El don del algodón

No puede pasar desapercibida la última sesión del Parlamento Catalán que ha levantado ampollas en el sector taurino.

Debo aclarar ante todo, cuales son mis ideas. Respeto a los animales, respeto las tradiciones, respeto la cultura, pero sobre todo respeto a la persona humana.

Esa Cataluña plural y abierta que tras la guerra civil acogió a tantos españoles, hoy se está encerrando en si misma, liderada por los políticos, hijos de aquellos que fueron recibidos con los brazos abiertos, procedentes de otras regiones económicamente hundidas.

Estos hijos, bien nacidos, hoy no son agradecidos, encadenando una serie de prohibiciones que coartan las libertades de un estado del bienestar que tantos sufrimientos han costado a sus antecesores. Se prohíben las películas en español, se multan a los comercios por rotular en la lengua de Cervantes, se imparten las clases universitarias en su catalán, etc., despreciando casi todo lo que consideran que es español.

Recuerdo una pintada que apareció hace unos años en el Escorredor, en la esquina con la calle Tarancón “El nacionalismo es una enfermedad que se cura viajando”.

Los abolicionistas prohíben por prohibir, acumulando manuales de ideología que no son más que prótesis artificiales, para sus mentes carentes de ideas, dando prioridad a políticas de partido, en detrimento de las libertades sin complejos de los catalanes.

CiU y ERC desmienten que su rechazo a la fiesta de los toros, tenga raíces identitarias. Los unos y los otros defienden que solo les mueve el respeto a los animales. Incluso Joan Puigcercós se atreve a decir que una sociedad democrática avanza cuando prohíbe. ¿Dónde quedo el espíritu de Paris, de mayo del 68?. Esto es una soberana barbaridad y una aberración que no atiende a ningún tipo de lógica.

Los argumentos de Ezquerra, para defender la postura del partido, fueron contra la violencia y la tortura, como espectáculo. ¿Y por qué no prohíben la caza mayor en els Ports de Tortosa y la pesca submarina en la costa brava?.

Existe una raza de gallinas denominada del Prat. Tiene su origen en las gallinas nativas del delta del río Llobregat (Barcelona). El profesor Salvador Castelló, con otros avicultores, participó muy activamente ya a finales del Siglo XIX en su definición, selección y posterior estandarización.

Es un ave de tamaño mediano, con la cresta grande, las orejillas blancas y los tarsos azul pizarra. Aquí se la conoce también como gallina de las patas azules. Ha sido y es bien conocida por la calidad de su carne y su aptitud para dar buenos capones. Esta raza ha sido mejorada en la Unidad de Genética Avícola del IRTA (subvencionada con dinero público), para seguir siendo utilizadas en producción de carne de calidad de una forma más rentable.

Miles, si, miles de pollos, muchos más que toros de lidia, anualmente son torturados y desprovistos de sus genitales, olvidándose del respeto animal, para saciar los apetitos navideños de catalanes y de algunos madrileños, ya que en la capital de España son también muy apreciados y vendidos a un alto precio.

No puedo entender como el respeto puede llegar a ser selectivo. Toros no, gallos si. Estos que hoy han dicho toros no, son los que hace unos meses dijeron abortos humanos si. Se lo deberían mirar y si es necesario acudir a una clínica de desintoxicación política. Se está impregnando la sociedad dirigente, de un cierto tufillo absolutista y dictatorial, con peligrosos antecedentes europeos de nacional socialismo. Un ejemplo más de que la ignorancia es muy atrevida.

No quiero entrar en como se da muerte en los mataderos autorizados, a tantos animales, para consumo humano o aprovechamiento de sus pieles, disfrazando los abusos y torturas, con razones que solo convencen a los que las ejecutan.

13 profesionales del mundo del arte y la cultura se han manifestado, después de la votación parlamentaria:

.¿Con lo que se ha luchado en España por recuperar las libertades, como se puede condenar y prohibir de esta manera el trabajo de tantas personas?.

.No es una buena noticia para el futuro. Se ha puesto en marcha un aparato lesivo de represión que a estas alturas me parece tremendo.

.No entiendo como algo tan democrático como una votación sirva para prohibir.

.Si Picasso o Hemingway, referentes de la izquierda, viviesen hoy, tendrían que ser del PP.

.Los políticos son unos borregos. Van a favor del aborto y en contra de la tauromaquia.

.Creo que los políticos lo pagarán. Sus propios hijos les preguntarán por qué hicieron eso. Han tirado piedras sobre su tejado y han sacrificado parte de la vida de sus herederos.

.Atentan contra la cultura y el arte de nuestro país, unas gentes a las que no conocían ni en su casa.

.A los políticos que han tomado esta determinación hay que decirles con respeto que se fijen más en la parcela que tienen llena de jaramagos y que se pongan a limpiarla.

.Un paso atrás en el tiempo, un auténtico atentado contra la libertad.

.Por encima de todo, perdemos una cuota de libertad y también muchas cosas materiales.

.En nombre del sectarismo, la facción mayoritaria del Parlament ha prohibido las corridas de toros, lo que significa un alarde de intolerancia y constituye un atentado contra la pluralidad de la cultura española. Quien no respeta la cultura de los demás, no puede aspirar a que los demás respetemos la suya.

.Es una tragedia cultural para los catalanes, para los aficionados y para los no aficionados; una trágica memez, un desastre.

.Nos presentan una combinación de poder despótico. Una vuelta de tuerca más en el amendrentamiento de la sociedad civil y una muestra más de falacia ilustrada, pues todo se basa en que la ley modela y obliga lo existente. Si la ley choca con el principio de libertad, se llama despotismo. Los catalanes serán un poco más pobres, pero los que organicen romerías de aficionados catalanes para ver corridas de toros en el sur de Francia, serán un poco más ricos.

El muy honorable y cordobés President de la Generalitat de Catalunya, tendrá que dar convincentes explicaciones, el día que firme la indemnización multimillonaria dirigida a la propiedad de la Plaza de Toros Monumental de Barcelona y a todo su entorno taurino.

Perdónenme mis lectores, si vuelvo a recurrir en la literatura española, para terminar mi artículo. Esta vez con un epigrama anónimo o por lo menos de autor dudoso, del siglo de oro.

Les dejo, no les agobio más. Me voy a relajar escuchando al pianista cubano Pepesito Reyes y su magnífica versión de “Begin the beguine”.