Un proyecto global antiinundaciones y los fondos Next Generation Europa

Durante este año que afortunadamente ya termina, además de soportar los envites de la pandemia, en los que fuimos pioneros muy a pesar nuestro, en Burriana se produjeron varios episodios de lluvia torrencial que provocaron graves inundaciones, afectando sobre todo la zona marítima y al centro de la ciudad.

Los fenómenos meteorológicos que las provocaron son muy habituales para un clima mediterráneo como el nuestro, en que  habitualmente en primavera y en otoño  podemos esperar lluvias muy intensas que colmaten la capacidad de nuestras infraestructuras, como sucedió en los dos sucesos vividos durante este año.

El día 1 de abril, otra vez en el barrio de los pescadores, se produjo una inundación importante, que ocasionó  daños en muchas  viviendas, aunque afortunadamente solo fueron varias horas y no días como en 2009. Y eso a pesar de que, a raíz de las anteriores inundaciones de septiembre de ese año, se construyó una gran red de colectores en la zona del Puerto, el llamado comúnmente “peine” por su peculiar forma geométrica en planta. Al parecer, esta vez  fue debido a la deficiente red de sumideros en la zona, añadido a la suciedad de los imbornales, aunque todavía, nueve meses después, no existe un informe técnico municipal sobre las causas del suceso.

El 5 de noviembre, con una intensidad horaria de lluvia muy alta, de más de 60 mm por hora, la añeja red de saneamiento del casco histórico colapsó,  produciéndose durante casi una hora entre 20 y 30 cm de lámina de agua en el centro, calle Escorredor y Plaza de la Generalitat, lugares habituales de estas inundaciones.

La deficiente red de infraestructuras de saneamiento en nuestra ciudad está siempre detrás de las causas de estos desgraciados sucesos,  que siguen siéndolo a pesar de algunos esfuerzos puntuales como en el 2010 con el ya comentado Proyecto del Peine en el Puerto financiado con los fondos del I Plan Zapatero. Desde entonces, no se ha acometido ninguna actuación importante  para evitarlos.

La escasa capacidad de salida de las aguas pluviales de la ciudad hacia la zona marítima, donde terminan todas desaguando en el mar, gran parte por acequias y caminos,  a pesar de tener mucho más cerca el río Seco, produce un tapón importante en la Plaza Generalitat así como en los puntos más bajos tanto del Grao como del Puerto o de la Serratella, con las nefastas consecuencias que resultan.

En el debate en Burriana Teve del día 6 de abril, donde ya se comentaron con detalle estas circunstancias,  se propuso la redacción de un Plan Integral de Saneamiento en  Burriana que pudiese solucionar de una vez por todas estas anomalías, empezando por un gran colector interceptor de las aguas pluviales  por la Avenida Cardenal Tarancón hasta el río, que sirviera de aliviadero de la red, para que no todos los caudales de aguas pluviales tengan que llegar a la zona marítima.  También habría de contemplar  los oportunos colectores y tornillos de Arquímedes, tanto en el Grao como en la Serratella, así como  algún tanque de tormentas, sobre todo en el Grao,  muy habitual en algunos municipios costeros de similares características al nuestro.

Quizás estas soluciones no se habían planteado hasta ahora o después de su estudio se habían descartado por los pocos recursos disponibles, tanto del propio Ayuntamiento como de otras instituciones, aunque la situación afortunadamente ha cambiado en este último año.

La aprobación  por Europa en julio pasado de los 750.000 millones de euros de los fondos del Programa NEXT GENERATION EU, con la finalidad de paliar los devastadores efectos económicos de la pandemia,  que  van a aportar recursos importantes para la reactivación económica y social de las ciudades de todos los países de Europa, puede suponer el apoyo necesario para realizar inversiones de este tipo.

Solo para España se van a destinar entre 2021 y 2026, 140.000 millones de euros, mediante subvenciones y préstamos por mitad,  dentro del llamado Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española (PRTR). En una de las 10 políticas tractoras definidas por el Gobierno de España para este Plan,  en concreto la nº 2, Proyectos de Infraestructuras y Ecosistemas Resilientes, con una inversión de 8.640 millones de euros, el 12% del total, caben  los Planes de Preservación de Infraestructuras Urbanas, como el Plan de Saneamiento propuesto para nuestra ciudad.

Es una oportunidad en la que muchos Ayuntamientos, de fuera y de dentro de la Comunitat, ya están trabajando. De hecho,  Pont a Europa, entidad recientemente creada  para la gestión de los fondos europeos por la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), ha diagnosticado que un 15% de nuestros Ayuntamientos ya dispone de oficina de proyectos europeos. Desgraciadamente entre ellos, no se  encuentra nuestra ciudad.

Nos queda pues un arduo camino por recorrer en Burriana para estar a la altura de las iniciativas de otros municipios y de la necesidad de inversiones que dinamicen nuestra economía.. Ya lo hicimos una vez con la aprobación de los Fondos Edusi en 2016 y ahora también nos deberíamos poner rápidamente en acción, puesto que, en vistas a la premura con que Europa está  proponiendo estas actuaciones,  se está exigiendo que, muy pronto,  en abril de 2021, se presenten los anteproyectos pertinentes.

Por las noticias que se van difundiendo en la prensa,  en la próxima anualidad  se ha prometido que se destinarán recursos para el colector en la Avenida Cardenal Tarancón hasta el río o incluso parece que se tiene previsto la realización de un tornillo de Arquímedes en la zona de la Serratella. Está claro que todas estas inversiones han de ser bienvenidas y pueden solucionar problemas puntuales,  pero no podrán mitigar los posibles efectos por lluvias torrenciales en otras zonas del municipio, lo que sí se evitaría con la realización del Plan Integral Antiinundaciones  propuesto.

Se podría aprovechar también la existencia de estos fondos para plantear más proyectos necesarios pendientes, como, entre otros, el de rehabilitación del centro histórico para poner en valor nuestro importante patrimonio modernista, un proyecto integral para la mejora de la fachada marítima desde Sant Gregori a la Serratella o  el de la regeneración de la costa, que, quizás para ser más efectivos, habría que proponerlo  sumando fuerzas con todos los municipios afectados, desde Almassora hasta Almenara.

La oportunidad  de estos fondos podría  solucionar en unos pocos años muchos de los problemas históricos que vienen sufriendo varias generaciones de nuestros conciudadanos,  por lo que no se deberían escatimar esfuerzos para acceder a ellos.

Puede ser ahora el momento y nuestro equipo de gobierno no debería dejarlo pasar.

Mucho ánimo en el empeño