Sobre los problemas y las ayudas al Comercio Local

De todos es sabida la importancia que en muchos municipios tiene el comercio local como motor básico de la economía, por los innumerables puestos de trabajo que mantiene. Más aún en una ciudad como Burriana, en donde el sector servicios supone más del 65% del total de su actividad, debido a la ausencia de industria y al menguante sector primario agrícola.

Así,  desde muchos frentes,  se ha estado animando a las instituciones en general y a nuestro   Ayuntamiento en particular, a que se apliquen al máximo en el apoyo a todos los comercios, autónomos y pymes, más aún cuando los estragos de esta maldita pandemia no dejan de crecer y parece que nunca vayan a terminar.

De la partida inicialmente presupuestada por el equipo de gobierno en el mes de mayo de 400.000€, tan solo se gastaron unos 30.000€ en ayudas directas. Más tarde, en octubre,  se incrementó esta partida en 250.000€, nada más dar el visto bueno el Gobierno para utilizar los remanentes del año anterior, con el fin de reactivar el comercio local mediante un plan de dinamización, según se dijo.

Durante estos días la Concejalía de Comercio ha destinado, de estos recursos,  unos 150.000€ (entre los que también se incluyen los 40.000€ de arreglos en la Terraza Payá) por los que 35 comercios de la ciudad han podido salir a la calle y ofrecer sus productos en un centro de la ciudad muy ambientado durante este último puente festivo.

Si bien esta medida era muy necesaria, ha sido muy bien acogida y ha tenido un gran éxito, no sería bueno que el plan de dinamización comenzara y terminara con esta actuación, por lo que sería necesario  impulsar  nuevas medidas, incluso mucho más directas. Conociendo el ejemplo de otras ciudades, se pueden aprobar diversas actuaciones  para ayudar al depauperado comercio local, como  la creación de bonos para el comercio o ayudas directas a determinados sectores.

No es la primera vez que desde estas líneas se anima al equipo de gobierno a apoyar y subvencionar bonos al consumo para todos los comercios, pymes y ciudadanos, con un descuento para las compras de entre el 30 y el 50%.

Al parecer, según se indicó por la propia Concejala de Comercio en el Pleno de la semana pasada, dinero para ello lo hay (de la partida inicial tan solo se ha gastado apenas un 30%), la voluntad municipal existe, pero “lo que ocurre es que los técnicos municipales opinan que es ilegal”, según aclaró ante las demandas de la oposición.

Llegados  a este punto,  lo conveniente sería apoyarse en los técnicos de aquellas ciudades u organismos que, no solo ven absolutamente legales estos bonos sino que los consideran recomendables en la situación actual.

Convendría pues fijarse, por ejemplo,  en los informes de los técnicos de la propia Generalitat Valenciana,  que recientemente ha publicitado unas ayudas de 10.000.000€ en bonos para el comercio local en toda la Comunitat, que están a punto de aprobarse. O de otros municipios de similar tamaño al nuestro, como Onteniente, Xátiva, Alzira o el más cercano Vall d´Uixò.

No sería tan difícil ni tan extraño, ya que en otras muchas ocasiones y en diferentes legislaturas,  ante la opinión de los funcionarios locales,  se ha optado por informes externos que han asumido y validado la legalidad de los criterios políticos del equipo de gobierno.

Esconderse detrás de los técnicos municipales para no tomar las decisiones que se dice que se quieren tomar, no parece sino una excusa para no hacer aquello que gran parte del comercio sigue pidiendo y que tanto bien puede hacer a la reactivación de la economía local. Más aún  cuando sigue pendiente de gasto una partida muy importante  en el presupuesto municipal para la dinamización comercial y que, si no se consume en este mes de diciembre, pasará a la siguiente anualidad a engrosar la de remanentes, con destino final  seguramente a otros sectores no tan necesitados.

Además, en otras ciudades, ante la amplitud y duración de esta crisis, se están planteando aprobar nuevas ayudas directas al comercio (caso de Castellón o Alcora) después de una primera fase ya culminada. Muchos comercios, autónomos o pymes  agradecerán que también se apruebe una nueva fase en nuestra ciudad,  más aún después de la poca repercusión final que tuvo la primera. Y muchos ciudadanos, sobre todo los que más dificultades económicas están pasando, también.

Con el fin de aportar más ideas, también sería muy conveniente apoyar intensamente a determinadas actividades que son fundamentales en la economía de nuestra ciudad, como los artistas falleros, indumentaristas, flores, regalos o decoración, etc.,  a los que la crisis ha afectado tanto o más que a la hostelería, a la que afortunadamente ya se le está favoreciendo de manera importante desde el Ayuntamiento  para mantener su actividad. El reciente caso de Alicante con el belén fallero más grande del mundo, que ha conseguido un  récord Guinness,  nos tendría que animar a ello.

La fuente de las ideas ha de estar siempre manando, como otras poblaciones nos demuestran día a día, más aún cuando nuestras condiciones económicas de partida  son más que  envidiables en comparación con todas las demás. Y esta fuente ha de conciliar directamente con la capacidad de gestión y  la voluntad, más importantes aún si cabe.

Si de veras hay voluntad y se supone que capacidad de gestión, todavía se está a tiempo de ayudar al máximo al comercio local en la salida de esta crisis.

Mucho ánimo en el empeño.