1942. Algo más que fallas
En el apartado de comarcas, podemos leer toda la crónica que dedica a nuestra ciudad, en la que el tema fallas queda al final y podríamos decir, como de compromiso. Con estos titulares comienza:
LA FORTUNA HA FAVORECIDO A NUMEROSAS FAMILIAS MODESTAS. EL PRIMER PREMIO DE LA LOTERÍA, REPARTIDO EN PEQUEÑAS PARTICIPACIONES.
Nuestra ciudad, por tercera vez, ha sido favorecida con el primer premio de la Lotería, esta vez con el número 15.921, del sorteo celebrado el día de ayer. Toda la serie fue vendida en esta administración. Excepto unas cuantas, todas las participaciones han sido vendidas entre familias de modestísima posición: jornaleros del campo, aprendices, viudas, hasta el punto que en la calle Dos de Mayo, de familias muy humildes, no ha quedado ningún vecino sin jugar su correspondiente participación de una peseta.
El ciego vendedor, llamado Vicente Canós, se quedó con seis pesetas, cuyas participaciones no llegó a vender y le han correspondido treinta mil pesetas. Varias participaciones han sido también vendidas en las Alquerías del Niño Perdido, cuyos vecinos han sido agraciados con 50.000 pesetas.
Continúa el corresponsal, su crónica “De Burriana”.
Unas familias han costeado una preciosa imagen de la Virgen de los Dolores, obra de un escultor de Valencia. Esta imagen será colocada de nuevo en la iglesia parroquial. Estas familias son las encargadas este año de celebrar los actos que con motivo de la Semana Santa tiene lugar en nuestro primer templo parroquial y a juzgar por los preparativos, seguramente revestirán el esplendor y la suntuosidad de antaño. Habrá procesiones el Jueves y Viernes Santo, como venía haciéndose antes de la proclamación de la República.
Por último, termina su crónica con estas desconcertantes palabras, por lo contradictorias con mis otras fuentes de información. No debemos olvidar lo manipulada que estaba la información escrita en la época, siempre al antojo del poder establecido.
La única falla que este año se ha plantado en esta, con motivo de la fiesta de San José, ha sido la confeccionada por los alumnos del Colegio del Niño Jesús de Praga de los P.P. Carmelitas. En el patio del referido Colegio se celebraron distintos festejos que estuvieron extraordinariamente concurridos, en particular en el momento de la “cremà”.
En otro artículo publicado en la revista BURIS-ANA, el autor nos indica que a la vista de los archivos municipales, de nuestro ayuntamiento, son dos las fallas que se plantaron: La de la Vila que obtuvo el primer premio y la Merced que tuvo el segundo, no haciendo mención en ningún momento a la del Colegio del Niño Jesús de Praga.
Tengo constancia oral de tres testigos distintos, de que tres eran las fallas que se iban a plantar ese año en Burriana: La Vila, la Merced y la del Colegio. Casi terminada, la de la Merced, surgieron desavenencias entre los miembros de la comisión, lo que supuso la escisión en dos bandos. El grupo de los que habían trabajado en la realización del monumento, tomaron la falla al hombro y como si de una peana procesional se tratase, la pasearon por el barrio y la guardaron en otro almacén, distinto al que la habían confeccionado. Parece ser que la falla no llegó a quemarse, ni siquiera a plantarse, siendo desmontada y repartida entre el equipo realizador que eran los que habían aportado los materiales, lo que supuso un final de fiestas sin haber tenido antes un comienzo.
Indaguen ustedes en su entorno familiar o quédense con la versión que más les satisfaga ya que al fin y al cabo, la historia escrita de los pueblos, está llena de contradicciones, donde cada hijo de vecino, arrima el ascua a su sardina.