Burriana necesita soluciones urgentes frente a las inundaciones

Hace varias semanas volvimos a sufrir en nuestra ciudad un episodio de lluvias que ha puesto de nuevo en evidencia nuestras escasas infraestructuras de saneamiento, así como la carencia de unas adecuadas actuaciones municipales que lo eviten.

Esta vez ha sido un reventón térmico, desconocido por estos lares, con intensidad de lluvia de más de 30 l/m2, aunque en tan solo 10 minutos, acompañada de rachas de viento de más de 100Km/h, que causó daños muy importantes en edificios, naves industriales, árboles o mobiliario urbano que se han ido reparando con bastante celeridad.

Menos mal que esta vez la tormenta solo duró unos pocos minutos y se centró únicamente en el casco urbano y en Santa Bárbara, salvándose la zona marítima, donde se producen la mayoría de las inundaciones y sus efectos más perjudiciales.

Desgraciadamente estos episodios tormentosos se producen con una cadencia cada vez más corta, ya que desde enero de 2017 los hemos sufrido prácticamente de forma anual, como se puede notar repasando los más recientes: octubre de 2018, abril de 2020, noviembre de 2022 o éste último de septiembre de 2023. Afortunadamente estos últimos no han sido como los de septiembre de 2009, con unas lluvias en un solo día de 315 l/m2, que causaron graves inundaciones en la ciudad y en la zona marítima.

Desde las líneas de este blog, no es la primera vez que se hace referencia a las causas y las soluciones a los problemas ocasionados por las lluvias en nuestra ciudad, como en el escrito de noviembre de 2022, sobre los episodios de hace un año.

Es una evidencia incontestable que la existencia de una vieja red unitaria de saneamiento, donde circulan tanto las aguas negras como las separativas, con unas secciones poco adecuadas, es el principal causante de que se inunden amplias zonas de la ciudad ante una lluvia de intensidad media.

Pero lo que es inconcebible es que en todos estos años no se haya actuado para corregir estas deficiencias. En el pleno del jueves pasado el concejal de urbanismo Juan Canós dio cuenta de la existencia de un Plan global de alcantarillado realizado en 2016 por la empresa que tiene la concesión decenal de agua potable y saneamiento desde 2014. En este Plan se define como prioritaria la ejecución de una red separativa en todo el caso urbano, precisamente para evitar los repetidos episodios de inundaciones en nuestra ciudad, aunque no contempla nada para la zona marítima, en la que también habría que proyectar actuaciones importantes.

El gobierno anterior de Maria Josep Safont, ahora en la oposición, desgraciadamente no fue capaz, como así se constató en el pleno, no solo de iniciar ninguna actuación de las previstas en este estudio, sino que prácticamente lo tenían escondido ya que casi nadie sabía de su existencia, dado que no se le había dado ninguna publicidad.

Pues bien, teniendo como base este Plan, que prioriza la ejecución de una red separativa por las vías principales de la ciudad, calle Encarnación, calle Escorredor, Ronda Pedro IV, Calle Misericordia, Plaza Generalitat, etc., que vierten a un gran colector en la Avenida Cardenal Tarancón con vertido directamente en el río Ana, se solucionarían muchos de los problemas de inundaciones que estamos sufriendo año tras año. Es esta una de las soluciones que desde este blog se ha ido comentando desde hace tiempo, aunque se desconocía por entonces la existencia de este estudio.

Pero, aparte de estos colectores en la ciudad, también hay que actuar imperiosamente en la zona marítima mediante una red separativa en los viales de segunda línea de la playa, que complemente la capacidad de evacuación de las acequias actuales y su vertido mediante la implantación de más Tornillos de Arquímedes en toda la costa y principalmente entre el Puerto y el Grao, coincidiendo con la salida al mar de estas acequias.
Por todo ello, y para evitar los reincidentes episodios de inundaciones en toda la ciudad y su zona marítima, creo que ha llegado el momento, nunca es tarde, de tener un Plan Global Antinundaciones que, con la base del estudio realizado en 2016, analice y aporte las soluciones adecuadas en todo el término de nuestra población, desde el camino de la Ratlla que linda con Nules, hasta el río Mijares que limita con Almassora, con especial incidencia en el casco urbano y la zona marítima.

Hasta ahora, alguna actuación, aunque escasa, se ha ido preparando, como la petición de los permisos para verter en el río o la próxima ejecución de un Tornillo de Arquímedes en la Serratella, cuyas obras están previstas iniciarse antes de final de año para facilitar el desagüe de la zona concreta comprendida entre el camí Ballester y el camí la Coixa. Es ésta una primera actuación, aunque muy aislada, pero debería de haberse contemplado dentro de un estudio global de toda la zona al sur del Puerto y no solamente de forma parcial en un tramo, ya que su ejecución no impedirá los problemas en las zonas aledañas en caso de fuertes lluvias y avenidas desde toda la cuenca del Barranco de Betxi, desde el camí la Ratlla hasta la zona de la depuradora, como ocurrió en 2009 con graves inundaciones en toda la Serratella.

También las recientes obras del Barranquet forman parte de estas pequeñas actuaciones ejecutadas, aunque en este caso, las prisas han sido malas consejeras, ya que en cualquier red de saneamiento hay que actuar desde aguas abajo hacia arriba para que exista un vertido final desde el principio. Pero en este caso, seguramente por necesidades electorales, se actuó al revés, y las aguas recogidas en el colector separativo ejecutado en el Barranquet no tenían salida, por lo que acabaron elevando más todavía el nivel de la inundación en toda la zona.

Este Plan Global Antinundaciones, por otra parte, es muy habitual en aquellas zonas que suelen sufrir inundaciones periódicas, como ha sido el caso de Benicassim, que ya lo implantó hace años, donde se han ejecutado incluso unos canales bajo los viales que vierten las aguas pluviales en muchas de sus calles y avenidas principales. O en la capital Castelló, con una problemática muy similar en la zona marítima, y que nos lleva mucha delantera con la ya existente implantación de 13 tornillos de Arquímedes, a pleno rendimiento en épocas de lluvia.

Otro argumento importante para la realización de este Plan Global es la aprobación en 2021 de los Fondos Next Generation desde Europa, que permiten subvencionar todas estas actuaciones, que podrían complementar las obras a realizar por la futura concesionaria a cuenta de la concesión del servicio de agua potable y saneamiento, que se va a licitar de nuevo en el año 2024. En la actual concesión, a punto de terminar, entre 2014 y 2023 se ha renovado mucha parte de la red de agua potable en la ciudad, aunque muy poco la de saneamiento, con un valor de más de 1 MM€ por anualidad. En la próxima concesión, se podrían destinar las importantes cantidades que se acuerden a la ejecución de la red separativa de pluviales que tanta falta hace en nuestra ciudad.

Por todo ello, constatada la realidad de que Burriana necesita de forma urgente soluciones para evitar los efectos de las inundaciones periódicas que venimos sufriendo, ha llegado el momento de actuar rápidamente con un Plan Global para evitar sus efectos, proyectando las obras necesarias con un programa de actuaciones ambicioso pero realista y trabajando para conseguir las máximas subvenciones para ejecutarlas cuanto antes.

El equipo de gobierno anterior se durmió en los laureles en este tema, esperemos que el actual de Jorge Monferrer ponga la voluntad y los medios para que eso no vuelva a ocurrir.

A quien corresponda, mucho ánimo en el empeño.