Volúmenes, tomos, libros, llibrets, revistas y panfletos.

Felizmente, de un tiempo a esta parte, se ha producido un interés cultural admirable, con la publicación por diversas entidades culturales, fallas y particulares, a cargo del patrocinio de entidades públicas y privadas, de una serie de volúmenes, libros, llibrets de falla y revistas que recogen una parte muy importante de nuestro pasado, recuperando la herencia cultural e histórica de nuestros mayores.

Desgraciadamente, en aras de ese afán por publicar, se cometen en demasiadas ocasiones errores que empañan tan encomiable iniciativa, sin tener en cuenta que dentro de unos años puede ser una fuente de desinformación, para futuros investigadores. En la, ahora en barbecho literario, revista “Sequiols”, tenía un espacio asignado, denominado El cuarto de las er-ratas, donde denunciaba algunas de las atrocidades que iba leyendo, en sendas publicaciones, tanto de ámbito local, provincial o nacional, con temas referentes a la ciudad de Burriana.

El pasado 30 de abril, el Grup d’Estudis Històrics Fallers presentó el libro Les Creus de Maig, del que es autor el admirado y justamente laureado Julián Arribas Pérez, en el salón de plenos del Magnífico Ayuntamiento de la ciudad, con la magistral intervención de quien ha efectuado el Prólogo, burrianero de adopción, José Félix Escudero Pitarch. Una esmerada labor y cuidada publicación, en cuanto a maquetación y material gráfico se refiere, impresa en Onda en los talleres de Gráficas Castañ, dirigida por José Castañ Diago, antiguo compañero de colegio.

Recreándome en su lectura, voy degustando ilustraciones, hasta llegar a la página 26, donde mentalmente me doy de bruces contra el suelo. En la parte inferior izquierda, aparece una fotografía de la que fue mi casa durante 22 años, con el siguiente pié: Grau de Burriana. Casa de la familia Vernia on passava períodes de descans el bisbe Juan Bautista Luis Pérez “Carallarga”.

Me recupero de mi asombro momentáneo y me dirijo a uno de sus editores, Rafael Arribas, al que con mis documentados argumentos, trato de convencerle del histórico error cometido. Él me comunica que así se lo ha contado su presidente, perteneciente a la familia Vernia, considerando que esa era la casa correcta.

La casa que aparece en dicha fotografía, es la que se encuentra inscrita en el Registro de la Propiedad de Nules, en el folio 128, vuelto, libro 96 de Burriana, finca 14589, donde se puede comprobar quienes han sido sus legítimos propietarios. En la 1ª inscripción aparece el nombre de quién fue su primer propietario, D. Bernabé Peris, el cual el 8 de diciembre de 1902, junto con otros dos bienhechores, D. Antonio Albesa y D. Enrique Peris, iniciaron las obras del templo de San José (PP. Carmelitas), al lado de la que era su casa, hoy Sociedad Club 53, en el Camino de Onda, siendo su arquitecto D. Godofredo Ros de Ursinos.

La 2º inscripción, corresponde al título de adquisición de Vicente Oliver Usó, Vicente y Filomena Oliver Llopis. El primero era el oficinista que tenía D. Bernabé. Durante un largo período de tiempo, estuvo el piso superior alquilado a Enrique Comes Monfort, suegro del doctor Emilio Chermá Soler y en la planta baja, pasaban los veranos Filomena con su marido Vicente Mesado Capella que tenían una papelería librería, en la calle Cervantes, esquina con Marín y Mendoza y su hijo Norberto Mesado Oliver que posteriormente sería el fundador y director del Museo Arqueológico de la Plana Baixa, así como director y coordinador de los dos tomos publicados de Burriana en su Historia quién me ha confirmado los datos. (Debe tratarse de un desliz, pero en las guardas de Les Creus de Maig, en el tercer renglón de la parte inferior, dice que el II volumen lo ha escrito Julián Arribas).

La 3º inscripción es del día 22 de abril de 1944. Título de adquisición para la sociedad conyugal de Bautista Ríos Granell y Vicenta Guinot Amiguet (mis padres), según escritura autorizada por el Notario que fue de esta Don Miguel Monforte Sarasola. El edificio sito en la calle Don Álvaro de Bazán que era como entonces se llamaba la actual Avinguda de la Mediterrània y no Avenida de James Augustus  Michener que era como se tendría que haber llamado a partir de 1971, fecha de la publicación en España, del libro de viajes “Iberia”, pero esa es otra historia. Eran sus lindantes, a la derecha entrando, José Peirats Almela, (abuelo paterno de José Alfonso Peirats Santa-Águeda, farmacéutico de la calle la Tanda) antes viuda de Manuel Peirats e izquierda herederos de Carlos González Falomir, (padre de las Reinas Falleras de 1951 y 1952, Mª Teresa y Mª Amparo González Reverter) antes Vicente Doménech.

En 1970, José Sales Verdiá, adquiere la mentada casa, donde en la actualidad reside su hija Teresa y familia.
Como se puede comprobar, en ningún momento aparece el apellido Vernia en documento público y teniendo en cuenta que D. Juan Bta. Luis Pérez que nació en 1874 y no en 1878 como se dice en la Pág. 25 y en el pié de foto de la Pág. 27 y falleció en Madrid, el día 6 de noviembre de 1934, difícilmente podía passar periodes de descans en esta casa. Sus restos mortales reposan en la Capilla de Santa Eulalia, de la catedral de Oviedo.

Pero, ¿cuál era la afamada casa del Grao?. Si consultamos a cualquier vecino, de más de 50 años, no dudará en indicarla correctamente. La casa, con unas pequeñas modificaciones en su fachada, como se puede observar en las dos fotografías que ilustran este artículo, la de 1915 que guardo en mi archivo particular y la recientemente tomada, está situada frente al mar, en los hoy números 149, 150 y 151 de la avenida, junto al Café Ole. En la planta baja, en la época de los años 60, estuvo veraneando José Durán Rochera con su familia y tres casas más a la derecha, el que sería su yerno, José Félix Escudero. Como curiosidad histórica, debo añadir que Don Juan Bautista fue el número 22 de los obispos hijos de la provincia de Castellón, desde la reconquista.

Después de finalizar mi escrito, voy a proceder a guardar este magnífico e importante trabajo gráfico, sin detenerme más en su lectura, pues temo, como ya me han anticipado dos documentadas y respetables personas, vuelva a terminar con mis huesos en el terrazo. Quiero volver a reconocer la extraordinaria labor del amigo Julián, encomiable que no debe empañar sus visos de investigación etnológica.

Una recomendación para el Servei de Normalització Lingüística. Creen un Servei de Normalització Històrica y sean más rigurosos, sobre todo para los libros subvencionados con fondos públicos que en el dorso aparece el escudo del Magnífico Ayuntamiento de Burriana.