Muchas gracias, pero no estamos interesados
Me encanta escuchar y leer las declaraciones de los grandes empresarios editoriales. Todos se ponen estupendos y muy tristes, con la cabecita inclinada y los ojitos llorosos, y se lamentan porque los chicos, los niños y la gente en general, ha dejado de leer, los libros ya no son tu mejor amigo. Es una lástima, desde luego, pero lo que no entiendo es por qué demonios son ellos los que se quejan...si son las editoriales las culpables de esa falta de pasión por la lectura.
Normalmente partimos de una base equivocada con las editoriales. No son templos a la cultura, son empresas, y los directores y editores no son amables abuelos, de pelo blanco y pequeñas gafitas en equilibrio al final de sus bulbosas narices. ¡Nanay! ¡Que no, hombre, que no! Los editores se parecen mucho más al señor Scrooge que al abuelo de Up. Las cosas como son. A estos tipos lo que les interesa es llenarse el bolsillo y tener beneficios al cierre del año fiscal. La cultura, se la suda.
Estos publican lo que sea, incluso un manuscrito con 200 páginas en blanco, siempre, eso sí, que provenga del mohoso mundillo del famoseo, o delpolitiqueo, o del artisteo en general, no le hacen ascos a una cara conocida. No importa, ellos ven la firma al final del manuscrito como el símbolo del euro. Esto y cultura, la verdad, que no casan nada bien. Claro, con estas, los premios literarios (lo más conocidos, al menos) se convierten en una especie de orgía endógama, y así les salen los niños…”Reflexiones y Ambiciones”...ya me dirán ustedes...
Y uno dirá, bueno, Jaume, están las editoriales independientes, ¿no? ¡¿Es que nadie piensa en las editoriales independientes?!. Pues… ¡Ahí la diñas, chaval! Las buenas editoriales independientes fueron absorbidas y fagocitadas por esos grandes grupos empresariales, las que han sobrevivido a la invasión son pocas, pequeñas y la mayoría no saben muy bien qué hacer. Bueno, algo sí que tienen claro, si te pueden sacar una media de 1000 euros para publicarte una tirada de 50 libros, sin corregir ni maquetar, lo harán. Luego no les vayas a preguntar por presentaciones, publicidad y demás...porque te van a pedir otros 1000 más. El tiempo de las buenas editoriales independientes pasó, larga vida a los grupos editoriales.
Y es que el principal problema de la literatura en este país son las editoriales. Y que se ponga tudesco el que quiera; al pan, pan y al vino, vino. ¿Dónde están las oportunidades para los jóvenes escritores? No están. No hay oportunidades, y si las hay son contadas y muy puntuales. Eloy Moreno, por poner un ejemplo conocido, tuvo que pagarse la edición de su libro, y patear los dichosos caminos del señor, de librería en librería, vendiendo él su obra. ¿Oportunidad? Sí, la que se trabajó él solito. La editorial llegó luego, a tiro hecho...”vini, vidi, vinci” y seguramente jactándose de haber descubierto a un gran talento... Usté disculpe, pero el talento se descubrió solito, lo único que ha hecho su compañía es aprovechar el trabajo del chico.
Disculpen que pinte un panorama tan negro, pero es que a uno se le sube la pólvora al campanario. Con tanto timo y tanta gente que trata de vivir a costa del escritor, al que encima, no se le dan oportunidades, a no ser que ya tenga un nombre de antemano...pues uno se enfada.
Pero bueno, todavía queda esperanza para la buena literatura, esa que no entra en los planes comerciales de las grandes editoriales. Si quiere leer, leer de verdad, están naciendo muchas revistas literarias online, en las que los escritores noveles son bienvenidos. Por otra parte, están también las redes sociales para escritores, en las que se pueden leer desde relatos hasta grandes sagas, y también los foros y los blogs. ¿Quieres buena literatura? Bienvenido al submundo.