Burriana, tierra de festivales

Me permitirá el profesor y escritor de nuestra ciudad, Xavier Constant, la licencia de aprovechar como encabezamiento de este escrito  el título de su último libro “Tierra de Festivales”, una brillante parodia y sátira social del festival Arenal Sound, como él mismo define.

Aprovechando el inicio del verano, en que siempre aparecen noticias sobre la zona marítima de Burriana y del Arenal, conviene comentar las últimas novedades acerca de una zona de la que se llevan preparando proyectos más de 50 años y a la que ningún gobierno se ha atrevido a dar una solución definitiva.

Ahora, a mitad de la segunda legislatura, después de más de seis años en el poder, el equipo de gobierno se ha atrevido a avanzar un pseudo concurso de ideas para plantear una solución definitiva para el Arenal.

Siendo de destacar la valentía con que se pretende afrontar la búsqueda de soluciones, los primeros peros no tardan en aparecer, puesto que el Ayuntamiento contrata a una empresa de consultoría para que plantee diversas propuestas a través de un proceso de participación ciudadana que de participación tiene bien poco.

El  Arenal no se merece que se intente vender como un proceso de participación ciudadana la asistencia de un técnico, con una hamaca y varias sillas,  junto con unos cuantos paneles de planos informativos en tres parques de la ciudad en varios días diferentes, eso no parece que sea participación.

El Arenal no se merece que, por la poca cuantía de los honorarios, no se hayan presentado más equipos de arquitectos al concurso, lo que habría supuesto una mayor competencia y dado más empaque al proceso.

El Arenal no se merece que no se busque un verdadero consenso entre todas las fuerzas políticas y la sociedad civil a la altura de lo que supone para la ciudad, con una visión no a corto sino a largo plazo, de manera que esa decisión esté bien protegida contra los habituales cambios de gobierno.

El Arenal no se merece, como dijo la alcaldesa recientemente en Burriana Te Ve, que ahora solo se vaya a actuar en una pequeña parte del Arenal, dejando para más adelante el resto, cuando lo que se necesita es un proyecto y una actuación globales.

Por los datos que tenemos, después de estos tres o cuatro días de “información a la ciudadanía” el bagaje no puede ser más escaso, ya que la asistencia a cada una de esas exposiciones ha sido irrisoria, contando chiquillería y todo. Además, la existencia de una página web a la que  dirigirse para contestar una simplona encuesta,  no parece que sea la mejor opción para llegar a toda la ciudadanía, más bien parece una justificación que sirva para tomar decisiones posteriores escondiéndose tras unas pocas opiniones.

Es de destacar que, históricamente,  han habido muchas propuestas para dar viabilidad a lo que el arquitecto Alejandro Escribano, el redactor del vigente Plan General de Burriana, aprobado allá por el año  1994, definió como “la vajilla de plata” de la ciudad. Pero todas han chocado siempre contra el tiempo, ya que los sucesivos equipos de gobierno desde la entrada de la democracia han ido aplazando la complicada decisión sobre el Arenal a los últimos años de cada legislatura y, una vez en marcha el proceso, se producía un cambio de gobierno en el que entraban partidos con ideas diferentes y vuelta a empezar. Así seguimos.

No sé si esta vez va a pasar lo mismo, pero de momento  también se coincide en que no se han atrevido a tomar las riendas del Arenal hasta pasados ya muchos años de gobierno.

Entrando en el fondo de la cuestión y analizando los adecuados criterios de los últimos documentos de que dispone el Ayuntamiento, como el Plan Estratégico de Turismo de 2017 o el documento del Foro Burriana 2030 de hace unos meses, en ambos se coincide en que la zona del Arenal ha de ser la punta de lanza de la siempre anhelada actividad turística  y que se ha de abordar desde un punto de vista global de mejora de la fachada marítima de nuestro litoral.

Siendo nuestra ciudad la cuna desde hace 10 años de uno de los festivales más multitudinarios de España, con los problemas ocasionados por la desproporción entre las infraestructuras existentes y el desmedido número de asistentes, pero con un litoral que permite la presencia de  más reducidos festivales pero mejor adaptados a nuestras posibilidades, Burriana podría convertirse en una verdadera  Tierra de Festivales.

La zona del Arenal comprende unos 230.000m2, incluidos los 16.600m2 que dejó lastimosamente perder el actual equipo de gobierno (pero que se pueden recuperar en cualquier momento si se tiene la valentía y la decisión que se requiere), en los que caben numerosos servicios de todo tipo, como parques, restaurantes, chiringuitos bien acondicionados, zonas deportivas y de paseo, terrenos para actividades culturales o asistenciales e incluso una gran zona para un recinto de festivales permanente, que podría servir para que desestacionalizar la llegada de turistas a todo el año.

Con ello, en lugar de tener un solo festival al que acuden en una semana más de 60.000 sounders diarios, se podría llegar a este mismo número, o incluso más, mediante varios festivales repartidos por toda la temporada estival y con  asistentes de mucha más capacidad económica, como recomiendan los documentos antes citados.

Para eso tendría que destinar una superficie importante, del orden de 70.000 m2 o más, a un recinto de festivales de nueva creación, sea con aportación municipal o mejor, mediante una concesión administrativa que permita diluir los riesgos  gestionándola desde la iniciativa privada, mucho más preparada en estas lides.

Los ciudadanos y visitantes podrían asistir así a  eventos y festivales durante casi todo el año y no solo nos quedaría soportar en pleno verano la numerosa arroyada juvenil que  durante una semana  nos visita, si es que lo que lo que hace es visitarnos.

No creo que nadie en el equipo de gobierno se ofenda, como otras veces, cuando desde este blog se plantean diferentes soluciones  a los numerosos problemas de este municipio, puesto que el mismo PSOE  llevaba esta propuesta en su programa electoral de 2019, aunque a la vista de sus hechos posteriores, parece que ya no se acuerda.  En él, literalmente, se expone sobre el Parque Litoral del Arenal que “incluiría el desarrollo de un complejo multifuncional de una superficie de 80.000m2 en la que se podrían realizar todo tipo de actividades lúdicas: conciertos, festivales, teatro y cine al aire libre, etc.” Me gustaría resaltar que esta misma solución ya se propuso hace un año en este mismo medio ( https://www.elperiodic.com/opinion/reinventar-burriana/necesaria-reflexion-festival_7474 ).

Sin ir más lejos, una infraestructura de este estilo es  lo que  el Ayuntamiento de Benicasim se está planteando en su recinto de festivales, una vez ha podido recientemente adquirir los terrenos, que hasta ahora solo estaban alquilados ( https://www.europapress.es/comunitat-valenciana/noticia-rototom-propone-benicassim-transformar-recinto-conciertos-espacio-cultural-abierto-todo-ano-20210513155040.html ). Aquí, en cambio, estos terrenos son de propiedad municipal desde hace más de 50 años, lo que puede facilitar mucho la viabilidad de esta propuesta.

Los partidarios de dejar que nos inunden las huestes del Arenal Sound año tras año, nos hablan de que  favorece al turismo porque Burriana está unas semanas en todos los telediarios y prensa nacional, pero se olvidan que después de 10 años seguidos, nuestro turismo sigue igual de desaparecido, puede ser que incluso más. O que favorece a toda la ciudad, cuando más bien solo beneficia a unos pocos y perjudica a otros muchos.

Es necesario cambiar de actitud y de página en este tema, ya que, como  se comentó en un escrito anterior de hace dos años en este blog ( https://www.elperiodic.com/opinion/reinventar-burriana/exito-festival-burriana_7004 ), lo más trascendental en el éxito de este Arenal Sound no es el festival en sí, sino Burriana, lo que ofrece y lo mucho que puede ofrecer.

Por eso, sirvan estas humildes líneas,  para animar a quien corresponda a que se actúe de forma valiente en el Arenal, que se consensuen al máximo sus propuestas y que se gestionen eficazmente para que no vuelvan a engrosar el oscuro y profundo armario de los proyectos  sin realizar o que, frente a solo dedicarse a preparar un proyecto de parque que sirva de macroacampada para un festival que no se lo merece, Burriana se convierta en una verdadera Tierra de Festivales con un Arenal que realmente sea per al Poble.

Mucho ánimo en el empeño.