponer de dinero para médico y medicinas.
Paco ya no está seguro de que la decisión que tomó de contratar a veinte trabajadores fuera acertada, aunque con ese enfoque empresarial ganara tantísimo dinero. “Esto -reflexiona- lo que está pasando no es nada normal. Aquello tampoco lo era y nadie decía nada”.
Paco, sin querer, se atormenta al recordar que cuando la fiebre de la construcción estaba en plena efervescencia escuchó al presidente de la Asociación de Constructores decir que “el gobierno no debe intervenir en el sector. Si lo hace, un millón de trabajadores irán al paro”. Eran tiempos de alegría que llenaban estómagos de promotores, banca, notarios y administración. Cuando la burbuja estalló, Rato desde del FMI hablaba de “pequeñas turbulencias” y muchos economistas de “ajuste suave”. Pasados los años, ahora, simplificamos lo ocurrido, echamos la culpa de manera simplona y nos quedamos tan tranquilos.
Al llegar a casa Paco escucha a la Ministra de Empleo decir que está reforma laboral se ha hecho para ayudar a los parados. Mi amigo, con dos hijos universitarios en paro, no entiende sus palabras.
DE SOLIDARIDAD. DE MENSAJEROS DE LA PAZ
Zapeando, el pasado jueves, con el mando del televisor en la búsqueda de noticias matinales, me encontré en Telecinco con el Padre Ángel de “Mensajeros de la paz” que hablaba de las necesidades básicas no cubiertas por muchísimas personas, las cuales se ven obligadas a acudir a los comedores sociales. Hablaba de solidaridad, una palabra no muy de moda en los tiempos actuales.
El Padre con unas palabras sencillas nacidas directamente del corazón (me llegaron a mí y seguro que habrán llegado a muchísima gente) hablaba de que muchas familias no pueden ni siquiera comprar comida para sus hijos y tienen que meterlos en la cama sin cenar. También hablaba el religioso de que “conoce a abuelos de Galicia que acuden a los comedores sociales para alimentarse con el fin de que lo que hay en sus casas sea para sus nietos”.
Emocionado por sus palabras, pensé de repente que Galicia es una de las Comunidades con el famoso “déficit” bastante controlado. ¡Enhorabuena Sr. Feijoo!
Ahora que das la vuelta a los argumentos en otra dirección yo sigo con la pregunta clave: ¿Permite esta ley hacer lo que dice el asesor al fontanero o no ? Si lo permite ¿calificarias a esa ley con los adjetivos que propinabas a "esa clase de amigos mios?." Para mi esa es la clave , dejando aparte los argumentos de que intentan buscar algun camino (yo tambien creo que hay que hacer los intentos que hagan falta para reducir el paro), aunque no hay que olvidar de que estospresumian de conocer el camino y estan en los intentos (en los que estoy de acuerdo y me parece muy bien que lo intenten y lo consigan ¡faltaria mas!).